1Dem Chorleiter. Nach Schoschannim[1]. Ein Zeugnis. Von Asaf. Ein Psalm. (Ps 45,1; Ps 50,1; Ps 60,1)2Du Hirte Israels, der du Josef leitest wie eine Herde, höre doch! Der du thronst[2] auf den Cherubim, strahle hervor! (1Sam 4,4; 2Kön 19,15; Ps 50,2; Ps 77,21; Ps 99,1)3Vor Ephraim, Benjamin und Manasse erwecke[3] deine Macht und komm zu unserer Rettung! (Ps 44,27)4Gott! Stelle uns wieder her! Lass dein Angesicht leuchten, so werden wir gerettet. (Ps 4,7; Ps 31,17; Ps 60,3; Dan 9,17)5HERR, Gott der Heerscharen! Bis wann zürnst du[4] trotz des Gebets[5] deines Volkes? (Ps 74,1; Ps 79,5)6Du hast sie mit Tränenbrot gespeist, sie in reichem Maß[6] getränkt mit Tränen. (Ps 42,4)7Du setztest uns zum Streit[7] unseren Nachbarn, und unsere Feinde spotten über uns[8].8Gott der Heerscharen! Stelle uns wieder her! Lass dein Angesicht leuchten, so werden wir gerettet. (Ps 31,17; Ps 60,3)9Einen Weinstock hobst du aus aus Ägypten. Du vertriebst Nationen und pflanztest ihn ein. (Ps 44,3; Jer 2,21; Joh 15,1)10Du machtest Raum vor ihm, und er schlug Wurzeln und erfüllte das Land. (Jos 24,12)11Die Berge wurden bedeckt von seinem Schatten, von seinen Ästen die Zedern Gottes.12Er streckte seine Zweige aus bis ans Meer, bis zum Strom hin seine Triebe. (1Kön 5,1)13Warum hast du seine Mauern niedergerissen, sodass ihn alle berupfen, die des Weges kommen? (Ps 89,42)14Es frisst ihn ab das Wildschwein aus dem Wald, das Wild des Feldes weidet ihn ab.15Gott der Heerscharen! Kehre doch zurück[9]! Schau vom Himmel und sieh! Und suche diesen Weinstock heim! (Ps 90,13; Jes 63,15)16Und beschirme[10], was deine Rechte gepflanzt hat, den Sohn, den du dir hast stark werden lassen.17Er ist mit Feuer verbrannt, er ist abgehauen. Vor dem Schelten deines Angesichtes kommen sie um. (Hes 21,3)18Deine Hand sei über dem Mann deiner Rechten, über dem Menschensohn, den du dir hast stark werden lassen.19So werden wir nicht von dir abweichen. Belebe uns, und wir werden deinen Namen anrufen. (5Mo 5,32; Jos 1,7; Jer 32,40)20HERR, Gott der Heerscharen! Stelle uns wieder her! Lass dein Angesicht leuchten, so werden wir gerettet. (Ps 31,17)
Psalm 80
Nueva Versión Internacional
von Biblica1Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño, tú que reinas entre los querubines, ¡escúchanos! ¡Resplandece2delante de Efraín, Benjamín y Manasés! ¡Muestra tu poder, y ven a salvarnos!3Restáuranos, oh Dios; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos.4¿Hasta cuándo, Señor, Dios Todopoderoso, arderá tu ira contra las oraciones de tu pueblo?5Por comida, le has dado pan de lágrimas; por bebida, lágrimas en abundancia.6Nos has hecho motivo de contienda para nuestros vecinos; nuestros enemigos se burlan de nosotros.7Restáuranos, oh Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos.8De Egipto trajiste una vid; expulsaste a los pueblos paganos, y la plantaste.9Le limpiaste el terreno, y ella echó raíces y llenó la tierra.10Su sombra se extendía hasta las montañas, su follaje cubría los más altos cedros.11Sus ramas se extendieron hasta el Mediterráneo y sus renuevos hasta el Éufrates.12¿Por qué has derribado sus muros? ¡Todos los que pasan le arrancan uvas!13Los jabalíes del bosque la destruyen, los animales salvajes la devoran.14¡Vuélvete a nosotros, oh Dios Todopoderoso! ¡Asómate a vernos desde el cielo y brinda tus cuidados a esta vid!15¡Es la raíz que plantaste con tu diestra! ¡Es el vástago que has criado para ti!16Tu vid está derribada, quemada por el fuego; a tu reprensión perece tu pueblo.[1]17Bríndale tu apoyo al hombre de tu diestra, al ser humano[2] que para ti has criado.18Nosotros no nos apartaremos de ti; reavívanos, e invocaremos tu nombre.19Restáuranos, Señor, Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos.
Al director del coro. Sobre lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.
1Oh Pastor de Israel, escucha: Tú, que pastoreas a José como un rebaño, Tú, que estás entronizado sobre los querubines: ¡Resplandece!2Delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés, ¡Despierta tu poder y ven a salvarnos!3¡Restáuranos, oh ’Elohim! ¡Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos!4Oh YHVH, ’Elohim Sebaot, ¿Hasta cuándo estarás airado contra la oración de tu pueblo?5Los has hecho comer pan de lágrimas, Les diste a beber lágrimas en abundancia.6Nos pusiste por escarnio de nuestros vecinos, Y nuestros enemigos se ríen entre sí.7¡Oh ’Elohim Sebaot, restáuranos! ¡Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos!8Hiciste venir una vid de Egipto, Expulsaste las naciones y la plantaste.9Limpiaste sitio delante de ella, Hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.10Los montes fueron cubiertos por su sombra, Y con sus sarmientos los cedros de Dios.11Extendió sus vástagos hasta el mar, Y hasta el río sus renuevos.12¿Por qué derribaste sus vallados, De modo que la vendimian todos los que pasan de camino?13El puerco montés la ha destrozado, Y las alimañas del campo la devoran.14Oh ’Elohim Sebaot, vuelve, te rogamos, Mira desde los cielos, y considera, y visita esta viña,15La cepa que plantó tu diestra, Y el vástago que fortaleciste para ti mismo,16¡Quemada a fuego está, y cortada; Perece por la reprensión de tu rostro!17¡Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo del hombre que para ti fortaleciste!18Así no nos apartaremos de ti: ¡Vivifícanos e invocaremos tu Nombre!19Oh YHVH, ’Elohim Sebaot, ¡haznos volver! ¡Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos!