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Juan 1

La Biblia Textual

de Sociedad Bíblica Iberoamericana

El Logos

1 En un principio era el Logos, y el Logos estaba ante Dios, y Dios era el Logos. 2 En un principio Éste estaba ante Dios. 3 Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él, nada de lo que ha sido hecho fue hecho. 4 En Él había vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. 6 (Hubo un hombre enviado de Dios, de nombre Juan; 7 éste vino como testigo para que diera testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por él; 8 no era él la luz, sino para que diera testimonio de la luz.) 9 La luz verdadera, que alumbra a todo hombre al venir al mundo, 10 estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por Él, pero el mundo no lo conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron, 12 pero a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios, 13 los cuales no nacieron de sangres, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. 14 Y el Logos se hizo carne, y tabernaculizó entre nosotros, y contemplamos su gloria (gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. 15 Juan testifica de Él, y ha clamado, diciendo: Éste es Aquél de quien yo decía: El que viene detrás de mí, es antes de mí, porque era primero que yo. 16 Porque de su plenitud tomamos todos; es decir, gracia por gracia, 17 pues la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas por medio de Jesús el Mesías. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el Unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él lo reveló. 

Testimonio del Bautista

19 Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos le enviaron desde Jerusalem unos sacerdotes y levitas, para que le preguntaran: ¿Tú quién eres? 20 Y confesó (no negó, sino confesó): Yo no soy el Mesías. 21 Y le preguntaron: ¿Qué, pues? ¿Eres tú Elías? Y dice: No lo soy. ¿Eres tú el Profeta? Y respondió: No. 22 Entonces le dijeron: ¿Quién eres? para que demos respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices acerca de ti mismo? 23 Dijo: Yo soy la voz de uno que clama en el desierto: Allanad el camino del Señor, como dijo el profeta Isaías. 24 (Y los enviados eran de los fariseos.) 25 Y le preguntaron y le dijeron: ¿Por qué pues bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta? 26 Juan les respondió diciendo: Yo bautizo con agua, pero hay uno que ha tomado sitio entre vosotros, que vosotros no conocéis, 27 el que viene después de mí, de quien no soy digno de desatar la correa de su sandalia. 28 Estas cosas sucedieron en Betania, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando. 

El Cordero de Dios

29 Al día siguiente, ve a Jesús que viene hacia él, y dice: ¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! 30 Éste es de quien yo dije: Detrás de mí viene un Varón que se me ha adelantado, porque era primero que yo. 31 Y yo no lo conocía, pero para que Él fuera manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua. 32 Y Juan dio testimonio, diciendo: He contemplado al Espíritu que descendía del cielo como una paloma, y permaneció sobre Él. 33 Y yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, Él me dijo: Sobre el que veas que desciende el Espíritu y permanece sobre Él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. 34 Y yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios. 

Primeros discípulos

35 Al día siguiente, de nuevo estaba Juan con dos de sus discípulos, 36 y viendo a Jesús que pasaba, dice: He ahí el Cordero de Dios. 37 Y sus dos discípulos lo oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38 Volviéndose entonces Jesús y viéndolos que lo seguían, les dice: ¿Qué buscáis? Ellos entonces le dijeron: Rabbí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? 39 Les dice: Venid y veréis. Fueron, pues, y vieron dónde moraba y se quedaron con Él aquel día, porque era como la hora décima. 40 Uno de los que habían oído de Juan y lo habían seguido era Andrés, el hermano de Simón Pedro; 41 éste, lo primero que hizo fue hallar a su hermano Simón, y le dice: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, Ungido). 42 Lo llevó a Jesús. Mirándolo fijamente, Jesús dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan, tú serás llamado Cefas (que significa Pedro). 

Felipe y Natanael

43 Al día siguiente quiso salir hacia Galilea, y halla a Felipe; y Jesús le dice: Sígueme. 44 Y Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe halla a Natanael y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley y los profetas: a Jesús, hijo de José, el de Nazaret. 46 Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo bueno? Felipe le dice: Ven y ve. 47 Jesús ve a Natanael que viene, y dice acerca de él: ¡He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño! 48 Natanael le dice: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús, y le dijo: Antes que te llamara Felipe, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49 Le respondió Natanael: ¡Rabbí, Tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! 50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que éstas verás. 51 Y le dice: De cierto, de cierto os digo: Veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que ascienden y descienden sobre el Hijo del Hombre. 

Biblia Textual
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Juan 1

Schlachter 2000

de Genfer Bibelgesellschaft

Das Wort wurde Fleisch

1 Im Anfang war das Wort[1], und das Wort war bei Gott, und das Wort war Gott. (Jn 17:5; Ro 9:5; Flp 2:6; 1 Jn 1:1; Ap 19:13) 2 Dieses war im Anfang bei Gott. (Gn 1:1; Sal 90:2) 3 Alles ist durch dasselbe entstanden; und ohne dasselbe ist auch nicht eines entstanden, was entstanden ist. (Sal 33:6) 4 In ihm war das Leben, und das Leben war das Licht der Menschen. (Sal 36:10; 1 Jn 5:11) 5 Und das Licht leuchtet in der Finsternis, und die Finsternis hat es nicht begriffen. (Sal 18:29; Mt 4:16) 6 Es war ein Mensch, von Gott gesandt; sein Name war Johannes. (Lc 3:2) 7 Dieser kam zum Zeugnis, um von dem Licht Zeugnis zu geben, damit alle durch ihn glaubten. (Hch 19:4) 8 Nicht er war das Licht, sondern er sollte Zeugnis geben von dem Licht. (Jn 1:31; Jn 3:28) 9 Das wahre Licht, welches jeden Menschen erleuchtet, sollte in die Welt kommen. (Job 25:3; Lc 2:32) 10 Er war in der Welt[2], und die Welt ist durch ihn geworden, doch die Welt erkannte ihn nicht. (1 Co 2:7) 11 Er kam in sein Eigentum, und die Seinen nahmen ihn nicht auf. (Hch 13:27) 12 Allen aber, die ihn aufnahmen, denen gab er das Anrecht, Kinder Gottes zu werden, denen, die an seinen Namen glauben; (Hch 17:31; Gl 3:26; 1 Jn 3:1) 13 die nicht aus dem Blut, noch aus dem Willen des Fleisches, noch aus dem Willen des Mannes, sondern aus Gott geboren sind. (Ef 1:5; Ef 1:13; Stg 1:18; 1 Jn 5:1) 14 Und das Wort wurde Fleisch und wohnte unter uns; und wir sahen seine Herrlichkeit, eine Herrlichkeit als des Eingeborenen vom Vater, voller Gnade und Wahrheit. (Is 40:5; Jn 17:5; Jn 17:24; Gl 4:4; Col 2:9; 1 Ti 3:16) 

Das Zeugnis Johannes des Täufers von Jesus Christus

15 Johannes legte Zeugnis ab von ihm, rief und sprach: Dieser war es, von dem ich sagte: Der nach mir kommt, ist vor mir gewesen, denn er war eher als ich. (Mr 1:7; Jn 1:1; Jn 8:58) 16 Und aus seiner Fülle haben wir alle empfangen Gnade um Gnade. (Ef 1:7; Col 1:19) 17 Denn das Gesetz wurde durch Mose gegeben; die Gnade und die Wahrheit ist durch Jesus Christus geworden. (Sal 85:10; Mal 3:22) 18 Niemand hat Gott je gesehen; der eingeborene[3] Sohn, der im Schoß des Vaters ist, der hat Aufschluss [über ihn] gegeben. (Mt 11:27; Jn 14:9; 1 Ti 6:16) 19 Und dies ist das Zeugnis des Johannes, als die Juden von Jerusalem Priester und Leviten sandten, um ihn zu fragen: Wer bist du? (Lc 3:15) 20 Und er bekannte es und leugnete nicht, sondern bekannte: Ich bin nicht der Christus![4] (Mt 1:16; Jn 3:28) 21 Und sie fragten ihn: Was denn? Bist du Elia? Und er sprach: Ich bin’s nicht! Bist du der Prophet? Und er antwortete: Nein! (Mal 3:23; Lc 1:17) 22 Nun sprachen sie zu ihm: Wer bist du denn? Damit wir denen Antwort geben, die uns gesandt haben: Was sagst du über dich selbst? 23 Er sprach: Ich bin »die Stimme eines Rufenden, [die ertönt] in der Wüste: Ebnet den Weg des Herrn!«,[5] wie der Prophet Jesaja gesagt hat. (Is 40:3; Mr 1:3) 24 Die Gesandten gehörten aber zu den Pharisäern. (Jn 3:1; Jn 7:47; Hch 23:6) 25 Und sie fragten ihn und sprachen zu ihm: Warum taufst du denn, wenn du nicht der Christus bist, noch Elia, noch der Prophet? (Mt 21:23; Hch 4:5) 26 Johannes antwortete ihnen und sprach: Ich taufe mit Wasser; aber mitten unter euch steht einer, den ihr nicht kennt; (Jn 1:14) 27 dieser ist’s, der nach mir kommt, der vor mir gewesen ist; und ich bin nicht würdig, ihm den Schuhriemen zu lösen. (Mr 1:7) 28 Dies geschah in Bethabara, jenseits des Jordan, wo Johannes taufte. (Jn 10:40) 

Das Lamm Gottes

29 Am folgenden Tag sieht Johannes Jesus[6] auf sich zukommen und spricht: Siehe, das Lamm Gottes, das die Sünde der Welt hinwegnimmt! (Ex 29:38; Is 53:7; Hch 13:38; 1 Co 5:7; Ef 1:7; Heb 9:28; 1 Jn 2:2; Ap 1:5; Ap 5:6) 30 Das ist der, von dem ich sagte: Nach mir kommt ein Mann, der vor mir gewesen ist; denn er war eher als ich. (Jn 1:15) 31 Und ich kannte ihn nicht; aber damit er Israel offenbar würde, darum bin ich gekommen, mit Wasser zu taufen. (Jn 1:7) 32 Und Johannes bezeugte und sprach: Ich sah den Geist wie eine Taube vom Himmel herabsteigen, und er blieb auf ihm. (Mr 1:10) 33 Und ich kannte ihn nicht; aber der mich sandte, mit Wasser zu taufen, der sprach zu mir: Der, auf den du den Geist herabsteigen und auf ihm bleiben siehst, der ist’s, der mit Heiligem Geist tauft. (Is 11:2; Jn 3:34; Hch 1:5) 34 Und ich habe es gesehen und bezeuge, dass dieser der Sohn Gottes ist. (Lc 3:22; Jn 1:49; 1 Jn 4:14) 35 Am folgenden Tag stand Johannes wiederum da und zwei seiner Jünger. 36 Und indem er auf Jesus blickte, der vorüberging, sprach er: Siehe, das Lamm Gottes! (Jn 1:29; 1 Co 2:2) 

Die ersten Jünger

37 Und die beiden Jünger hörten ihn reden und folgten Jesus nach. (Ap 14:4) 38 Als aber Jesus sich umwandte und sie nachfolgen sah, sprach er zu ihnen: Was sucht ihr? Sie sprachen zu ihm: Rabbi (das heißt übersetzt: »Lehrer«), wo wohnst du? (Sal 27:8; Is 57:15; Jn 12:21) 39 Er spricht zu ihnen: Kommt und seht! Sie kamen und sahen, wo er wohnte, und blieben jenen Tag bei ihm. Es war aber um die zehnte Stunde.[7] (Is 45:19; Jn 21:12) 40 Andreas, der Bruder des Simon Petrus, war einer von den beiden, die es von Johannes gehört hatten und ihm nachgefolgt waren. (Mr 1:16; Jn 6:8) 41 Dieser findet zuerst seinen Bruder Simon und spricht zu ihm: Wir haben den Messias gefunden (das heißt übersetzt: den »Gesalbten«). (Pr 8:17; Cnt 3:4; Lc 8:39) 42 Und er führte ihn zu Jesus. Jesus aber sah ihn an und sprach: Du bist Simon, Jonas Sohn, du sollst Kephas heißen (das heißt übersetzt: »ein Stein«). (Mt 16:18; Mr 10:21; Jn 21:15) 43 Am folgenden Tag wollte Jesus nach Galiläa reisen; da findet er Philippus und spricht zu ihm: Folge mir nach! (Mr 2:14) 44 Philippus aber war von Bethsaida, aus der Stadt des Andreas und Petrus. (Mt 11:21) 45 Philippus findet den Nathanael und spricht zu ihm: Wir haben den gefunden, von welchem Mose im Gesetz und die Propheten geschrieben haben, Jesus, den Sohn Josephs, von Nazareth. (Lc 3:23; Lc 24:27; Jn 1:41; Jn 21:2) 46 Und Nathanael sprach zu ihm: Kann aus Nazareth etwas Gutes kommen? Philippus spricht zu ihm: Komm und sieh! (Jn 1:39; Jn 7:41; Jn 7:52) 47 Jesus sah den Nathanael auf sich zukommen und spricht von ihm: Siehe, wahrhaftig ein Israelit, in dem keine Falschheit ist! (Sal 26:4; Sal 32:2; Ro 2:28; Ro 9:6) 48 Nathanael spricht zu ihm: Woher kennst du mich? Jesus antwortete und sprach zu ihm: Ehe dich Philippus rief, als du unter dem Feigenbaum warst, sah ich dich! (Sal 139:2; Heb 4:13) 49 Nathanael antwortete und sprach zu ihm: Rabbi, du bist der Sohn Gottes, du bist der König von Israel! (Sal 2:6; Jer 23:5; Mt 16:16; Jn 1:34) 50 Jesus antwortete und sprach zu ihm: Du glaubst, weil ich dir sagte: Ich sah dich unter dem Feigenbaum? Du wirst Größeres sehen als das! (Jn 20:29) 51 Und er spricht zu ihm: Wahrlich, wahrlich, ich sage euch: Künftig werdet ihr den Himmel offen sehen und die Engel Gottes auf- und niedersteigen auf den Sohn des Menschen! (Gn 28:12; Dn 7:13; Mt 3:16; Hch 7:55) 

Bibeltext der Schlachter
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