1.Mose 45

Schlachter 2000

von Genfer Bibelgesellschaft
1 Da konnte sich Joseph nicht länger bezwingen vor allen, die um ihn herstanden, und er rief: Lasst jedermann von mir hinausgehen! Und es stand kein Mensch bei ihm, als Joseph sich seinen Brüdern zu erkennen gab. (1Mo 43,30; Joh 11,33)2 Und er weinte laut, sodass die Ägypter und das Haus des Pharao es hörten. (1Sam 30,4; Joh 11,35)3 Und Joseph sprach zu seinen Brüdern: Ich bin Joseph! Lebt mein Vater noch? Aber seine Brüder konnten ihm nicht antworten, so bestürzt waren sie vor ihm. (Mk 9,6; Lk 24,37; Joh 18,6; Apg 2,6; Apg 7,13)4 Da sprach Joseph zu seinen Brüdern: Tretet doch her zu mir! Als sie nun näher kamen, sprach er zu ihnen: Ich bin Joseph, euer Bruder, den ihr nach Ägypten verkauft habt! (1Mo 37,28)5 Und nun bekümmert euch nicht und macht euch keine Vorwürfe darüber, dass ihr mich hierher verkauft habt; denn zur Lebensrettung hat mich Gott vor euch hergesandt! (1Mo 45,7; 1Mo 50,20; Ps 118,22; Apg 2,36; Apg 3,13)6 Denn dies ist das zweite Jahr, dass die Hungersnot im Land herrscht, und es werden noch fünf Jahre ohne Pflügen und Ernten sein. (1Mo 41,29; 1Mo 41,54; 1Mo 41,56; 1Mo 47,18; 1Mo 47,23; 2Mo 34,21; Jes 30,24)7 Aber Gott hat mich vor euch hergesandt, um euch einen Überrest zu sichern auf Erden, und um euch am Leben zu erhalten zu einer großen Errettung. (1Mo 47,12)8 Und nun, nicht ihr habt mich hierher gesandt, sondern Gott: Er hat mich dem Pharao zum Vater gesetzt und zum Herrn über sein ganzes Haus und zum Herrscher über das ganze Land Ägypten. (1Mo 41,39; Ri 17,10; Hi 29,16; Apg 2,23)9 Zieht nun schnell zu meinem Vater hinauf und sagt ihm: So spricht dein Sohn Joseph: Gott hat mich zum Herrn über ganz Ägypten gesetzt; komm zu mir herab, zögere nicht! (1Mo 45,13; 1Mo 45,19; 1Mo 45,26)10 Und du sollst im Land Gosen wohnen und nahe bei mir sein, du und deine Kinder und deine Kindeskinder, deine Schafe und deine Rinder und alles, was dir gehört! (1Mo 46,29; 1Mo 46,34; Joh 17,24)11 Ich will dich dort mit Nahrung versorgen — denn es sind noch fünf Jahre Hungersnot —, damit du nicht verarmst, du und dein Haus und alles, was dir gehört! (1Mo 47,12)12 Und siehe, eure Augen sehen es und die Augen meines Bruders Benjamin, dass mein Mund es ist, der zu euch redet. (1Mo 42,23; Lk 24,39; Joh 20,27)13 Darum verkündet meinem Vater all meine Herrlichkeit in Ägypten und alles, was ihr gesehen habt, und bringt meinen Vater schnell hierher! (Apg 7,14)14 Und er fiel seinem Bruder Benjamin um den Hals und weinte, und Benjamin weinte auch an seinem Hals. (1Mo 29,11; 1Mo 33,4; 1Mo 46,29)15 Und er küsste alle seine Brüder und umarmte sie unter Tränen, und danach redeten seine Brüder mit ihm. (2Mo 4,27; Ps 133,1)16 Als man nun im Haus des Pharao die Nachricht vernahm: Josephs Brüder sind gekommen!, da gefiel dies dem Pharao und seinen Knechten gut. (Spr 16,15)17 Und der Pharao sprach zu Joseph: Sage deinen Brüdern: Tut das: Beladet eure Tiere und macht euch auf den Weg, zieht in das Land Kanaan;18 und nehmt euren Vater und eure Familien und kommt zu mir, so will ich euch das Beste des Landes Ägypten geben, und ihr sollt das Fett des Landes essen! (1Mo 27,28; 1Mo 47,6; Ps 81,16; Jes 1,19)19 Und du, ordne dies an: Ihr sollt so handeln: Nehmt euch Wagen mit aus dem Land Ägypten für eure Kinder und Frauen und bringt euren Vater mit und kommt; (1Mo 45,27; 1Mo 46,5)20 und euer Hausrat darf euch nicht reuen; denn das Beste des ganzen Landes Ägypten soll euch gehören! (1Mo 20,15; 1Mo 45,18; Jes 1,19)21 Da machten es die Söhne Israels so; und Joseph gab ihnen Wagen nach dem Befehl des Pharao, auch gab er ihnen Verpflegung auf den Weg. (1Mo 45,19; 1Mo 45,27; 2Mo 17,1; Jos 17,4; Ps 119,100)22 Und er schenkte ihnen allen Festgewänder, jedem Einzelnen; Benjamin aber schenkte er 300 Silberlinge und fünf Festgewänder. (Spr 17,8; Mt 2,11)23 Und seinem Vater sandte er Folgendes: zehn Esel, beladen mit dem Besten Ägyptens, und zehn Eselinnen, die Korn, Brot und Speise trugen für seinen Vater auf den Weg. (1Mo 24,10; 1Mo 42,26)24 Damit entließ er seine Brüder, und sie gingen, und er sprach zu ihnen: Streitet nicht auf dem Weg! (1Mo 42,21; 1Kor 3,3; Gal 5,20; 2Tim 2,23)25 So reisten sie von Ägypten hinauf und kamen in das Land Kanaan zu ihrem Vater Jakob; (1Mo 35,27; 1Mo 42,29)26 und sie berichteten ihm und sprachen: Joseph lebt noch und ist Herrscher über das ganze Land Ägypten! Aber sein Herz blieb kalt, denn er glaubte ihnen nicht. (Ps 126,1; Lk 24,11; Joh 20,25)27 Da sagten sie ihm alle Worte, die Joseph zu ihnen geredet hatte. Und als er die Wagen sah, die Joseph gesandt hatte, um ihn abzuholen, da wurde der Geist ihres Vaters Jakob lebendig, (Ri 15,19)28 und Israel sprach: Für mich ist es genug, dass mein Sohn Joseph noch lebt! Ich will hingehen und ihn sehen, bevor ich sterbe! (1Mo 32,28; 1Mo 35,10; 1Mo 46,30; Lk 2,26)

1.Mose 45

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 José ya no podía contenerse ante todos los que estaban a su lado, y exclamó: ¡Sacad a todo varón de mi presencia! Y no quedó nadie con él cuando José se dio a conocer a sus hermanos.2 Entonces alzó su voz en llanto, y lo oyeron los egipcios y lo oyó la casa de Faraón.3 Y dijo José a sus hermanos: ¡Yo soy José! ¿Vive aún mi padre? Y sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados por su presencia.4 Entonces dijo José a sus hermanos: ¡Acercaos a mí, os ruego! Y ellos se acercaron, y él dijo: Yo soy vuestro hermano José, a quien vendisteis para Egipto.5 Ahora pues, no os entristezcáis ni os enojéis con vosotros mismos por haberme vendido acá, pues para preservar la vida me envió ’Elohim delante de vosotros.6 Porque ya ha habido dos años de hambruna en medio de esta tierra, y aún quedan cinco años en que no habrá siembra ni siega.7 Por eso ’Elohim me envió delante de vosotros para preservaros un remanente en esta tierra y para daros vida por medio de una gran liberación.8 Así que, no me enviasteis vosotros acá, sino ’Elohim. Y Él me ha puesto como un padre para Faraón y señor de toda su casa y gobernador en toda la tierra de Egipto.9 Daos prisa, subid hasta mi padre, y decidle: Así dice tu hijo José: ’Elohim me ha puesto por señor de todo Egipto, desciende a mí, no te detengas,10 y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus rebaños y tus vacadas y todo lo que tienes.11 Y allí te sustentaré, pues aún quedan cinco años de hambruna, para que no caigas en la miseria tú y tu casa, y todo lo que tienes.12 Y por cierto, vuestros ojos pueden ver, y los ojos de mi hermano Benjamín, que es mi boca la que os habla.13 Declararéis a mi padre todo mi esplendor en Egipto y todo lo que habéis visto. Así que, ¡daos prisa, y haced que mi padre descienda acá!14 Entonces se echó al cuello de su hermano Benjamín, y lloró, y Benjamín lloró en su cuello.15 Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos. Después sus hermanos hablaron con él.16 Y la voz fue oída en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José han venido. Y agradó a ojos de Faraón y a ojos de sus siervos.17 Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: Cargad vuestras bestias, e id, entrad a la tierra de Canaán.18 Luego tomad a vuestro padre y a vuestras familias, y venid a mí, y yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto, y comeréis de la abundancia del país.19 Mándales también: Tomad carros de la tierra de Egipto para vuestros pequeños y vuestras mujeres, y tomad a vuestro padre, y venid.20 Y no os preocupéis por vuestros enseres, porque lo mejor de toda la tierra de Egipto es vuestro.21 Así lo hicieron los hijos de Israel, y José les dio carros conforme a la orden de Faraón, y les dio provisión para el camino.22 A todos ellos les dio mudas de vestidos, y a Benjamín le dio trescientas piezas de plata y cinco mudas de vestidos.23 Y a su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y diez asnas cargadas de grano, pan y víveres para el viaje de su padre.24 Y despidió a sus hermanos, y se fueron. Y les dijo: No discutáis por el camino.25 Subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán, a su padre Jacob,26 y le anunciaron, diciendo: ¡José aún vive, y gobierna en toda la tierra de Egipto! Pero su corazón desmayó, pues no les creía.27 Mas ellos le dijeron todas las palabras que José les había hablado, y al ver los carros que José había enviado para llevarlo, el espíritu de su padre Jacob revivió.28 Entonces dijo Israel: ¡Basta! ¡Mi hijo José aún vive! Iré y lo veré antes de morir.