1Für den Dirigenten[1]. Nach derselben Melodie zu begleiten wie »Verschone und erhalte!«[2]. Von David. Ein Lehrpsalm[3]. (Ps 4,1; Ps 16,1; Ps 57,1)2Ihr Mächtigen, seid ihr wirklich gerecht, wenn ihr eure Urteile fällt?[4] Richtet ihr die Menschen unparteiisch?3Ganz und gar nicht! In euren Herzen schmiedet ihr heimtückische Pläne; das Land ist erfüllt von der Gewalt, die von euren Händen ausgeht!4Diese Gottlosen sind von Geburt an auf dem falschen Weg, auf Irrwegen gehen diese Lügenmäuler von Mutterleib an!5Giftig sind sie wie Schlangen, ja, sie gleichen einer Otter, die ihr Ohr verschließt6und nicht auf die Stimme des Schlangenbeschwörers hört, auf den erfahrenen Zauberer, der Schlangen mit Worten zähmen kann.7Gott, brich diesen Leuten die Zähne aus! HERR, zerschlage diesen reißenden Löwen das Gebiss!8Lass sie verschwinden wie versickerndes Wasser. Und wenn sie ihre Pfeile schießen, dann brich diesen die Spitze ab![5]9Ihr Leben soll so kurz sein wie das einer Schnecke, die sich auflöst und verendet, wie das einer Fehlgeburt, die nie das Licht der Sonne sieht.10´Ja, ihr Mächtigen werdet es noch merken:` Ehe eure Kochtöpfe vom Holzfeuer heiß werden – egal, ob das Fleisch noch roh ist oder schon gart – Gott fegt durch einen Sturm alles hinweg![6]11Wenn Gott Vergeltung übt, wird sich jeder freuen, der nach Gottes Willen lebt.[7] Ja, er wird seine Füße baden im Blut dieser gottlosen Verbrecher!12Dann werden die Menschen sagen: »Seht ihr – wer Gottes Willen tut[8], bekommt doch noch seinen Lohn! Ja, es gibt noch einen Gott, der gerecht richtet auf dieser Erde!«
Psalm 58
Nueva Versión Internacional
von Biblica1¿Acaso ustedes, gobernantes, actúan con justicia, y juzgan con rectitud a los seres humanos?2Al contrario, con la mente traman injusticia, y la violencia de sus manos se desata en el país.3Los malvados se pervierten desde que nacen; desde el vientre materno se desvían los mentirosos.4Su veneno es como el de las serpientes, como el de una cobra que se hace la sorda5para no escuchar la música del mago, del diestro en encantamientos.6Rómpeles, oh Dios, los dientes; ¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!7Que se escurran, como el agua entre los dedos; que se rompan sus flechas al tensar el arco.8Que se disuelvan, como babosa rastrera; que no vean la luz, cual si fueran abortivos.9Que sin darse cuenta, ardan como espinos; que el viento los arrastre, estén verdes o secos.10Se alegrará el justo al ver la venganza, al empapar sus pies en la sangre del impío.11Dirá entonces la gente: «Ciertamente los justos son recompensados; ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra.»
Al director del coro. Sobre Al Tashjet. Mictam de David.
1Magistrados: ¿Pronunciáis en verdad justicia? ¿Juzgáis rectamente, hijos del hombre?2Antes, cometéis crímenes a conciencia en la tierra, Y vuestras manos sopesan violencia.3Los malvados se extravían desde la matriz, Desde el vientre se pervierten los que hablan mentira.4Llevan veneno como veneno de serpiente, De víbora sorda que cierra el oído,5Para no oír la voz de los que encantan, Del más experto en encantamientos.6¡Oh ’Elohim, rompe sus dientes en su boca! ¡Oh YHVH, quiebra los colmillos de los leones!7¡Escúrranse como aguas que se pierden! Al disparar sus saetas, ¡queden éstas despuntadas!8Sean como el caracol, que se deslíe al arrastrarse; Como aborto, que no llega a ver el sol.9Antes que vuestras ollas sientan el fuego de los espinos, Así vivos, así airados, los barrerá el torbellino.10El justo se alegrará cuando vea la venganza, Y lave sus pies en la sangre del impío.11Entonces dirá el hombre: ¡En verdad hay galardón para el justo! ¡En verdad hay un Dios que juzga en la tierra!