1Ein Psalm Davids. Zum Weihrauchopfer.2HERR, strafe mich nicht in deinem Zorn
und züchtige mich nicht in deinem Grimm! (Ps 6,2)3Denn in mich herabgefahren sind deine Pfeile
und deine Hand fuhr auf mich nieder. (Hi 6,4; Ps 32,4)4Nichts blieb gesund an meinem Fleisch, weil du mir grollst;
weil ich gesündigt, blieb an meinen Gliedern nichts heil.5Denn über den Kopf gewachsen sind mir meine Sünden,
sie erdrücken mich wie eine schwere Last. (Esr 9,6; Ps 40,13)6Stinkend und eitrig wurden meine Wunden
wegen meiner Torheit.7Ich habe mich gekrümmt, bin tief gebeugt,
den ganzen Tag ging ich trauernd einher.8Denn meine Lenden waren voller Brand,
nichts blieb gesund an meinem Fleisch.9Kraftlos bin ich geworden, ganz zerschlagen,
ich schrie in der Qual meines Herzens.10HERR, all mein Sehnen liegt offen vor dir,
mein Seufzen war dir nicht verborgen.11Mein Herz pochte heftig, meine Kraft hat mich verlassen,
das Licht meiner Augen, auch sie sind erloschen. (Ps 31,10)12Freunde und Gefährten bleiben mir fern in meinem Unglück
und meine Nachbarn blieben mir fern. (Ps 31,12)13Die mir nach dem Leben trachten, legten mir Schlingen; /
die mein Unheil suchen, planten Verderben
und den ganzen Tag haben sie Arglist im Sinn. (Ps 35,20)14Ich bin wie ein Tauber, der nicht hört,
wie ein Stummer, der den Mund nicht auftut.15Ich wurde wie einer, der nicht hören kann,
aus dessen Mund keine Entgegnung kommt.16Doch auf dich, HERR, habe ich geharrt;
du bist es, der mir antwortet, Herr, du mein Gott.17Denn ich sagte: Über mich sollen sie sich nicht freuen,
die gegen mich groß tun, wenn meine Füße straucheln. (Ps 13,5; Ps 35,19)18Ja, ich bin dem Fallen nahe,
immer ist vor mir mein Schmerz.19Ja, ich bekenne meine Schuld,
ich bin wegen meiner Sünde in Angst. (2Sam 12,13; Hi 31,33; Ps 32,5; Ps 51,5; Spr 28,13; Hos 14,3; Jak 5,16)20Meine Feinde sind voller Leben und Kraft;
viele hassen und täuschen mich.21Sie vergelten mir Gutes mit Bösem,
sie sind mir feind; denn ich trachte nach dem Guten. (Ps 35,12)22Verlass mich nicht, HERR, /
mein Gott, bleib mir nicht fern! (Ps 22,12)23Eile mir zu Hilfe, HERR, du mein Heil!
Psalm 38
Nueva Versión Internacional
von Biblica1Señor, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu ira.2Porque tus flechas me han atravesado, y sobre mí ha caído tu mano.3Por causa de tu indignación no hay nada sano en mi cuerpo; por causa de mi pecado mis huesos no hallan descanso.4Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada.5Por causa de mi insensatez mis llagas hieden y supuran.6Estoy agobiado, del todo abatido; todo el día ando acongojado.7Estoy ardiendo de fiebre; no hay nada sano en mi cuerpo.8Me siento débil, completamente deshecho; mi corazón gime angustiado.9Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos.10Late mi corazón con violencia, las fuerzas me abandonan, hasta la luz de mis ojos se apaga.11Mis amigos y vecinos se apartan de mis llagas; mis parientes se mantienen a distancia.12Tienden sus trampas los que quieren matarme; maquinan mi ruina los que buscan mi mal y todo el día urden engaños.13Pero yo me hago el sordo, y no los escucho; me hago el mudo, y no les respondo.14Soy como los que no oyen ni pueden defenderse.15Yo, Señor, espero en ti; tú, Señor y Dios mío, serás quien responda.16Tan sólo pido que no se burlen de mí, que no se crean superiores si resbalo.17Estoy por desfallecer; el dolor no me deja un solo instante.18Voy a confesar mi iniquidad, pues mi pecado me angustia.19Muchos son mis enemigos gratuitos;[1] abundan los que me odian sin motivo.20Por hacer el bien, me pagan con el mal; por procurar lo bueno, se ponen en mi contra.21Señor, no me abandones; Dios mío, no te alejes de mí.22Señor de mi salvación, ¡ven pronto en mi ayuda!
1Oh YHVH, no me reprendas en tu ira, Ni me castigues en tu ardiente indignación.2Porque tus saetas se han clavado en mí, Y tu mano ha descendido sobre mí.3Nada sano hay en mi carne a causa de tu indignación, Nada intacto hay en mis huesos a causa de mi pecado.4Porque mis iniquidades rebasan mi cabeza, Y como pesada carga se agravan sobre mí;5Mis llagas hieden y supuran, Por causa de mi locura.6Estoy encorvado, y abatido en gran manera; Todo el día camino ensombrecido,7Porque mis lomos están llenos de ardor, Y nada sano hay en mi cuerpo.8Estoy debilitado y molido en gran manera, Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.9¡Oh Adonay, ante ti están todos mis deseos, Y mi suspiro no te es oculto!10Mi corazón palpita, me ha dejado mi vigor, Y la luz de mis ojos, aun ésta, me falta ya.11Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi herida, Mis allegados permanecen a distancia.12Los que buscan mi vida me tienden lazos, Y los que procuran mi desgracia dicen desventuras, Y traman engaños todo el día.13Y yo no oigo, como si fuera sordo, Y como mudo, que no abre su boca.14Sí, he llegado a ser como un hombre que no oye, Y en cuya boca faltan argumentos.15Porque en ti, oh YHVH, espero, Y Tú, Adonay, Dios mío, serás quien me responda.16Digo por tanto: No se alegren a costa mía; No se insolenten contra mí cuando mi pie resbale17Porque estoy a punto de caer, Y mi dolor está ante mí continuamente.18Te confesaré por tanto mi iniquidad, Y me contristaré por mi pecado.19Mis enemigos están vivos y son fuertes, Y se han multiplicado los que me aborrecen sin causa.20Me son hostiles, y me pagan mal por bien, Porque he seguido lo bueno.21¡No me desampares, oh YHVH, Dios mío, Ni te quedes lejos de mí!22¡Apresúrate a socorrerme, oh Adonay, salvación mía!