Josua 6

Einheitsübersetzung 2016

von Katholisches Bibelwerk
1 Jericho hielt wegen der Israeliten die Tore fest verschlossen. Niemand konnte heraus und niemand konnte hinein.2 Da sagte der HERR zu Josua: Sieh her, ich gebe Jericho und seinen König samt seinen Helden in deine Hand.3 Ihr sollt mit allen Kriegern um die Stadt herumziehen und sie einmal umkreisen. Das sollst du sechs Tage lang tun.4 Sieben Priester sollen sieben Widderhörner vor der Lade hertragen. Am siebten Tag sollt ihr siebenmal um die Stadt herumziehen und die Priester sollen die Hörner blasen.5 Wenn das Widderhorn geblasen wird und ihr den Hörnerschall hört, soll das ganze Volk in laut schallendes Geschrei ausbrechen. Darauf wird die Mauer der Stadt in sich zusammenstürzen; dann soll das Volk hinübersteigen, jeder an der nächstbesten Stelle.6 Da rief Josua, der Sohn Nuns, die Priester und sagte: Nehmt die Bundeslade und lasst sieben Priester sieben Widderhörner vor der Lade des HERRN hertragen!7 Und zum Volk sagte er: Geht hinüber und zieht rings um die Stadt herum und lasst die bewaffneten Männer vor der Lade des HERRN herziehen!8 Und es geschah so, wie Josua es dem Volk gesagt hatte: Sieben Priester trugen die sieben Widderhörner vor dem HERRN her und zogen hinüber und bliesen die Widderhörner und die Bundeslade des HERRN zog hinter ihnen her.9 Die bewaffneten Männer gingen vor den Priestern her, die die Hörner bliesen, die Nachhut folgte der Lade und man blies ständig die Hörner.10 Dem Volk aber befahl Josua: Erhebt kein Kriegsgeschrei und lasst eure Stimmen nicht hören! Kein Wort komme aus eurem Mund bis zu dem Tag, an dem ich zu euch sage: Erhebt das Kriegsgeschrei! Dann sollt ihr losschreien.11 Darauf ließ er die Lade des HERRN um die Stadt herumziehen und sie einmal umkreisen. Dann kam man zum Lager zurück und übernachtete im Lager.12 Früh am anderen Morgen brach Josua auf und die Priester trugen die Lade des HERRN.13 Sieben Priester trugen die sieben Widderhörner der Lade des HERRN voraus und bliesen ständig die Hörner. Die bewaffneten Männer zogen vor ihnen her und die Nachhut folgte der Lade des HERRN. Man blies ständig die Hörner.14 So zogen sie auch am zweiten Tag einmal um die Stadt herum und kehrten wieder ins Lager zurück. Das machten sie sechs Tage lang.15 Am siebten Tag aber brachen sie beim Anbruch der Morgenröte auf und zogen, wie gewohnt, um die Stadt, siebenmal; nur an diesem Tag zogen sie siebenmal um die Stadt.16 Als die Priester beim siebten Mal die Hörner bliesen, sagte Josua zum Volk: Erhebt das Kriegsgeschrei! Denn der HERR hat die Stadt in eure Gewalt gegeben.17 Die Stadt mit allem, was in ihr ist, soll Banngut für den HERRN werden. Nur die Dirne Rahab und alle, die bei ihr im Haus sind, sollen am Leben bleiben, weil sie die Boten versteckt hat, die wir ausgeschickt hatten.18 Aber seid auf der Hut vor dem Banngut, damit ihr es nicht als Banngut erklärt und dann doch davon wegnehmt! So würdet ihr das Lager Israels zum Banngut machen und es ins Unglück stürzen. (3Mo 27,28)19 Alles Silber und Gold und die Geräte aus Bronze und Eisen sollen dem HERRN geweiht sein und in den Schatz des HERRN kommen.20 Darauf erhob das Volk das Kriegsgeschrei und die Widderhörner wurden geblasen. Als das Volk den Hörnerschall hörte, brach es in laut schallendes Geschrei aus. Die Stadtmauer stürzte in sich zusammen und das Volk stieg in die Stadt hinein, jeder an der nächstbesten Stelle. So eroberten sie die Stadt. (Hebr 11,30)21 Alles, was in der Stadt war, machten sie zum Banngut, Männer und Frauen, Kinder und Alte, Rinder, Schafe und Esel, mit der Schärfe des Schwertes. (Jos 8,2)22 Zu den beiden Männern, die das Land erkundet hatten, sagte Josua: Geht zu dem Haus der Dirne und holt von dort die Frau und alles, was ihr gehört, wie ihr es ihr geschworen habt! (Jos 2,14)23 Da gingen die jungen Männer, die Kundschafter, und holten Rahab, ihren Vater, ihre Mutter, ihre Brüder und alles, was ihr gehörte; sie führten ihre ganze Verwandtschaft heraus und wiesen ihnen einen Platz außerhalb des Lagers Israels an.24 Die Stadt aber und alles, was darin war, brannte man nieder; nur das Silber und Gold und die Geräte aus Bronze und Eisen brachte man in den Schatz im Haus des HERRN.25 Die Dirne Rahab und die Familie ihres Vaters und alles, was ihr gehörte, ließ Josua am Leben. So wohnt ihre Familie bis heute mitten in Israel; denn Rahab hatte die Boten versteckt, die Josua ausgesandt hatte, um Jericho auskundschaften zu lassen. (Jos 2,13)26 Damals schwor Josua: Verflucht beim HERRN sei der Mann, der es unternimmt, diese Stadt Jericho wieder aufzubauen. Seinen Erstgeborenen soll es ihn kosten, wenn er sie neu gründet, und seinen Jüngsten, wenn er ihre Tore wieder aufrichtet. (1Kön 16,34)27 Der HERR war mit Josua und sein Ruhm verbreitete sich im ganzen Land.

Josua 6

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 Ahora bien, a causa de los hijos de Israel, Jericó estaba cerrada y bien atrancada. Nadie salía y nadie entraba.2 Entonces YHVH dijo a Josué: He aquí he entregado en tu mano a Jericó con su rey y sus hombres valerosos.3 Rodearéis pues la ciudad todos los varones de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez, y esto harás durante seis días.4 Y siete sacerdotes cargarán los siete cuernos del jubileo delante del Arca. Al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes soplarán el shofar.5 Y sucederá que cuando hagan resonar con fuerza el cuerno del carnero, cuando escuchéis el sonido del shofar, todo el pueblo gritará con gran alarido, entonces la muralla de la ciudad caerá a plomo y el pueblo subirá, cada uno hacia el frente.6 Y Josué ben Nun convocó a los sacerdotes, y les dijo: Cargad el Arca del Pacto, y que siete sacerdotes lleven los cuernos del jubileo delante del Arca de YHVH.7 Y dijo al pueblo: Pasad y rodead la ciudad, y el que esté armado pase delante del Arca de YHVH.8 Y sucedió que cuando Josué habló al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban los siete cuernos del jubileo pasaron delante del Arca de YHVH y tocaron el shofar; y el Arca del Pacto de YHVH los seguía.9 Y el que estaba armado iba delante de los sacerdotes que tocaban el shofar, y la retaguardia iba detrás del Arca, andando y haciendo resonar el shofar.10 Y Josué había dado orden al pueblo, diciendo: No gritaréis, ni haréis oír vuestra voz, ni saldrá palabra alguna de vuestra boca, hasta el día cuando yo os diga: ¡Gritad! Entonces gritaréis.11 E hizo que el Arca de YHVH rodeara la ciudad, yendo en torno de ella una vez, y regresaron al campamento y pasaron la noche en el campamento.12 Y Josué se levantó muy de mañana, y los sacerdotes cargaron el Arca de YHVH.13 Y los siete sacerdotes que llevaban los siete cuernos del jubileo delante del Arca de YHVH, emprendieron la marcha haciendo resonar el shofar continuamente. El que estaba armado iba a la vanguardia, y la retaguardia marchaba en pos del Arca de YHVH, mientras los cuernos resonaban continuamente.14 Y el segundo día rodearon la ciudad una vez, y regresaron al campamento. Así hicieron durante seis días.15 El séptimo día se levantaron al rayar el alba, y rodearon la ciudad de la misma manera, siete veces. Sólo en aquel día rodearon la ciudad siete veces.16 Y aconteció a la séptima vez, cuando los sacerdotes hicieron resonar el shofar, que Josué dijo al pueblo: ¡Gritad, porque YHVH os ha dado la ciudad!17 La ciudad y todo lo que hay en ella será consagrada al exterminio como ofrenda a YHVH. Sólo Rahab la ramera vivirá, junto con todos los que estén en la casa con ella, porque escondió a los emisarios que enviamos.18 Absteneos escrupulosamente de no tocar nada dedicado al exterminio, no sea que hagáis maldito y perturbéis al campamento de Israel.19 Pero toda la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro serán consagrados para YHVH, e irán al tesoro de YHVH.20 Entonces el pueblo gritó y se hizo resonar el shofar. Y aconteció que cuando el pueblo oyó el sonido del shofar, el pueblo gritó con gran alarido, y la muralla cayó sobre sí misma. Entonces el pueblo subió hacia la ciudad, cada uno de frente, y conquistaron la ciudad.21 Luego exterminaron a filo de espada todo lo que había en la ciudad: hombre y mujer, joven y anciano, y hasta los bueyes, las ovejas y los asnos.22 Entonces Josué dijo a los dos hombres que habían explorado la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que sea suyo, según le jurasteis.23 Y los jóvenes emisarios entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre y a sus hermanos, a todos los suyos. Sacaron también a todos sus parientes, y los ubicaron fuera del campamento de Israel.24 Y prendieron fuego a la ciudad y todo lo que había en ella. Sólo pusieron en el tesoro de la Casa de YHVH la plata, el oro y los objetos de bronce y de hierro.25 Pero Josué preservó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre y a todos los suyos. Y ella habita en medio de Israel hasta este día, por cuanto escondió a los emisarios que Josué envió a espiar Jericó.26 En aquel tiempo Josué les impuso un juramento, diciendo: ¡Maldito delante de YHVH el hombre que se levante para reedificar esta ciudad de Jericó! ¡Al precio de su primogénito eche sus cimientos y al de su hijo menor ponga sus portones!27 Y YHVH estaba con Josué, y su fama se divulgó por toda la tierra.