1Elija aus Tischbe in Gilead sprach zu Ahab: So wahr der HERR, der Gott Israels, lebt, in dessen Dienst ich stehe: in diesen Jahren sollen weder Tau noch Regen fallen, es sei denn auf mein Wort hin. (1Kön 18,15; 2Kön 3,14)2Danach erging das Wort des HERRN an Elija:3Geh weg von hier, wende dich nach Osten und verbirg dich am Bach Kerit östlich des Jordan!4Aus dem Bach sollst du trinken und den Raben habe ich befohlen, dass sie dich dort ernähren. (Hi 38,41; Ps 147,9)5Elija ging weg und tat, was der HERR befohlen hatte; er begab sich zum Bach Kerit östlich des Jordan und ließ sich dort nieder.6Die Raben brachten ihm Brot und Fleisch am Morgen und ebenso Brot und Fleisch am Abend und er trank aus dem Bach.7Nach einiger Zeit aber vertrocknete der Bach; denn es fiel kein Regen im Land.
Elija in Sarepta
8Da erging das Wort des HERRN an Elija: (1Kön 17,7)9Mach dich auf und geh nach Sarepta, das zu Sidon gehört, und bleib dort! Ich habe dort einer Witwe befohlen, dich zu versorgen. (Lk 4,25)10Er machte sich auf und ging nach Sarepta. Als er an das Stadttor kam, traf er dort eine Witwe, die Holz auflas. Er bat sie: Bring mir in einem Gefäß ein wenig Wasser zum Trinken!11Als sie wegging, um es zu holen, rief er ihr nach: Bring mir auch einen Bissen Brot mit!12Doch sie sagte: So wahr der HERR, dein Gott, lebt: Ich habe nichts mehr vorrätig als eine Handvoll Mehl im Topf und ein wenig Öl im Krug. Ich lese hier ein paar Stücke Holz auf und gehe dann heim, um für mich und meinen Sohn etwas zuzubereiten. Das wollen wir noch essen und dann sterben.13Elija entgegnete ihr: Fürchte dich nicht! Geh heim und tu, was du gesagt hast! Nur mache zuerst für mich ein kleines Gebäck und bring es zu mir heraus! Danach kannst du für dich und deinen Sohn etwas zubereiten;14denn so spricht der HERR, der Gott Israels: Der Mehltopf wird nicht leer werden und der Ölkrug nicht versiegen bis zu dem Tag, an dem der HERR wieder Regen auf den Erdboden sendet. (2Kön 4,43)15Sie ging und tat, was Elija gesagt hatte. So hatte sie mit ihm und ihrem Haus viele Tage zu essen.16Der Mehltopf wurde nicht leer und der Ölkrug versiegte nicht, wie der HERR durch Elija versprochen hatte.17Nach einiger Zeit erkrankte der Sohn der Frau, der das Haus gehörte. Die Krankheit verschlimmerte sich so, dass zuletzt kein Atem mehr in ihm war. (1Kön 17,24; Lk 7,11)18Da sagte sie zu Elija: Was habe ich mit dir zu schaffen, Mann Gottes? Du bist nur zu mir gekommen, um an meine Sünde zu erinnern und meinem Sohn den Tod zu bringen.19Er antwortete ihr: Gib mir deinen Sohn! Und er nahm ihn von ihrem Schoß, trug ihn in das Obergemach hinauf, in dem er wohnte, und legte ihn auf sein Bett.20Dann rief er zum HERRN und sagte: HERR, mein Gott, willst du denn auch über die Witwe, in deren Haus ich wohne, Unheil bringen und ihren Sohn sterben lassen?21Hierauf streckte er sich dreimal über den Knaben hin, rief zum HERRN und flehte: HERR, mein Gott, es kehre doch Leben in diesen Knaben zurück! (Apg 20,10)22Der HERR erhörte das Gebet Elijas. Das Leben kehrte in den Knaben zurück und er lebte wieder auf.23Elija nahm ihn, brachte ihn vom Obergemach in das Haus hinab und gab ihn seiner Mutter zurück mit den Worten: Sieh, dein Sohn lebt.24Da sagte die Frau zu Elija: Jetzt weiß ich, dass du ein Mann Gottes bist und dass das Wort des HERRN wirklich in deinem Mund ist.
1Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: ¡Vive YHVH, Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá rocío ni lluvia en estos años, sino por mi palabra!2Y la palabra de YHVH vino a él diciendo:3Apártate de aquí, dirígete al oriente y escóndete junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.4Y sucederá que beberás del arroyo, y Yo he mandado a los cuervos que te sustenten allí.5Y fue e hizo conforme a la palabra de YHVH, pues partió y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.6Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne al atardecer, y bebía del arroyo.7Y sucedió que pasados los días se secó el arroyo, porque no había llovido en la tierra.8Y la palabra de YHVH vino a Elías diciendo:9Levántate, ve a Sarepta de Sidón y mora allí; he aquí, Yo he ordenado allí a una mujer viuda que te sustente.10Y él se levantó y fue a Sarepta. Y cuando llegó a la puerta de la ciudad, he aquí una mujer viuda estaba allí recogiendo leña, y él la llamó y le dijo: Te ruego que me traigas un poco de agua en un vaso, para que beba.11Y al ir a traérsela, él la volvió a llamar, y le dijo: Te ruego que me traigas un bocado de pan en tu mano.12Pero ella respondió: ¡Vive YHVH, tu Dios, que no tengo pan cocido! Solamente tengo un puñado de harina en una tinaja y un poco de aceite en la vasija; y he aquí estaba recogiendo un par de leños, para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo, para que comamos y muramos.13Elías le dijo: No temas; ve, haz como has dicho, sólo que de ello hazme a mí primero una torta pequeña y tráemela; después harás para ti y para tu hijo;14porque YHVH, Dios de Israel, dice así: La harina de la tinaja no escaseará ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que YHVH mande lluvia sobre la faz de la tierra.15Y ella fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y comieron él, ella, y su casa muchos días.16La harina de la tinaja no escaseó, ni el aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que YHVH había hablado por medio de Elías.17Después de estas cosas, aconteció que el hijo de la mujer dueña de casa cayó enfermo, y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él.18Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo que ver contigo, varón de Dios? ¿Has venido aquí a recordarme mis pecados y hacer morir a mi hijo?19Y él le respondió: ¡Dame tu hijo! Y lo tomó del seno de ella, lo llevó al altillo donde vivía, y lo acostó en su propia cama.20Y clamando a YHVH, dijo: ¡Oh YHVH, Dios mío! ¿Aun a la viuda en cuya casa estoy hospedado has afligido, haciendo morir a su hijo?21Luego se tendió tres veces sobre el niño, y clamó a YHVH diciendo: ¡Oh YHVH, Dios mío, te ruego, haz volver el alma de este niño a él!22Y YHVH escuchó la voz de Elías, y el alma del niño volvió a él, y revivió.23Entonces Elías tomó al niño, y bajándolo del altillo de la casa, lo entregó a su madre; y Elías dijo: ¡Mira, tu hijo está vivo!24Y la mujer dijo a Elías: ¡Ahora sé que tú eres varón de Dios, y que la palabra de YHVH es verdad en tu boca!