1When the Sabbath was past, Mary Magdalene, Mary the mother of James, and Salome bought spices, so that they might go and anoint him. (Mt 28:1; Mr 1:32; Mr 15:40; Lu 23:56; Lu 24:1; Joh 19:39; Joh 20:1)2And very early on the first day of the week, when the sun had risen, they went to the tomb.3And they were saying to one another, “Who will roll away the stone for us from the entrance of the tomb?” (Mr 15:46)4And looking up, they saw that the stone had been rolled back—it was very large. (Mt 27:60)5And entering the tomb, they saw a young man sitting on the right side, dressed in a white robe, and they were alarmed. (Da 7:9; Mr 9:3; Mr 9:15; Joh 20:11; Joh 20:12; Ac 1:10; Re 6:11; Re 7:9)6And he said to them, “Do not be alarmed. You seek Jesus of Nazareth, who was crucified. He has risen; he is not here. See the place where they laid him. (Mr 16:5)7But go, tell his disciples and Peter that he is going before you to Galilee. There you will see him, just as he told you.” (Mr 14:28)8And they went out and fled from the tomb, for trembling and astonishment had seized them, and they said nothing to anyone, for they were afraid.
Jesus Appears to Mary Magdalene
9[1][[Now when he rose early on the first day of the week, he appeared first to Mary Magdalene, from whom he had cast out seven demons. (Mt 28:9; Lu 8:2; Joh 20:14)10She went and told those who had been with him, as they mourned and wept. (Mt 28:10; Lu 6:25; Lu 24:10; Joh 16:20; Joh 20:18)11But when they heard that he was alive and had been seen by her, they would not believe it. (Mr 16:16; Lu 24:11)
Jesus Appears to Two Disciples
12After these things he appeared in another form to two of them, as they were walking into the country. (Mr 16:14; Lu 9:29; Lu 24:13; Joh 21:1; Joh 21:14)13And they went back and told the rest, but they did not believe them. (Lu 24:33)
1Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé compraron especias aromáticas para ir a ungir el cuerpo de Jesús.2Muy de mañana el primer día de la semana, apenas salido el sol, se dirigieron al sepulcro.3Iban diciéndose unas a otras: «¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?»4Pues la piedra era muy grande. Pero al fijarse bien, se dieron cuenta de que estaba corrida.5Al entrar en el sepulcro vieron a un joven vestido con un manto blanco, sentado a la derecha, y se asustaron.6—No se asusten —les dijo—. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Ha resucitado! No está aquí. Miren el lugar donde lo pusieron.7Pero vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: “Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo.”8Temblorosas y desconcertadas, las mujeres salieron huyendo del sepulcro. No dijeron nada a nadie, porque tenían miedo.[1]
Apariciones y ascensión de Jesús
9Cuando Jesús resucitó en la madrugada del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios.10Ella fue y avisó a los que habían estado con él, que estaban lamentándose y llorando.11Pero ellos, al oír que Jesús estaba vivo y que ella lo había visto, no lo creyeron.12Después se apareció Jesús en otra forma a dos de ellos que iban de camino al campo.13Éstos volvieron y avisaron a los demás, pero no les creyeron a ellos tampoco.14Por último se apareció Jesús a los once mientras comían; los reprendió por su falta de fe y por su obstinación en no creerles a los que lo habían visto resucitado.15Les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.[2]16El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado.17Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas;18tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud.»19Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.20Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban.