from Crossway1See what kind of love the Father has given to us, that we should be called children of God; and so we are. The reason why the world does not know us is that it did not know him. (Joh 1:12; Joh 3:16; Joh 16:3; Joh 17:25; 1Jo 4:10; 1Jo 4:17)2Beloved, we are God’s children now, and what we will be has not yet appeared; but we know that when he appears[1] we shall be like him, because we shall see him as he is. (Joh 17:24; Ro 8:15; Ro 8:18; Ro 8:29; 1Co 13:12; 2Co 3:18; 2Co 4:11; 2Co 4:17; Ga 3:26; Eph 1:5; Php 3:21; 2Pe 1:4; 1Jo 2:28; 1Jo 3:1; Re 22:4)3And everyone who thus hopes in him purifies himself as he is pure. (Ro 15:12; 2Co 7:1)4Everyone who makes a practice of sinning also practices lawlessness; sin is lawlessness. (Ro 4:15; 1Jo 5:17)5You know that he appeared in order to take away sins, and in him there is no sin. (Isa 53:11; Heb 9:26; 1Pe 2:22; 1Jo 1:2)6No one who abides in him keeps on sinning; no one who keeps on sinning has either seen him or known him. (1Jo 2:4; 1Jo 4:8; 3Jo 1:11)7Little children, let no one deceive you. Whoever practices righteousness is righteous, as he is righteous. (1Jo 2:26; 1Jo 2:29)8Whoever makes a practice of sinning is of the devil, for the devil has been sinning from the beginning. The reason the Son of God appeared was to destroy the works of the devil. (Ge 3:15; Mt 13:38; Lu 10:18; Joh 8:44; Joh 16:11; Heb 2:14)9No one born of God makes a practice of sinning, for God’s[2] seed abides in him; and he cannot keep on sinning, because he has been born of God. (1Jo 5:18)10By this it is evident who are the children of God, and who are the children of the devil: whoever does not practice righteousness is not of God, nor is the one who does not love his brother. (1Jo 4:8; 1Jo 4:20)
Love One Another
11For this is the message that you have heard from the beginning, that we should love one another. (Joh 13:34; 1Jo 1:5; 1Jo 2:24)12We should not be like Cain, who was of the evil one and murdered his brother. And why did he murder him? Because his own deeds were evil and his brother’s righteous. (Ge 4:4; Ge 4:8; Ps 38:20; Pr 29:10; Heb 11:4; Jud 1:11)13Do not be surprised, brothers,[3] that the world hates you. (Joh 15:18; Joh 17:14)14We know that we have passed out of death into life, because we love the brothers. Whoever does not love abides in death. (Joh 5:24)15Everyone who hates his brother is a murderer, and you know that no murderer has eternal life abiding in him. (Mt 5:21; Ga 5:21; Re 21:8)16By this we know love, that he laid down his life for us, and we ought to lay down our lives for the brothers. (Joh 15:13; Php 2:17)17But if anyone has the world’s goods and sees his brother in need, yet closes his heart against him, how does God’s love abide in him? (De 15:7; Jas 2:15; 1Jo 4:20)18Little children, let us not love in word or talk but in deed and in truth. (Eze 33:31; Eph 4:15; 2Jo 1:1; 3Jo 1:1)19By this we shall know that we are of the truth and reassure our heart before him;20for whenever our heart condemns us, God is greater than our heart, and he knows everything.21Beloved, if our heart does not condemn us, we have confidence before God; (Job 11:15; Job 22:26; Ro 14:22; 1Co 4:4; 1Jo 5:14)22and whatever we ask we receive from him, because we keep his commandments and do what pleases him. (Mt 7:7; Joh 8:29)23And this is his commandment, that we believe in the name of his Son Jesus Christ and love one another, just as he has commanded us. (Joh 6:29; Ac 18:8; 1Jo 2:8; 1Jo 3:11)24Whoever keeps his commandments abides in God,[4] and God[5] in him. And by this we know that he abides in us, by the Spirit whom he has given us. (Joh 6:56; Joh 14:20; Joh 15:4; Joh 17:21; Ro 8:9; 1Jo 4:13)
1¡Mirad qué clase de amor! El Padre nos ha concedido que seamos llamados hijos de Dios, y lo somos; por esto no nos conoce el mundo, porque tampoco lo conoció a Él.2Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser, pero sabemos que cuando Él sea manifestado, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal como es.3Y todo el que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, como Él es puro.4Todo el que practica el pecado, también practica la infracción de la ley, porque el pecado es infracción de la ley.5Y sabéis que Él fue manifestado para que cargara los pecados, aunque en Él no hay pecado.6Todo el que permanece en Él, no peca; todo el que continúa pecando, no lo ha visto ni lo ha conocido.7Hijitos, nadie os engañe: El que practica la justicia es justo, como Él es justo;8el que practica el pecado procede del diablo, pues el diablo peca desde un principio. Para esto fue manifestado el Hijo de Dios: para que destruyera las obras del diablo.9Todo el que es nacido de Dios no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él, y no puede pecar, pues es nacido de Dios.10En esto son reconocidos los hijos de Dios y los hijos del diablo: Todo aquel que no practica la justicia no es de Dios, tampoco aquel que no ama a su hermano.11Porque éste es el mensaje que oísteis desde un principio: que nos amemos unos a otros.12No como Caín, que era del maligno y asesinó a su hermano; ¿y por qué razón lo asesinó? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.13Hermanos, no os extrañéis si el mundo os aborrece.14Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, porque amamos a los hermanos; el que no ama, permanece en la muerte.15Todo el que aborrece a su hermano es homicida, y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él.16En esto hemos conocido el amor: en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner la vida por los hermanos.17Pero el que tiene bienes en este mundo, y ve a su hermano en necesidad, y le cierra sus entrañas, ¿cómo podrá habitar el amor de Dios en él?18Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino con obra y de verdad.19En esto sabremos que somos de la Verdad, y persuadiremos nuestro corazón delante de Él;20pues si nuestro corazón nos condena, mayor que nuestro corazón es Dios, y Él conoce todas las cosas.21Amados, si el corazón no nos condena, confianza tenemos para con Dios,22y recibimos de parte de Él cualquier cosa que le pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que es grato ante Él.23Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesús el Mesías y nos amemos unos a otros, como nos ha dado mandamiento.24Y aquél que guarda sus mandamientos, permanece en Él, y Él en aquél; y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.