Psalm 36

Elberfelder Bibel

von SCM Verlag
1 Dem Chorleiter. Vom Knecht des HERRN. Von David.2 Die Übertretung[1] spricht[2] zum Gottlosen im Innern seines[3] Herzens: Es ist keine Furcht Gottes vor seinen Augen. (Röm 3,18)3 Denn es schmeichelt ihm in seinen Augen, seine Sünde zu vollbringen, Hass zu üben.4 Unheil und Betrug[4] sind die Worte seines Mundes; er hat es aufgegeben, verständig zu handeln, Gutes zu tun. (Jer 4,22)5 Unheil ersinnt er auf seinem Lager; er betritt einen Weg, der nicht gut ist; Böses verschmäht er nicht. (Jes 65,2; Mi 2,1)6 HERR, an den Himmel reicht deine Gnade, deine Treue bis zu den Wolken. (Ps 31,20)7 Deine Gerechtigkeit ist den Bergen Gottes gleich, dein Recht der großen Flut; Menschen und Vieh rettest du, HERR. (Ps 71,19)8 Wie kostbar ist deine Gnade, Gott, und Menschenkinder bergen sich im Schatten deiner Flügel; (Ps 17,8; Ps 31,20)9 sie laben sich am Fett deines Hauses, und mit dem Strom deiner Wonnen tränkst du sie. (Ps 65,5)10 Denn bei dir ist der Quell des Lebens; in deinem Licht sehen wir das Licht. (Jes 2,5; Joh 1,4; Joh 4,14; Offb 21,6; Offb 22,1)11 Erhalte deine Gnade denen, die dich kennen, und deine Gerechtigkeit den von Herzen Aufrichtigen!12 Nicht erreiche mich der Fuß der Hochmütigen, und die Hand der Gottlosen vertreibe mich nicht!13 Da sind gefallen, die Unheil wirken; sie wurden umgestoßen und können nicht mehr aufstehen.

Psalm 36

Nueva Versión Internacional

von Biblica
1 Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón.»[1] No hay temor de Dios delante de sus ojos.2 Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado.3 Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien.4 Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.5 Tu amor, Señor, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes.6 Tu justicia es como las altas montañas;[2] tus juicios, como el gran océano. Tú, Señor, cuidas de hombres y animales;7 ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas.8 Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites.9 Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.10 Extiende tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.11 Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío.12 Vean cómo fracasan los malvados: ¡caen a tierra, y ya no pueden levantarse!

Psalm 36

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 El oráculo de iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.2 Se ilusiona de que su culpa no será descubierta ni aborrecida.3 Las palabras de su boca son de maldad y engaño, Ha dejado de actuar con sensatez para hacer el bien.4 Trama iniquidad sobre su cama, Se mantiene en camino no bueno, Pues lo malo no aborrece.5 Oh YHVH, tu misericordia llega hasta los cielos, Y hasta las nubes tu fidelidad.6 Tu justicia es semejante a los montes de Dios, Tus juicios, al inmenso abismo. Tú, oh YHVH, preservas al hombre y la bestia.7 ¡Oh ’Elohim, cuán preciosa es tu misericordia! Por eso los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.8 Serán completamente saciados con la grosura de tu Casa, Y los abrevarás del torrente de tus delicias.9 Porque contigo está el manantial de la vida, En tu luz veremos la luz.10 Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.11 No me alcance el pie de la soberbia, Ni me mueva la mano del malvado.12 Entonces caerán los que obran iniquidad, Serán derribados, y no podrán levantarse.