1Dem Chorleiter. Vom Knecht des HERRN. Von David.2Die Übertretung[1] spricht[2] zum Gottlosen im Innern seines[3] Herzens: Es ist keine Furcht Gottes vor seinen Augen. (Röm 3,18)3Denn es schmeichelt ihm in seinen Augen, seine Sünde zu vollbringen, Hass zu üben.4Unheil und Betrug[4] sind die Worte seines Mundes; er hat es aufgegeben, verständig zu handeln, Gutes zu tun. (Jer 4,22)5Unheil ersinnt er auf seinem Lager; er betritt einen Weg, der nicht gut ist; Böses verschmäht er nicht. (Jes 65,2; Mi 2,1)6HERR, an den Himmel reicht deine Gnade, deine Treue bis zu den Wolken. (Ps 31,20)7Deine Gerechtigkeit ist den Bergen Gottes gleich, dein Recht der großen Flut; Menschen und Vieh rettest du, HERR. (Ps 71,19)8Wie kostbar ist deine Gnade, Gott, und Menschenkinder bergen sich im Schatten deiner Flügel; (Ps 17,8; Ps 31,20)9sie laben sich am Fett deines Hauses, und mit dem Strom deiner Wonnen tränkst du sie. (Ps 65,5)10Denn bei dir ist der Quell des Lebens; in deinem Licht sehen wir das Licht. (Jes 2,5; Joh 1,4; Joh 4,14; Offb 21,6; Offb 22,1)11Erhalte deine Gnade denen, die dich kennen, und deine Gerechtigkeit den von Herzen Aufrichtigen!12Nicht erreiche mich der Fuß der Hochmütigen, und die Hand der Gottlosen vertreibe mich nicht!13Da sind gefallen, die Unheil wirken; sie wurden umgestoßen und können nicht mehr aufstehen.
Psalm 36
Nueva Versión Internacional
von Biblica1Dice el pecador: «Ser impío lo llevo en el corazón.»[1] No hay temor de Dios delante de sus ojos.2Cree que merece alabanzas y no halla aborrecible su pecado.3Sus palabras son inicuas y engañosas; ha perdido el buen juicio y la capacidad de hacer el bien.4Aun en su lecho trama hacer el mal; se aferra a su mal camino y persiste en la maldad.5Tu amor, Señor, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las nubes.6Tu justicia es como las altas montañas;[2] tus juicios, como el gran océano. Tú, Señor, cuidas de hombres y animales;7¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas.8Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites.9Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz.10Extiende tu amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.11Que no me aplaste el pie del orgulloso, ni me desarraigue la mano del impío.12Vean cómo fracasan los malvados: ¡caen a tierra, y ya no pueden levantarse!
1El oráculo de iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.2Se ilusiona de que su culpa no será descubierta ni aborrecida.3Las palabras de su boca son de maldad y engaño, Ha dejado de actuar con sensatez para hacer el bien.4Trama iniquidad sobre su cama, Se mantiene en camino no bueno, Pues lo malo no aborrece.5Oh YHVH, tu misericordia llega hasta los cielos, Y hasta las nubes tu fidelidad.6Tu justicia es semejante a los montes de Dios, Tus juicios, al inmenso abismo. Tú, oh YHVH, preservas al hombre y la bestia.7¡Oh ’Elohim, cuán preciosa es tu misericordia! Por eso los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.8Serán completamente saciados con la grosura de tu Casa, Y los abrevarás del torrente de tus delicias.9Porque contigo está el manantial de la vida, En tu luz veremos la luz.10Extiende tu misericordia a los que te conocen, Y tu justicia a los rectos de corazón.11No me alcance el pie de la soberbia, Ni me mueva la mano del malvado.12Entonces caerán los que obran iniquidad, Serán derribados, y no podrán levantarse.