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Nueva Versión Internacional (Castellano)

Heb 13:8 Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.Mr 15:30 ¡baja de la cruz y sálvate a ti mismo!Jn 11:35 Jesús lloró.Ap 1:5 y de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de la resurrección, el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y por su sangre nos ha librado de nuestros pecados,Gl 1:4 Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre,Jn 6:25 Cuando lo encontraron al otro lado del lago, le preguntaron: ―Rabí, ¿cuándo llegaste aquí?Jn 8:10 Entonces se incorporó Jesús y le preguntó: ―Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?Mr 5:22 Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo. Al ver a Jesús, se arrojó a sus pies,Mt 26:46 ¡Levantaos! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona!»Mr 14:42 ¡Levantaos! ¡Vámonos! ¡Ahí viene el que me traiciona!»Jn 14:1 »No os angustiéis. Confiad en Dios, confiad también en mí.Lc 7:50 ―Tu fe te ha salvado —le dijo Jesús a la mujer—; vete en paz.Hch 3:20 enviándoos el Mesías que ya había sido preparado para vosotros, el cual es Jesús.Mr 11:22 ―Tened fe en Dios —respondió Jesús—.Lc 4:34 ―¡Ah! ¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!Jn 7:43 Por causa de Jesús la gente estaba dividida.1 Ti 3:16 No hay duda de que es grande el misterio de nuestra fe: Él se manifestó como hombre; fue vindicado por el Espíritu, visto por los ángeles, proclamado entre las naciones, creído en el mundo, recibido en la gloria.1 Jn 4:3 todo profeta que no reconoce a Jesús no es de Dios, sino del anticristo. Vosotros habéis oído que este viene; en efecto, ya está en el mundo.Jn 18:5 ―A Jesús de Nazaret —contestaron. ―Yo soy. Judas, el traidor, estaba con ellos.Lc 12:14 ―Hombre —replicó Jesús—, ¿quién me nombró a mí juez o árbitro entre vosotros?Lc 24:36 Todavía estaban ellos hablando acerca de esto, cuando Jesús mismo se puso en medio de ellos y les dijo: ―Paz a vosotros.Mr 6:44 Los que comieron fueron cinco mil.Sal 77:13 Santos, oh Dios, son tus caminos; ¿qué dios hay tan excelso como nuestro Dios?Lc 18:30 recibirá mucho más en este tiempo; y en la edad venidera, la vida eterna.Lc 18:37 Jesús de Nazaret está pasando por aquí —le respondieron.Mt 14:18 ―Traédmelos —les dijo Jesús.1 Co 8:6 para nosotros no hay más que un solo Dios, el Padre, de quien todo procede y para el cual vivimos; y no hay más que un solo Señor, es decir, Jesucristo, por quien todo existe y por medio del cual vivimos.Mt 14:27 Pero Jesús les dijo en seguida: ―¡Calmaos! Soy yo. No tengáis miedo.Lc 4:30 Pero él pasó por en medio de ellos y se fue.Jn 8:12 Una vez más, Jesús se dirigió a la gente, y les dijo: ―Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.Jn 4:29 ―Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?2 Co 11:4 Si alguien llega a vosotros predicando a un Jesús diferente del que os hemos predicado nosotros, o si recibís un espíritu o un evangelio diferentes de los que ya recibisteis, a ese lo aguantáis con facilidad.Jn 20:19 Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. ―¡La paz sea con vosotros!Mr 5:34 ―¡Hija, tu fe te ha sanado! —le dijo Jesús—. Vete en paz y queda sana de tu aflicción.Jn 3:1 Había entre los fariseos un dirigente de los judíos llamado Nicodemo.Hch 2:32 A este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos.Is 43:11 Yo, yo soy el SEÑOR, fuera de mí no hay ningún otro salvador.Hch 5:30 El Dios de nuestros antepasados resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero.1 Ti 2:5 Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre,Mr 1:24 ―¿Por qué te entrometes, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!Jn 7:28 Por eso Jesús, que seguía enseñando en el templo, exclamó: ―¡Con que me conocéis y sabéis de dónde vengo! No he venido por mi propia cuenta, sino que me envió uno que es digno de confianza. Vosotros no lo conocéis,Heb 12:24 a Jesús, el mediador de un nuevo pacto; y a la sangre rociada, que habla con más fuerza que la de Abel.2 Ti 2:8 No dejes de recordar a Jesucristo, descendiente de David, levantado de entre los muertos. Este es mi evangelio,Jn 18:34 ―¿Eso lo dices tú —respondió Jesús—, o es que otros te han hablado de mí?2 Ts 2:16 Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza,1 Jn 5:5 ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?Hch 4:11 Jesucristo es »“la piedra que desechasteis vosotros los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular”.Mr 5:24 Jesús se fue con él, y lo seguía una gran multitud, que lo apretujaba.Mt 14:21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños.Col 1:15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación,Jn 7:37 En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: ―¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!Hch 15:11 ¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la gracia de nuestro Señor Jesús.2 Co 4:5 No nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor; nosotros no somos más que servidores vuestros por causa de Jesús.Jn 10:1 »Ciertamente os aseguro que el que no entra por la puerta al redil de las ovejas, sino que trepa y se mete por otro lado, es un ladrón y un bandido.Lc 18:38 ―¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! —gritó el ciego.Heb 3:1 Por lo tanto, hermanos, vosotros que habéis sido santificados y que tenéis parte en el mismo llamamiento celestial, considerad a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos.Jn 20:15 Jesús le dijo: ―¿Por qué lloras, mujer? ¿A quién buscas? Ella, pensando que se trataba del que cuidaba el huerto, le dijo: ―Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo iré por él.Jn 11:5 Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.Jn 6:29 ―Esta es la obra de Dios: que creáis en aquel a quien él envió —respondió Jesús.Jn 14:6 ―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.Jn 8:21 De nuevo Jesús les dijo: ―Yo me voy, y vosotros me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis. Adonde yo voy, vosotros no podéis ir.Mr 5:7 ―¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? —gritó con fuerza—. ¡Te ruego por Dios que no me atormentes!Mr 14:52 pero él soltó la sábana y escapó desnudo.Mr 5:32 Pero Jesús seguía mirando a su alrededor para ver quién lo había hecho.Hch 1:1 Estimado Teófilo, en mi primer libro me referí a todo lo que Jesús comenzó a hacer y enseñarJn 11:38 Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro. Era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra.Lc 5:11 Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús.Jn 14:5 Dijo entonces Tomás: ―Señor, no sabemos a dónde vas, así que ¿cómo podemos conocer el camino?Jn 9:37 ―Pues ya lo has visto —le contestó Jesús—; es el que está hablando contigo.Jn 11:27 ―Sí, Señor; yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que había de venir al mundo.Mr 3:19 y Judas Iscariote, el que lo traicionó.Ro 1:4 pero que según el Espíritu de santidad fue designado con poder Hijo de Dios por la resurrección. Él es Jesucristo nuestro Señor.Lc 8:28 Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces exclamó con fuerza: ―¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!Ro 3:11 no hay nadie que entienda, nadie que busque a Dios.Jn 13:25 ―Señor, ¿quién es? —preguntó él, reclinándose sobre Jesús.Ro 16:27 al único sabio Dios, sea la gloria para siempre por medio de Jesucristo! Amén.Mt 17:7 Pero Jesús se acercó a ellos y los tocó. ―Levantaos —les dijo—. No tengáis miedo.Lc 8:41 En esto llegó un hombre llamado Jairo, que era un jefe de la sinagoga. Arrojándose a los pies de Jesús, le suplicaba que fuera a su casa,Flp 2:6 quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.Jn 11:17 A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.Jn 20:28 ―¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.Jn 4:1 Jesús se enteró de que los fariseos sabían que él estaba haciendo y bautizando más discípulos que Juan2 Co 7:6 Pero Dios, que consuela a los abatidos, nos consoló con la llegada de Tito,Mr 5:6 Cuando vio a Jesús desde lejos, corrió y se postró delante de él.Mr 1:39 Así que recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando demonios.1 Co 3:11 porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.Jn 3:2 Este fue de noche a visitar a Jesús. ―Rabí —le dijo—, sabemos que eres un maestro que ha venido de parte de Dios, porque nadie podría hacer las señales que tú haces si Dios no estuviera con él.Jn 21:7 ―¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.Job 36:22 »Dios es exaltado por su poder. ¿Qué maestro hay que se le compare?Hch 13:39 Vosotros no pudisteis ser justificados de esos pecados por la ley de Moisés, pero todo el que cree es justificado por medio de Jesús.Jn 3:14 »Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre,Mt 16:23 Jesús se volvió y le dijo a Pedro: ―¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.Jn 4:26 ―Ese soy yo, el que habla contigo —le dijo Jesús.Mt 21:11 ―Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea —contestaba la gente.Mt 14:29 ―Ven —dijo Jesús. Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús.Hch 3:13 El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros antepasados, ha glorificado a su siervo Jesús. Vosotros lo entregasteis y lo rechazasteis ante Pilato, aunque este había decidido soltarlo.Sal 84:9 Oh Dios, escudo nuestro, pon sobre tu ungido tus ojos bondadosos.Hch 15:26 quienes han arriesgado su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.Heb 5:9 y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen,Mr 8:15 ―Tened cuidado —les advirtió Jesús—; ¡ojo con la levadura de los fariseos y con la de Herodes!