Jeremia 28

Neue evangelistische Übersetzung

von Karl-Heinz Vanheiden
1 Es war noch in der Anfangszeit des Königs Zidkija von Juda, im August[1] seines vierten Regierungsjahrs, da sagte der Prophet Hananja Ben-Asur von Gibeon im Haus Jahwes vor den Priestern und dem Volk:2 „So spricht Jahwe, der allmächtige Gott Israels: 'Ich zerbreche das Joch des Königs von Babylon.3 In zwei Jahren werde ich alle Gegenstände aus dem Haus Jahwes, die König Nebukadnezzar weggenommen und nach Babylonien gebracht hat, an diesen Ort zurückbringen.4 Auch König Jechonja[2] Ben-Jojakim und alle anderen, die aus Juda nach Babylonien verschleppt worden sind, bringe ich an diesen Ort zurück', spricht Jahwe, 'denn ich zerbreche das Joch des Königs von Babylon.'“5 Da sagte der Prophet Jeremia öffentlich vor den Priestern und dem Volk, das sich im Haus Jahwes befand, zu dem Propheten Hananja:6 „Amen! Ich wünschte, Jahwe würde das tun! Er lasse deine Worte in Erfüllung gehen und bringe die Gegenstände aus dem Haus Jahwes und alle nach Babylonien Verschleppten an diesen Ort zurück!7 Aber jetzt höre, was ich vor dir und dem ganzen Volk zu sagen habe:8 Die Propheten, die vor mir und dir seit ältesten Zeiten aufgetreten sind, sagten vielen Ländern und großen Reichen Krieg, Unheil und Pest voraus.9 Der Prophet, der Frieden ankündigt, wird erst dann als echter Prophet erkannt, wenn sein Wort eintrifft. Erst daran erweist sich, dass Jahwe ihn wirklich gesandt hat.“10 Da nahm der Prophet Hananja das Joch vom Hals des Propheten Jeremia ab und zerbrach es.11 Dann erklärte er vor allen Leuten: „So spricht Jahwe: 'Ebenso werde ich in zwei Jahren das Joch des Königs Nebukadnezzar von Babylon den Völkern vom Hals nehmen und zerbrechen.'“ Daraufhin ging der Prophet Jeremia weg.12 Einige Zeit nachdem Hananja das Joch vom Hals Jeremias genommen und zerbrochen hatte, kam das Wort Jahwes zu Jeremia:13 „Geh und sage zu Hananja: 'So spricht Jahwe: Ein Joch aus Holz hast du zerbrochen, doch dafür kommt ein Joch aus Eisen.14 Denn so spricht Jahwe, der allmächtige Gott Israels: Ein eisernes Joch habe ich auf den Nacken dieser Völker gelegt; sie müssen König Nebukadnezzar von Babylon dienen. Selbst die wilden Tiere gebe ich ihm.'“15 Jeremia sagte außerdem zum Propheten Hananja: „Hör gut zu, Hananja! Jahwe hat dich nicht gesandt. Du hast das Volk auf eine Lüge vertrauen lassen.16 Darum spricht Jahwe: 'Pass auf! Ich lasse dich vom Erdboden verschwinden. Dieses Jahr noch wirst du sterben, denn du hast Ungehorsam gegen Jahwe gepredigt.'“17 Der Prophet Hananja starb noch in demselben Jahr, im Oktober.[3]

Jeremia 28

Nueva Versión Internacional (Castellano)

von Biblica
1 En el quinto mes de ese mismo año cuarto, es decir, al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá, el profeta Jananías hijo de Azur, que era de Gabaón, me dijo en la casa del SEÑOR, en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo:2 ―Así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: “Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia.3 Dentro de dos años devolveré a este lugar todos los utensilios que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de la casa del SEÑOR a Babilonia.4 También haré que vuelvan a este lugar Jeconías hijo de Joacim, rey de Judá, y todos los que fueron deportados de Judá a Babilonia. ¡Voy a quebrar el yugo del rey de Babilonia! Yo, el SEÑOR, lo afirmo”.5 En presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo que estaba en la casa del SEÑOR, el profeta Jeremías le respondió al profeta Jananías:6 ―¡Amén! Que así lo haga el SEÑOR. Que cumpla el SEÑOR las palabras que has profetizado. Que devuelva a este lugar los utensilios de la casa del SEÑOR y a todos los que fueron deportados a Babilonia.7 Pero presta atención a lo que voy a deciros a ti y a todo el pueblo:8 Los profetas que nos han precedido profetizaron guerra, hambre y pestilencia contra numerosas naciones y grandes reinos.9 Pero a un profeta que anuncia paz se le reconoce como profeta verdaderamente enviado por el SEÑOR solo si se cumplen sus palabras.10 Entonces el profeta Jananías tomó el yugo que estaba sobre el cuello del profeta Jeremías, y lo quebró.11 Y dijo en presencia de todo el pueblo: ―Así dice el SEÑOR: “De esta manera voy a quebrar, dentro de dos años, el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que pesa sobre el cuello de todas las naciones”. El profeta Jeremías, por su parte, optó por seguir su camino.12 Algún tiempo después de que el profeta Jananías quebrara el yugo que pesaba sobre el cuello de Jeremías, la palabra del SEÑOR vino a este profeta:13 «Ve y adviértele a Jananías que así dice el SEÑOR: “Tú has quebrado un yugo de madera, pero yo haré[1] en su lugar un yugo de hierro.14 Porque así dice el SEÑOR Todopoderoso, el Dios de Israel: ‘Voy a poner un yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas se sujetarán a él. También a las bestias del campo las someteré a su poder’ ”».15 Entonces el profeta Jeremías le dijo al profeta Jananías: ―Presta mucha atención. A pesar de que el SEÑOR no te ha enviado, tú has hecho que este pueblo confíe en una mentira.16 Por eso, así dice el SEÑOR: “Voy a hacer que desaparezcas de la faz de la tierra. Puesto que has incitado a la rebelión contra el SEÑOR, este mismo año morirás”.17 En efecto, el profeta Jananías murió en el mes séptimo de ese mismo año.