von Karl-Heinz Vanheiden1Da kamen alle Offiziere, auch Johanan Ben-Kareach und Jesanja[1] Ben-Hoschaja mit dem ganzen Volk, Groß und Klein, zum Propheten Jeremia.2Sie baten ihn: „Wir flehen dich an: Bete für uns zu Jahwe, deinem Gott! Bete für den Rest dieses Volkes, denn du siehst, wie wenige von uns übrig geblieben sind!3Bitte Jahwe, deinen Gott, dass er uns sagt, wohin wir gehen und was wir tun sollen!“4Jeremia antwortete ihnen: „Ich habe es gehört und will eure Bitte vor Jahwe, euren Gott, bringen, so wie ihr es gesagt habt. Und ich verspreche, dass ich euch alles mitteilen werde, was Jahwe euch antwortet; ich werde euch nichts verschweigen.“5Sie versicherten ihm: „Jahwe soll als wahrhaftiger und zuverlässiger Zeuge gegen uns auftreten, wenn wir uns nicht genau nach dem richten, was Jahwe, dein Gott, uns durch dich sagen lässt.6Egal ob es uns gut oder schlecht erscheint, wir wollen auf Jahwe, unseren Gott, hören, zu dem wir dich senden. Denn wenn wir auf Jahwe, unseren Gott, hören, wird es uns gut gehen.“7Zehn Tage später kam das Wort Jahwes zu Jeremia.8Da rief er Johanan Ben-Kareach, die Offiziere und das ganze Volk vom Kleinsten bis zum Größten zusammen9und sagte zu ihnen: „So spricht Jahwe, der Gott Israels, zu dem ihr mich mit eurem Anliegen geschickt habt:10Wenn ihr in diesem Land wohnen bleibt, werde ich euch aufbauen und nicht abreißen, euch einpflanzen und nicht ausreißen. Denn das Unglück, das ich über euch hereinbrechen ließ, tut mir weh.11Ihr habt jetzt Angst vor dem König von Babylon, aber ihr müsst euch nicht vor ihm fürchten“, spricht Jahwe, „denn ich bin bei euch und werde euch aus seiner Hand retten.12Ich bringe ihn dazu, dass er Erbarmen mit euch hat und euch in eurem Land bleiben lässt.13Wenn ihr aber sagt: 'Nein, wir wollen nicht in diesem Land bleiben!', wenn ihr nicht auf Jahwe, euren Gott, hört14und sagt: 'Nein, wir wollen nach Ägypten ziehen und dort bleiben, wo wir nichts mehr vom Krieg sehen, keine Alarmsignale hören und nicht hungern müssen!' –15Dann höre das Wort Jahwes, Rest von Juda: So spricht Jahwe, der allmächtige Gott Israels: Wenn ihr wirklich darauf besteht, nach Ägypten auszuwandern,16dann wird euch das Schwert, das ihr fürchtet, dort in Ägypten erreichen. Der Hunger, der euch Angst macht, wird dort in Ägypten hinter euch her sein und ihr werdet dort sterben.17Alle Männer, die sich entschlossen haben, nach Ägypten auszuwandern, werden dort durch Schwert, Hunger und Pest sterben. Keiner wird dem Unheil entkommen, das ich über sie bringen werde.18Denn so spricht Jahwe, der allmächtige Gott Israels: Genauso wie mein wütender Zorn die Bewohner Jerusalems getroffen hat, wird er auch über euch kommen, wenn ihr nach Ägypten zieht. Ihr werdet dort zum Fluch werden und zu einem Bild des Entsetzens. Man wird euer Schicksal zur Verwünschung und Beschimpfung benutzen. Und dieses Land werdet ihr nie wieder sehen.“19„Jahwe hat zu euch gesprochen, Rest von Juda! Zieht nicht nach Ägypten! Ihr sollt genau wissen, dass ich euch heute gewarnt habe.20Ihr setzt nur euer Leben aufs Spiel! Erst schickt ihr mich zu Jahwe, eurem Gott, und sagt: 'Bete für uns zu Jahwe, unserem Gott, und teile uns dann alles mit, was er gesagt hat. Wir werden uns danach richten!'21Heute habe ich euch den Bescheid gegeben, aber ihr wollt nicht hören, was Jahwe, euer Gott, euch durch mich sagen lässt.22Jetzt sollt ihr wissen, dass ihr in dem Land, in das ihr auswandern wollt, durch Schwert, Hunger und Pest sterben werdet.“
Jeremia 42
Nueva Versión Internacional
von Biblica1Entonces se acercaron Johanán hijo de Carea y Azarías[1]hijo de Osaías, junto con los jefes militares y todo el pueblo, desde el más chico hasta el más grande,2y le dijeron al profeta Jeremías: —Por favor, atiende a nuestra súplica y ruega al Señor tu Dios por todos nosotros los que quedamos. Como podrás darte cuenta, antes éramos muchos, pero ahora quedamos sólo unos cuantos.3Ruega para que el Señor tu Dios nos indique el camino que debemos seguir, y lo que debemos hacer.4Jeremías les respondió: —Ya los he oído. Voy a rogar al Señor, al Dios de ustedes, tal como me lo han pedido. Les comunicaré todo lo que el Señor me diga, y no les ocultaré absolutamente nada.5Ellos le dijeron a Jeremías: —Que el Señor tu Dios sea un testigo fiel y verdadero contra nosotros, si no actuamos conforme a todo lo que él nos ordene por medio de ti.6Sea o no de nuestro agrado, obedeceremos la voz del Señor nuestro Dios, a quien te enviamos a consultar. Así, al obedecer la voz del Señor nuestro Dios, nos irá bien.7Diez días después, la palabra del Señor vino a Jeremías.8Éste llamó a Johanán hijo de Carea, a todos los jefes militares que lo acompañaban, y a todo el pueblo, desde el más chico hasta al más grande,9y les dijo: «Así dice el Señor, Dios de Israel, a quien ustedes me enviaron para interceder por ustedes:10“Si se quedan en este país, yo los edificaré y no los derribaré, los plantaré y no los arrancaré, porque me duele haberles causado esa calamidad.11No teman al rey de Babilonia, al que ahora temen —afirma el Señor—; no le teman, porque yo estoy con ustedes para salvarlos y librarlos de su poder.12Tendré compasión de ustedes, y de esa manera él también les tendrá compasión y les permitirá volver a su tierra.”13»Pero si desobedecen la voz del Señor, Dios de ustedes, y dicen: “No nos quedaremos en esta tierra,14sino que nos iremos a Egipto, donde no veremos guerra, ni escucharemos el sonido de la trompeta, ni pasaremos hambre, y allí nos quedaremos a vivir”,15entonces presten atención a la palabra del Señor, ustedes los que quedan en Judá: Así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “Si ustedes insisten en trasladarse a Egipto para vivir allá,16la guerra que tanto temen los alcanzará, y el hambre que los aterra los seguirá de cerca hasta Egipto, y en ese lugar morirán.17Todos los que están empecinados en trasladarse a Egipto para vivir allá, morirán por la guerra, el hambre y la peste. Ninguno sobrevivirá ni escapará a la calamidad que haré caer sobre ellos.”18Porque así dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: “Así como se ha derramado mi ira y mi furor sobre los habitantes de Jerusalén, así se derramará mi furor sobre ustedes, si se van a Egipto. Se convertirán en objeto de maldición, de horror, de imprecación y de oprobio, y nunca más volverán a ver este lugar.”19»¡Remanente de Judá! El Señor les ha dicho que no vayan a Egipto. Sepan bien que hoy les hago una advertencia seria.20Ustedes cometieron un error fatal cuando me enviaron al Señor, Dios de ustedes, y me dijeron: “Ruega al Señor, nuestro Dios, por nosotros, y comunícanos todo lo que él te diga, para que lo cumplamos.”21Hoy se lo he hecho saber a ustedes, pero no han querido obedecer la voz del Señor su Dios en nada de lo que él me encargó comunicarles.22Por lo tanto, sepan bien que en el lugar donde quieren residir morirán por la guerra, el hambre y la peste.»