1Der Geist Jahwes, des Herren, ruht auf mir, / denn Jahwe hat mich gesalbt.[1] / Er hat mich gesandt, den Elenden gute Botschaft zu bringen / und zerbrochene Herzen zu verbinden; / den Gefangenen zu verkünden: „Ihr seid frei!“ / und den Gefesselten: „Ihr seid los!“;2um auszurufen das Gnadenjahr Jahwes[2] / und den Tag der Rache für unseren Gott, / um alle Trauernden zu trösten (Lk 4,18)3und den Trauernden Zions Freude zu bringen. / Schmuck bekommen sie anstelle von Schmutz, / Freudenöl statt Trauersack, / Jubellieder statt Mutlosigkeit. / Man nennt sie „Terebinthen der Gerechtigkeit“, / eine Pflanzung Jahwes, die seine Herrlichkeit zeigt.4Die uralten Trümmerstätten bauen sie dann auf, / stellen die wüsten Orte wieder her. / Die zertrümmerten Städte bauen sie neu, / alles, was Generationen lang Ruine war.5Dann nehmen Fremde euch die Arbeit ab, / sie weiden eure Herden, / bestellen euer Land / und werden eure Weingärtner sein.6Und euch wird man „Priester Jahwes“ nennen, / „Diener unseres Gottes“ sagt man zu euch. / Ihr werdet genießen, was die Völker besitzen, / denn ihre Schätze gehören jetzt euch.7Statt des Doppelmaßes eurer Schmach, / statt der Schande, die als euer Anteil galt, / wird euer Teil am Land nun doppelt so groß; / ewige Freude wird euch geschenkt.8„Denn ich, Jahwe, ich liebe das Recht / und hasse den gemeinen Raub. / Weil ich treu bin, belohne ich sie / und schließe mit ihnen einen ewigen Bund.9Ihre Nachkommen sind unter den Stämmen bekannt, / ihre Sprösslinge unter den Völkern. / Wer sie sieht, erkennt es gleich: / Das sind die, die Jahwe gesegnet hat.“10Ich freu mich, ja ich freue mich über Jahwe! / Meine Seele jubelt über meinen Gott! / Er kleidet mich in Gewänder des Heils / und legt mir den Mantel der Gerechtigkeit um. / Wie ein Bräutigam bin ich festlich geschmückt, / wie eine Braut, die ihr Geschmeide anlegt.11Denn wie die Erde Pflanzen hervortreibt, / wie ein Garten die Saat wachsen lässt, / so bringt Jahwe, der Herr, unsere Gerechtigkeit hervor, / bei allen Völkern unseren Ruhm.
1El Espíritu de Adonay YHVH está sobre mí, porque YHVH me ha ungido. Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, A vendar los corazones desgarrados, A proclamar libertad a los cautivos Y a los presos apertura de la cárcel;2A promulgar el año de gracia de YHVH, Y el día de la venganza de nuestro Dios; A consolar a todos los que lloran,3A comunicar la alegría a los que lloran en Sión, Dándoles hermosura en lugar de ceniza, Y óleo de regocijo en lugar de lamentos, Y el manto de alabanza en lugar de pesadumbre, Para que sean llamados árboles de justicia, Plantados por YHVH mismo, para que Él sea glorificado.4Reconstruirán las ruinas antiguas, Levantarán los viejos escombros; Restaurarán las ciudades destruidas, Los escombros de muchas generaciones.5Se presentarán extranjeros a pastorear vuestros rebaños, Y forasteros serán vuestros labradores y viñadores.6Pero en cuanto a vosotros, seréis llamados Sacerdotes de YHVH; Dirán de vosotros: Ministros de nuestro Dios. Comeréis la opulencia de las naciones, Y entraréis en posesión de su gloria.7En lugar de vuestra vergüenza tendréis doble honra, Y en vez de humillación gritarán de júbilo por su herencia. Por tanto poseerán el doble en su tierra, Y tendrán alegría perpetua.8Porque Yo, YHVH, amo la justicia, Aborrezco la rapiña para el holocausto; Pero a aquellos les daré su salario fielmente, Y haré con ellos un pacto perpetuo.9Su descendencia será célebre entre las naciones, Y sus vástagos entre los pueblos. Los que vean reconocerán que son el linaje que bendijo YHVH.10Con sumo gozo me regocijaré en YHVH; Mi alma se alegrará en mi Dios, Porque me ha vestido con ropas de salvación, Me ha cubierto con el manto de la justicia, Como el novio y el sacerdote se visten espléndidamente, Y como la novia se engalana con sus joyas.11Porque como la tierra produce su renuevo, Y como el huerto hace brotar su simiente, Así Adonay YHVH hará brotar la justicia, Y su fama en presencia de todas las naciones.