1Als Zidkija die Herrschaft antrat, war er 21 Jahre alt. Er regierte elf Jahre in Jerusalem. Seine Mutter hieß Hamutal; sie war eine Tochter von Jirmeja und stammte aus Libna.2Und so wie König Jojakim tat Zidkija, was Jahwe verabscheute.3Doch jetzt war das Maß voll. Jahwe war so zornig über die Leute von Juda und Jerusalem, dass er sie aus seinen Augen wegschaffen ließ. – Dann lehnte sich Zidkija gegen den König von Babylon auf.4Es geschah am 10. Januar[1] im neunten Regierungsjahr des Königs Zidkija von Juda, dass König Nebukadnezzar von Babylon mit seinem ganzen Heer begann, Jerusalem zu belagern. Er ließ einen Belagerungswall rings um die Stadt aufschütten.5Die Belagerung dauerte bis ins elfte Regierungsjahr Zidkijas.[2]6Zuletzt hatte der Hunger in der Stadt überhandgenommen. Am 9. Juli[3] war für das einfache Volk nichts mehr zu essen da.7Da wurde eine Bresche in die Stadtmauer geschlagen. In der Nacht darauf flohen die Soldaten durch den Torweg zwischen den beiden Mauern am Königsgarten und durchbrachen den Belagerungsring. Sie versuchten, in Richtung der Araba[4] zu entkommen.8Doch die chaldäischen Truppen nahmen die Verfolgung auf und holten Zidkija in der Araba bei Jericho[5] ein. Da liefen seine Soldaten in alle Richtungen davon.9So nahmen sie den König gefangen und brachten ihn nach Ribla[6] vor den König von Babylon, wo das Urteil über ihn gesprochen wurde.10Der König ließ Zidkija zusehen, wie seine Söhne abgeschlachtet wurden. Auch die Oberen von Juda wurden in Ribla hingerichtet.11Danach wurden Zidkija die Augen ausgestochen, und der König ließ ihn in Ketten nach Babylon bringen, wo er bis zu seinem Tod in Gefangenschaft blieb.12Am 10. August[7] im 19. Regierungsjahr des Königs Nebukadnezzar von Babylon traf Nebusaradan in Jerusalem ein. Er war der Befehlshaber der königlichen Leibwache, einer der engsten Vertrauten des Königs.13Er ließ den Tempel Jahwes, den Königspalast und alle großen Häuser niederbrennen.14Seine Truppen zerstörten auch die ganze Stadtmauer.15Dann ließ Nebusaradan den Rest der Einwohner, die einfachen Leute und alle, die zum König von Babylon übergelaufen waren, und den Rest der Handwerker gefangen nehmen und in die Verbannung führen.16Nur einige Leute vom einfachen Volk ließ der Befehlshaber der Leibwache zurück, um die Äcker und Weinberge zu bestellen.17Die Chaldäer zertrümmerten die beiden Bronzesäulen, die vor dem Haus Jahwes standen, ebenso die Kesselwagen und das bronzene „Meer“[8] und schafften das Metall nach Babylon.18Sie nahmen auch die Töpfe und Schaufeln, die Messer, die Schalen zum Auffangen des Blutes und alle anderen Schalen und Bronzegegenstände mit, die für den Tempeldienst gebraucht worden waren.19Auch die Becken, die Feuerpfannen und Sprengschalen, die Töpfe, die Leuchter, die Schalen und die Opferschalen und überhaupt alles, was aus reinem Gold und Silber war, nahm der Befehlshaber der Leibwache mit.20Für die beiden Säulen, das „Meer“, die zwölf Bronzerinder darunter und die Kesselwagen im Haus Jahwes hatte König Salomo eine ungeheure Menge Bronze verarbeitet.21Jede der Säulen war neun Meter[9] hoch. Ihr Umfang betrug sechs Meter. Sie waren innen hohl und hatten eine Wanddicke von acht Zentimetern.[10]22Auf jeder ruhte ein Kapitell aus Bronze von zweieinhalb Meter Höhe,[11] das ringsum mit einem Gitterwerk und mit Granatäpfeln verziert war, alles aus Bronze.23Es waren 96 frei hängende Granatäpfel an dem Gitterwerk befestigt, insgesamt 100.24Der Befehlshaber der Leibwache ließ den obersten Priester Seraja festnehmen, dazu seinen Stellvertreter Zefanja und die drei für die Torwache verantwortlichen Priester.25In der Stadt fanden sich noch der Hofbeamte, der für die Soldaten zuständig gewesen war, sieben[12] Männer, die zu den Vertrauten des Königs gehört hatten, der Beamte, der für die Musterung des Heeres verantwortlich war, und 60 seiner Männer.26Nebusaradan, der Befehlshaber der Leibwache, brachte sie nach Ribla zum König von Babel.27Dieser ließ sie dort, in der Provinz Hamat, hinrichten. – So wurde das Volk von Juda in die Verbannung geführt.28Hier ist die Zahl der von Nebukadnezzar Weggeführten: In seinem 7. Regierungsjahr 3023 Judäer,29in seinem 18. Regierungsjahr 832 Einwohner von Jerusalem.30Im 23. Regierungsjahr Nebukadnezzars führte Nebusaradan, der Befehlshaber der Leibwache, 745 Judäer fort. Insgesamt waren es 4600 Männer, die in die Gefangenschaft geführt wurden.[13]
Begnadigung von König Jojachin
31In dem Jahr, als Ewil-Merodach König von Babylonien wurde, begnadigte er König Jojachin von Juda und holte ihn aus dem Gefängnis. Das geschah im 37. Jahr seiner Gefangenschaft, am 25. März.[14]32Er behandelte ihn freundlich und gab ihm eine Ehrenstellung unter den Königen, die nach Babylon gebracht worden waren.33Jojachin durfte seine Gefängniskleidung ablegen und zeitlebens an der Tafel des Königs speisen.34Der König sorgte auch sonst für seinen Unterhalt. Bis zu seinem Lebensende bekam er täglich, was er brauchte.[15]
1Era Sedequías de veintiún años de edad cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalem. Su madre se llamaba Hamutal, hija de Jeremías, de Libna.2E hizo lo malo ante los ojos de YHVH, conforme a todo lo que había hecho Joacim,3porque a causa de la ira de YHVH sucedió eso en Jerusalem y Judá, hasta que los echó de su presencia. Pero Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia,4y en el noveno año de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, Nabucodonosor rey de Babilonia, vino con todo su ejército contra Jerusalem, y acampó contra ella y levantaron torres de asedio en derredor.5La ciudad estuvo sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías.6En el mes cuarto, a los nueve días del mes, el hambre era aguda en la ciudad, hasta no haber pan para la población.7Entonces, mientras los caldeos rodeaban la ciudad, se abrió brecha en la ciudad, y los soldados huyeron de noche por la puerta entre las dos murallas, junto a los jardines reales, y partieron rumbo al Arabá.8Pero el ejército caldeo persiguió al rey, y alcanzaron a Sedequías en los llanos de Jericó, mientras todo su ejército, disperso ya, lo abandonaba.9Prendieron pues al rey, y se lo llevaron al rey de Babilonia, que estaba en Ribla, en tierra de Hamat, donde pronunció sentencia contra él.10El rey de Babilonia degolló a los hijos de Sedequías ante sus propios ojos, y también en Ribla degolló a todos los príncipes de Judá.11El rey de Babilonia le arrancó los ojos a Sedequías, y lo engrilló, y lo hizo llevar a Babilonia, y lo metió en la cárcel hasta el día en que murió.
La cautividad
12Y en el mes quinto, a los diez días del mes (año decimonoveno del reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia), llegó a Jerusalem Nabuzaradán, capitán de la guardia, que servía en la presencia del rey de Babilonia.13Y quemó la Casa de YHVH, y la casa real, y todas las casas de Jerusalem. Y destruyó con fuego todo edificio grande.14Y el ejército caldeo, a las órdenes del capitán de la guardia, destruyó todos los muros en derredor de Jerusalem.15Y Nabuzaradán, capitán de la guardia, se llevó en cautividad una parte de la gente humilde del pueblo y el remanente de la población que había quedado en la ciudad, junto con los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y el resto de los artesanos.16Pero a otra parte de entre los más pobres del pueblo, los dejó Nabuzaradán, capitán de la guardia, como viñadores y labradores asalariados.17Y los caldeos rompieron en pedazos las columnas de bronce que estaban en la Casa de YHVH, y las basas, y el mar de bronce que estaba en la Casa de YHVH, y se llevaron todo el bronce a Babilonia.18Se llevaron también los calderos, las palas, las despabiladeras, los tazones, las cucharas, y todos los utensilios de bronce con que se ministraba.19El capitán de la guardia tomó también los incensarios, los tazones, las copas, las ollas, los candeleros, las escudillas y las tazas: lo que era de oro en oro, y lo que era de plata en plata.20En cuanto a las dos columnas, el mar único y los doce bueyes de bronce que sostenían el pedestal, que el rey Salomón había hecho para la Casa de YHVH, el peso del bronce de todo esto era incalculable.21En cuanto a las columnas, la altura de cada una era de dieciocho codos, su circunferencia medía un cordel de doce codos y su espesor era de cuatro dedos, pues eran huecas.22Sobre cada columna coronábala un capitel de bronce, y la altura del capitel era de cinco codos, con una obra de malla y granadas en su derredor, todo de bronce. De iguales dimensiones era la segunda columna, con sus granadas.23Había noventa y seis granadas en cada hilera. Todas ellas eran cien sobre la malla alrededor del capitel.24El capitán de la guardia capturó después a Seraías, el sumo sacerdote, y a Sofonías, el segundo sacerdote, junto con los tres guardianes del atrio.25Y de los de la ciudad tomó a cierto eunuco que estaba a cargo de los hombres de guerra, y a siete hombres del servicio personal del rey, que fueron hallados en la ciudad, y al escriba principal de la milicia, que hacía la recluta de la gente del país, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaron dentro de la ciudad.26Los capturó pues Nabuzaradán, capitán de la guardia, y los llevó ante el rey de Babilonia en Ribla.27Y el rey de Babilonia los hirió y los mató en Ribla, en tierra de Hamat. Así Judá fue llevado en cautividad, fuera de su tierra.28Éste es el pueblo que Nabucodonosor llevó cautivo: En el año séptimo, a tres mil veintitrés hombres de Judá,29en el año decimoctavo de Nabucodonosor, ochocientas treinta y dos personas de Jerusalem;30el año vigésimo tercero de Nabucodonosor, Nabuzaradán, capitán de la guardia, llevó cautivas a setecientas cuarenta y cinco personas de los hombres de Judá. Todas las personas en total fueron cuatro mil seiscientas.
Libertad de Joaquín
31En el año trigésimo séptimo del cautiverio de Joaquín, rey de Judá, en el mes duodécimo, a veinticinco días del mes, sucedió que Evil-merodac, rey de Babilonia, en el año primero de su reinado, indultó a Joaquín, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel.32Y le habló amigablemente, e hizo poner su sitial por encima del de los otros reyes que estaban con él en Babilonia.33Le hizo mudar también los vestidos de prisionero, y comió siempre en la mesa del rey todos los días de su vida.34Y continuamente se le daba una ración de parte del rey de Babilonia, cada día, durante todos los días de su vida, hasta el día de su muerte.