Jeremia 36

Neue evangelistische Übersetzung

von Karl-Heinz Vanheiden
1 Im 4. Regierungsjahr[1] des Königs Jojakim Ben-Joschija von Juda kam das Wort Jahwes zu Jeremia:2 „Nimm dir eine Schriftrolle und schreib alles hinein, was ich dir über Israel, Juda und all die anderen Völker gesagt habe, und zwar von dem Tag an, als ich zur Zeit Joschijas das erste Mal zu dir geredet habe, bis heute.3 Vielleicht werden die Judäer umkehren, wenn sie hören, welches Unheil ich über sie bringen will. Vielleicht geben sie ihr verkehrtes Leben auf, und ich kann ihnen ihre Schuld und Sünde vergeben.“4 Da rief Jeremia Baruch Ben-Nerija herbei und diktierte ihm alles, was Jahwe ihm gesagt hatte. Baruch schrieb es in eine Schriftrolle.5 Dann gab Jeremia ihm folgenden Auftrag: „Mir wurde es untersagt, das Haus Jahwes zu betreten.6 Darum geh du am nächsten Fasttag[2] hin und lies aus der Schriftrolle die Worte Jahwes vor, die ich dir diktiert habe. Auch die Judäer, die aus ihren Städten kommen, sollen es hören.7 Vielleicht werden sie den Herrn anflehen und von ihren bösen Wegen umkehren, denn Jahwe ist voller Zorn über sie und hat diesem Volk furchtbare Strafen angedroht.“8 Baruch Ben-Nerija tat alles, was der Prophet Jeremia ihm befohlen hatte, und las die Worte Jahwes im Tempel vor.9 Es war im Dezember[3] des fünften Regierungsjahres von König Jojakim. Das ganze Volk von Jerusalem und aus den Städten Judas war zu einem Fasten vor Jahwe in Jerusalem zusammengerufen worden.10 Baruch las im Haus Jahwes die Worte Jeremias vor. Das geschah öffentlich im Aufenthaltsraum des Staatsschreibers Gemarja Ben-Schafan im oberen Vorhof des Tempels am Eingang des neuen Tores.11 Als Michaja, der Sohn Gemarjas und Enkel Schafans, die Worte Jahwes aus der Schriftrolle hörte,12 lief er zum Königspalast hinunter. Im Amtszimmer des Staatsschreibers saßen gerade alle Oberen zusammen: der Staatsschreiber Elischama, Delaja Ben-Schemaja, Elnatan Ben-Achbor, Gemarja Ben-Schafan, Zidkija Ben-Hananja und weitere hohe Beamte.13 Michaja berichtete ihnen, was Baruch dem Volk aus der Schriftrolle vorgelesen hatte.14 Da schickten die Oberen Jehudi Ben-Netanja, den Enkel von Schelemja Ben-Kuschi, zu Baruch mit dem Befehl: „Nimm die Rolle, aus der du dem Volk vorgelesen hast, und komm mit!“ Baruch gehorchte und kam mit der Schriftrolle zu den Oberen.15 Die sagten zu ihm: „Setz dich doch und lies uns die ganze Rolle vor.“16 Als sie alles gehört hatten, sahen sie einander erschrocken an und sagten zu Baruch: „Das müssen wir dem König unbedingt berichten!“17 Sie fragten ihn noch: „Wie bist du dazu gekommen, dies alles von Jeremia aufzuschreiben?“18 Baruch erwiderte: „Er hat mir jedes Wort diktiert, und ich schrieb alles mit Tinte in die Rolle!“19 „Ihr müsst euch verstecken, du und Jeremia“, sagten die Oberen. „Niemand darf wissen, wo ihr seid!“20 Dann gingen sie in den Innenhof zum König und berichteten ihm alles. Die Rolle hatten sie aber im Amtszimmer des Staatsschreibers Elischama gelassen.21 Der König schickte Jehudi, um sie zu holen. Der tat es und las die Schriftrolle dem König und den Würdenträgern vor, die um ihn herumstanden.22 Weil es Dezember war, hielt sich der König im Winterhaus auf. Vor ihm stand ein Kohlenbecken, in dem ein Feuer brannte.23 Immer wenn Jehudi drei oder vier Spalten gelesen hatte, schnitt der König sie mit einem scharfen Messer ab und warf sie ins Feuer, bis die ganze Schriftrolle verbrannt war.24 Weder der König noch seine Würdenträger erschraken über das, was sie hörten. Keiner riss sein Obergewand ein.[4]25 Dabei hatten Elnatan, Delaja und Gemarja den König dringend gebeten, die Rolle nicht zu verbrennen. Aber er hörte nicht auf sie,26 sondern befahl seinem Sohn Jerachmeël sowie Seraja Ben-Asriël und Schelemja Ben-Abdeël, den Propheten Jeremia und seinen Schreiber Baruch festzunehmen. Doch Jahwe hielt sie verborgen.27 Nachdem der König die Schriftrolle verbrannt hatte, auf der die Worte standen, die Baruch nach dem Diktat Jeremias niedergeschrieben hatte, kam das Wort Jahwes zu Jeremia:28 „Nimm dir eine neue Rolle und schreib alles hinein, was in der ersten stand, die König Jojakim verbrannt hat.29 Über König Jojakim von Juda aber sollst du sagen: 'So spricht Jahwe: Du hast die Schriftrolle verbrannt und dich darüber empört, dass Jeremia geschrieben hat, der König von Babylon würde dieses Land ganz bestimmt verwüsten und Menschen und Vieh daraus vertreiben.30 Darum spricht Jahwe über König Jojakim von Juda: Er wird keinen Nachkommen haben, der ihm auf dem Thron Davids folgt, und seine Leiche wird einfach irgendwo hingeworfen werden und der Hitze des Tages und der Kälte der Nacht ausgesetzt sein.31 Ich werde ihn, seine Nachkommen und seine Diener wegen ihrer Schuld zur Rechenschaft ziehen. Ich werde all das Unglück über die Bewohner Jerusalems und die Leute von Juda bringen, das ich ihnen angedroht habe, ohne dass sie darauf reagiert hätten.'“32 Da gab Jeremia seinem Schreiber Baruch eine neue Schriftrolle. Dieser schrieb nach dem Diktat Jeremias noch einmal alles auf, was schon in der ersten Rolle stand, die König Jojakim ins Feuer geworfen hatte. Und es wurden noch viele ähnliche Worte hinzugefügt.

Jeremia 36

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 En el cuarto año de Joacim ben Josías, rey de Judá, Jeremías recibió esta palabra de YHVH, diciendo:2 Toma el rollo y escribe en él todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las naciones, desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.3 Quizá la casa de Judá escuche todo el mal que me propongo causarles, y cada cual pueda arrepentirse de su mal camino, y Yo pueda perdonarles sus iniquidades y sus pecados.4 Entonces Jeremías llamó a Baruc ben Nerías, y Baruc escribió en el rollo, de boca de Jeremías, todas las palabras que YHVH le había hablado.5 Después Jeremías mandó a Baruc, diciendo: A mí se me ha prohibido entrar en la Casa de YHVH.6 Entra pues tú, y en día de ayuno lee en el rollo que escribiste de mi boca las palabras de YHVH a oídos del pueblo, en la Casa de YHVH. También las leerás a oídos de todos los de Judá que vienen de sus ciudades.7 Quizá su oración llegue ante la presencia de YHVH, y cada cual se vuelva de su mal camino, porque grande es la ira y la indignación que YHVH siente contra este pueblo.8 Y Baruc ben Nerías hizo conforme a todo lo que le mandó el profeta Jeremías, leyendo en el rollo las palabras de YHVH en la Casa de YHVH.9 Y en el año quinto de Joacim ben Josías, rey de Judá, en el mes noveno, aconteció que se proclamó un ayuno en la presencia de YHVH para todo el pueblo de Jerusalem y para todos los del pueblo que llegaban de las ciudades de Judá a Jerusalem.10 Y Baruc leyó a oídos del pueblo las palabras del rollo de Jeremías en la Casa de YHVH, en el aposento de Gemarías ben Safán, el escriba, en el atrio superior, a la entrada de la puerta nueva de la Casa de YHVH.11 Y cuando Micaías ben Gemarías, hijo de Safán, oyó todas las palabras de YHVH, leídas del rollo,12 descendió a la casa del rey, al aposento del secretario, y he aquí todos los príncipes estaban allí sentados, esto es: Elisama secretario, Delaía ben Semaías, Elnatán ben Acbor, Gemarías ben Safán, Sedequías ben Ananías, y todos los príncipes.13 Y Micaías les contó todas las palabras que había oído cuando Baruc leyó en el rollo a oídos del pueblo.14 Entonces los príncipes enviaron a Jehudí ben Netanías, hijo de Selemías, hijo de Cusi, para que dijera a Baruc: Toma el rollo en el que leíste a oídos del pueblo, y ven. Y Baruc ben Nerías tomó el rollo en su mano y fue a ellos.15 Y le dijeron: Siéntate ahora, y léelo en nuestros oídos. Y Baruc se lo leyó.16 Y sucedió que cuando hubieron oído todas aquellas palabras, se miraron unos a otros azorados, y dijeron a Baruc: De seguro le referiremos al rey todas estas palabras.17 Y le preguntaron a Baruc: Dinos ahora: ¿Cómo escribiste de su boca todas estas palabras?18 Y Baruc les dijo: Él me dictaba de su boca todas estas palabras, y yo escribía con tinta en el rollo.19 Entonces los príncipes dijeron a Baruc: Ve y escóndete, tú y Jeremías, y que nadie sepa dónde estáis.20 Luego ellos entraron al atrio, a donde estaba el rey, y habiendo depositado el rollo en el aposento de Elisama el secretario, refirieron todo el asunto a oídos del rey.21 Entonces el rey envió a Jehudí a traer el rollo, el cual lo tomó del aposento de Elisama el secretario, y Jehudí lo leyó a oídos del rey y de todos los príncipes que estaban junto al rey.22 Y el rey estaba sentado en las habitaciones de invierno (era el mes noveno), y había un brasero ardiendo delante de él.23 Y sucedió que cuando Jehudí hubo leído tres o cuatro columnas, el rey lo rasgó con una navaja de escriba, y lo echó al fuego que había en el brasero, hasta que todo el rollo se consumió en el fuego que había en el brasero.24 Así no tuvieron temor, y ni el rey ni ninguno de sus siervos que habían oído aquellas palabras rasgaron sus vestidos.25 Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemara aquel rollo, no los quiso oír.26 Y el rey envió a Jerameel ben Hamelec, a Seraías ben Azriel y a Selemías ben Abdeel, para que apresaran a Baruc el escriba y al profeta Jeremías, pero YHVH los escondió.27 Después que el rey hubo quemado el rollo con las palabras que Baruc había escrito de boca de Jeremías, tuvo Jeremías revelación de YHVH, diciendo:28 Toma otro rollo y escribe en él todas las palabras anteriores que estaban en el primer rollo que quemó Joacim rey de Judá.29 En cuanto a Joacim rey de Judá, dirás: Así dice YHVH: Tú quemaste este rollo, diciendo: ¿Por qué escribiste en él, diciendo: De cierto vendrá el rey de Babilonia y destruirá esta tierra y hará desaparecer de ella hombres y bestias?30 Por tanto, así dice YHVH acerca de Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cadáver será echado al calor del día y a la escarcha de la noche.31 Y visitaré su iniquidad sobre él y sobre su linaje, y sobre sus siervos; y traeré sobre ellos y sobre los moradores de Jerusalem y sobre los varones de Judá, todo el mal que les he anunciado y que ellos rehusaron escuchar.32 Entonces Jeremías tomó otro rollo y lo dio a Baruc ben Nerías el escriba, el cual escribió en él de boca de Jeremías todas las palabras del rollo que Joacim rey de Judá había quemado en el fuego, siendo además añadidas sobre ellas muchas otras palabras semejantes.