2.Samuel 20

Neue evangelistische Übersetzung

von Karl-Heinz Vanheiden
1 Nun gab es dort gerade einen niederträchtigen Benjaminiten namens Scheba Ben-Bichri. Er blies das Signalhorn und rief: „Was geht uns dieser David an? / Seit wann gehört Ben-Isai zu uns? / Auf, nach Hause, Männer Israels!“2 Da liefen alle Männer Israels von David zu Scheba Ben-Bichri über. Die Männer Judas aber hielten an ihrem König fest und geleiteten ihn vom Jordan bis nach Jerusalem.3 So kam David in sein Haus nach Jerusalem. Dort befahl er, die zehn Nebenfrauen, die er zum Hüten des Palastes zurückgelassen hatte, in ein bewachtes Haus zu bringen. Er ließ sie gut versorgen, schlief aber nicht mehr mit ihnen. Bis zu ihrem Tod blieben sie eingeschlossen als Witwen zu Lebzeiten des Mannes.4 Dann sagte der König zu Amasa: „Biete mir die Männer von Juda auf! Drei Tage, dann bist du hier zur Stelle!“5 Amasa ging, um die Männer Judas zusammenzurufen. Aber er überzog die Frist, die David ihm gesetzt hatte.6 Da sagte David zu Abischai: „Jetzt wird uns Scheba Ben-Bichri noch gefährlicher als Abschalom. Nimm du meine Leute und verfolge ihn, damit er keine Festungsstädte für sich gewinnt und uns empfindlich schadet.“7 Da zogen die Männer Joabs, die Leibgarde und die Elitetruppe mit Abischai los. Sie verließen Jerusalem, um Scheba Ben-Bichri zu verfolgen.8 Als sie den großen Stein bei Gibeon erreichten, kam Amasa ihnen entgegen. Joab trug wie gewöhnlich seinen Waffenrock. Darüber hatte er einen Stoffgürtel gebunden, in dem sein Kurzschwert mit Scheide befestigt war. Als er nun vortrat, glitt es heraus.9 Joab sagte nun zu Amasa: „Geht es dir gut, mein Bruder?“ Dabei fasste er ihn mit der rechten Hand am Bart, um ihn zu küssen.10 Amasa hatte aber nicht auf das Schwert geachtet, das Joab in der anderen Hand hielt. Damit stieß dieser ihn so in den Bauch, dass seine Eingeweide auf die Erde quollen. Ein zweites Mal war nicht nötig. So starb er. Dann jagten Joab und sein Bruder Abischai weiter hinter Scheba Ben-Bichri her.11 Einer von Joabs Leuten blieb bei Amasa stehen und rief: „Wer es mit Joab hält und für David ist, los, Joab nach!“12 Amasa wälzte sich in seinem Blut mitten auf dem Weg. Als der Mann sah, dass die Soldaten stehen blieben, schaffte er Amasa auf die Seite ins Feld und warf ein Kleidungsstück über ihn, damit nicht jeder, der vorbeikam, stehen blieb.13 Als er ihn so beiseite geschafft hatte, folgten alle Joab und nahmen die Verfolgung Schebas wieder auf.14 Dieser durchzog alle Stämme Israels bis nach Abel und Bet-Maacha.[1] Aber nur die Berim[2] hatten sich ihm angeschlossen.15 Als Joab und seine Soldaten Abel-Bet-Maacha erreicht hatten, schlossen sie Scheba darin ein und schütteten eine Angriffsrampe gegen die Stadt auf, die zuletzt bis an die Vormauer stieß. Gleichzeitig untergruben sie die Hauptmauer, um sie zum Einsturz zu bringen.16 Da rief eine kluge Frau aus der Stadt den Belagerern zu: „Hallo, hört her! Hört her! Sagt Joab, er soll herkommen, ich muss mit ihm reden!“17 Als er näher herankam, fragte die Frau: „Bist du Joab?“ – „Ja, der bin ich“, erwiderte er. Da sagte sie zu ihm: „Bitte hör die Worte deiner Dienerin an!“ – „Ich höre“, erwiderte Joab.18 Sie begann: „Früher pflegte man zu sagen: 'Man frage nur in Abel, schon ist man am Ziel!'19 Meine Stadt gehört zu den Friedlichen und Treuen in Israel. Warum willst du diese Stadt, eine Mutter in Israel, töten? Warum willst du ein Erbstück Jahwes verschlingen?“20 „Auf gar keinen Fall will ich verschlingen und vernichten“, erwiderte Joab.21 „So ist die Sache nicht! Es geht nur um einen Mann aus dem Bergland von Efraïm. Er heißt Scheba Ben-Bichri und hat sich gegen den König, gegen David erhoben. Wenn ihr ihn herausgebt, ziehe ich von der Stadt ab.“ – „Gut“, sagte die Frau, „man wird dir seinen Kopf über die Mauer werfen.“22 Mit ihrer Weisheit überzeugte sie die Leute in der Stadt. Sie schlugen Scheba Ben-Bichri den Kopf ab und warfen ihn zu Joab über die Mauer. Da blies dieser das Signalhorn, und seine Männer brachen die Belagerung ab. Jeder ging wieder nach Hause, und Joab kehrte zum König nach Jerusalem zurück.23 Joab war der Oberbefehlshaber über das Heer Israels, Benaja Ben-Jojada befehligte die königliche Leibgarde,24 Adoram hatte die Aufsicht über die Zwangsarbeiter, Joschafat Ben-Ahilud war Kanzler,25 Schewa Staatsschreiber, Zadok und Abjatar waren Priester.26 Auch Ira aus Jaïr war Priester in Davids Diensten.

2.Samuel 20

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 Pero estaba allí cierto hombre de Belial, llamado Seba ben Bicri, benjamita, quien dio soplido al shofar, y dijo: ¡No tenemos parte en David ni heredad en el hijo de Isaí! ¡Israel: cada uno a sus dioses!2 Entonces todos los hombres de Israel dejaron de seguir a David y siguieron a Seba ben Bicri. Pero los hombres de Judá siguieron fielmente a su rey desde el Jordán hasta Jerusalem.3 Cuando David llegó a su casa en Jerusalem, tomó el rey a las diez concubinas que había dejado para cuidar la casa y las puso en reclusión, y aunque las sustentó, nunca más se llegó a ellas; y ellas permanecieron recluidas hasta el día de su muerte, en viudez perpetua.4 Luego dijo el rey a Amasa: Convócame a los hombres de Judá dentro de tres días, y preséntate aquí.5 Y Amasa fue a convocar a Judá, pero tardó más del plazo que le había sido señalado.6 Por lo cual David dijo a Abisai: Seba ben Bicri nos hará ahora más daño que Absalón. Toma tú a los siervos de tu señor y ve tras él, no sea que halle para sí ciudades fortificadas y se nos pierda de vista.7 Así salieron tras él los hombres de Joab con los cereteos, y los peleteos y todos los hombres valientes. Y salieron de Jerusalem para ir tras Seba ben Bicri.8 Y cuando estaban cerca de la gran roca que está en Gabaón, Amasa les salió al encuentro. Y Joab vestía su capa larga, y sobre ella se había ceñido una espada con su vaina unida a la cadera, la cual se le cayó mientras avanzaba.9 Y preguntó Joab a Amasa: ¿Tienes paz, hermano mío? Y Joab tomó a Amasa por la barba con su mano derecha para besarlo.10 Pero Amasa no reparó en la espada que estaba en la otra mano de Joab, de modo que lo hirió con ella en la quinta costilla, derramando sus entrañas por tierra. Y no tuvo que repetir la estocada para que muriera. Después Joab y su hermano Abisai fueron tras Seba ben Bicri.11 Y allí cerca estaba uno de los mozos de Joab, que dijo: ¡Quien favorezca a Joab y el que esté por David, que siga a Joab!12 Y Amasa yacía revolcándose en su sangre en medio del camino, y viendo aquel hombre que todo el pueblo se detenía, apartó a Amasa del camino y lo llevó al campo, y echó sobre él una túnica, porque veía que todo el que pasaba se detenía junto a él.13 Cuando fue apartado de la senda, todos los hombres siguieron tras Joab para perseguir a Seba ben Bicri.14 Y él pasó por todas las tribus de Israel hacia Abel-bet-maaca, y todos los beritas se reunieron y también fueron detrás de él.15 Cuando ellos llegaron, lo sitiaron en Abel-bet-maaca, y levantaron contra la ciudad un terraplén que se sostenía en el muro, y toda la gente que estaba con Joab batía el muro para derribarlo.16 Entonces una mujer sabia dio voces desde la ciudad, diciendo: ¡Oíd! ¡Oíd! Os ruego que digáis a Joab: ¡Acércate para que yo hable contigo!17 Así que él se acercó a ella, y la mujer le preguntó: ¿Eres tú Joab? Y le respondió: Yo soy. Y ella le dijo: Oye las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.18 Entonces ella habló diciendo: Antiguamente solían decir: Quien consulte, que consulte en Abel; y así concluían cualquier asunto.19 Somos una de las más pacíficas y fieles de Israel, pero tú procuras destruir una ciudad que es madre en Israel. ¿Por qué quieres devorar la heredad de YHVH?20 Y Joab respondió y dijo: ¡Lejos, lejos esté de mí que yo devore o destruya!21 El asunto no es así, sino que un hombre de la región montañosa de Efraín, Seba ben Bicri es su nombre, ha levantado su mano contra el rey, contra David. Entregadlo solamente a él y me iré de la ciudad. Entonces la mujer respondió a Joab: ¡He aquí, su cabeza te será arrojada desde el muro!22 Después la mujer fue a todo el pueblo con su sabiduría; y cortaron la cabeza a Seba ben Bicri, y la arrojaron a Joab. Y éste dio soplido al shofar y se retiraron de la ciudad, cada uno a su tienda, y Joab regresó junto al rey en Jerusalem.23 Joab estaba sobre todo el ejército de Israel, y Benaía ben Joiada estaba al mando de los cereteos y los peleteos.24 Adoram estaba a cargo de los tributos, y Josafat ben Ahilud era el cronista.25 Seva era el escriba, y Sadoc y Abiatar, los sacerdotes.26 E Ira, el jaireo, era el ministro principal de David.