2.Mose 33

Neue evangelistische Übersetzung

von Karl-Heinz Vanheiden
1 Jahwe sagte zu Mose: „Ihr brecht jetzt auf! Bring das Volk, das du aus Ägypten hierhergeführt hast, in das Land, das ich Abraham, Isaak und Jakob unter Eid für ihre Nachkommen versprochen habe.2 Ich werde einen Engel vor dir herschicken und die Kanaaniter, Amoriter, Hetiter, Perisiter, Hiwiter und Jebusiter vertreiben.3 Ihr kommt in ein Land, das von Milch und Honig überfließt. Aber ich selbst werde nicht mit euch ziehen, denn ihr seid ein widerspenstiges Volk, und vielleicht müsste ich euch deshalb unterwegs vernichten.“4 Als die Israeliten diese harten Worte vernahmen, trauerten sie. Keiner legte seinen Schmuck an.5 Denn Jahwe hatte zu Mose gesagt: „Sag den Israeliten: Ihr seid ein widerspenstiges Volk. Würde ich auch nur einen Augenblick in eurer Mitte sein, müsste ich euch vernichten. Aber wenn ihr jetzt euren Schmuck ablegt, werde ich sehen, was ich für euch tun kann.“6 Da trugen die Israeliten vom Berg Horeb an keinen Schmuck mehr.7 Von da an schlug Mose das Zelt jedes Mal in einiger Entfernung vom Lager auf. Er nannte es Offenbarungszelt.[1] Jeder, der Jahwe suchte, musste aus dem Lager hinaus zu diesem Zelt gehen.8 Wenn Mose zu dem Zelt ging, standen alle auf. Sie traten an den Eingang ihrer Zelte und sahen Mose nach, bis er im Zelt verschwunden war.9 Und wenn Mose dort hineinging, kam die Wolkensäule herab und blieb am Eingang des Zeltes stehen. Dann redete Gott mit Mose.10 Wenn die Israeliten die Wolkensäule am Eingang des Zeltes stehen sahen, standen sie alle auf und warfen sich am Eingang ihrer Zelte nieder.11 Jahwe redete direkt mit Mose, so, wie ein Mann mit seinem Freund redet. Dann kehrte Mose ins Lager zurück. Sein Diener Josua Ben-Nun, ein junger Mann, blieb ständig im Zelt.[2]12 Mose sagte zu Jahwe: „Du befiehlst mir, dieses Volk in sein Land zu führen, aber du hast mir nicht offenbart, wen du mitschicken wirst. Dabei hast du mir doch gesagt, dass du mich mit Namen kennst und mir deine Gunst geschenkt hast.13 Wenn ich also wirklich deine Gunst genieße, dann lass mich doch erkennen, was du vorhast. Ich möchte dich besser verstehen und auch weiter in deiner Gunst bleiben. Und denk bitte daran: Diese Nation ist dein Volk!“14 Jahwe erwiderte: „Wenn ich mitgehe, würde dich das dann beruhigen?“15 Mose entgegnete: „Wenn du nicht mitgehst, dann bring uns lieber nicht von hier weg!16 Woran soll man denn sonst erkennen, dass wir in deiner Gnade stehen, ich und dein Volk? Doch nur daran, dass du mit uns ziehst und uns dadurch vor allen anderen Völkern der Welt auszeichnest, mich und dein Volk!“17 Jahwe erwiderte: „Auch diese Bitte werde ich dir erfüllen, denn du stehst in meiner Gunst und ich kenne dich genau!“18 Doch er bat ihn weiter: „Lass mich doch deine Herrlichkeit sehen!“19 Er antwortete: „Ich selbst werde all meine Güte an dir vorüberziehen lassen und den Namen Jahwe vor dir ausrufen. Ich entscheide, wem ich gnädig bin, und schenke mein Erbarmen, wem ich will.“[3] (Röm 9,15)20 Dann sagte er: „Du kannst mein Gesicht nicht sehen, denn kein Mensch, der mich sieht, bleibt am Leben.“21 Jahwe sagte weiter: „Pass auf! Hier auf dem Felsen ist ein Platz bei mir. Da kannst du stehen.22 Wenn dann meine Herrlichkeit vorüberzieht, werde ich dich in einen Felsspalt stellen und meine Hand als Schutz über dich halten, bis ich vorüber bin.23 Dann werde ich meine Hand wegnehmen, und du kannst mich von hinten sehen. Aber mein Gesicht darf nicht gesehen werden.“

2.Mose 33

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 Habló YHVH a Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que hiciste subir de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac y Jacob, diciendo: La daré a tu descendencia.2 Y enviaré delante de ti mi ángel, y expulsaré al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo,3 a una tierra que fluye leche y miel, porque no subiré en medio de ti, no sea que te consuma en el camino, pues eres un pueblo de dura cerviz.4 Cuando el pueblo oyó esta mala noticia, prorrumpió en llanto y ninguno se vistió sus atavíos.5 Porque YHVH había dicho a Moisés que dijera a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz. Si por un momento me presentara en medio de ti, te consumiría. Ahora pues, quita tus atavíos de sobre ti, para que Yo sepa lo que he de hacer contigo.6 Por lo cual los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos del monte Horeb en adelante.7 Y tomaba Moisés la Tienda y la levantaba lejos, fuera del campamento; y la llamó Tienda de Reunión. Y todo el que buscaba a YHVH, salía a la Tienda de Reunión que estaba fuera del campamento.8 Y sucedía que, cuando salía Moisés a la Tienda, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la entrada de su propia tienda, y observaban a Moisés hasta que él entraba en la Tienda.9 Y ocurría que cuando Moisés entraba en la Tienda, la columna de nube descendía y permanecía en la entrada de la Tienda mientras Él hablaba con Moisés.10 Y todo el pueblo veía la columna de nube detenida en la entrada de la Tienda, y todo el pueblo se levantaba y se postraba, cada uno a la entrada de su propia tienda.11 Y YHVH hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre suele hablar con su amigo. Luego volvía al campamento, pero el joven Josué ben Nun nunca se apartaba de en medio de la Tienda.12 Entonces Moisés respondió a YHVH: He aquí Tú me dices: Lleva a este pueblo; pero no me has hecho saber a quién enviarás conmigo, aunque dijiste: Te conozco por nombre, y también: Has hallado gracia ante mis ojos.13 Ahora, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tu camino, para que te conozca y halle gracia ante tus ojos. Y considera que esta nación es tu pueblo.14 Y Él dijo: ¿Mi presencia habrá de ir contigo y darte reposo?15 Y le dijo: Si tu presencia no ha de ir, no nos hagas subir de aquí.16 Pues ¿en qué podrá ahora conocerse que yo y tu pueblo hemos hallado gracia ante tus ojos? ¿No es acaso en que Tú vayas con nosotros para que yo y tu pueblo seamos distinguidos de todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra?17 Y YHVH dijo a Moisés: También cumpliré esta palabra que has hablado, por cuanto has hallado gracia ante mis ojos, y Yo te he conocido por nombre.18 Entonces él dijo: ¡Te ruego que me permitas ver tu gloria!19 Y le respondió: Yo mismo haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré delante de ti el nombre de YHVH. Tendré misericordia del que tendré misericordia y me compadeceré del que me compadeceré.20 Dijo también: No podrás ver mi rostro, pues no me verá el hombre y vivirá.21 Y añadió YHVH: He aquí un lugar junto a mí, donde tú estarás en pie sobre la roca,22 y sucederá que cuando pase mi gloria, te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con la palma de mi mano hasta que haya pasado.23 Después apartaré la palma de mi mano, y verás mis espaldas, pero mi rostro no se dejará ver.