von Karl-Heinz Vanheiden1Damit waren die Himmel und die Erde mit allem, was in ihnen ist, vollendet.2Am siebten Tag also war Gottes Werk vollendet, und er ruhte am siebten Tag von all seinem Werk.[1] (Hebr 4,4)3Gott segnete diesen Tag und machte ihn zu etwas Besonderem, denn an ihm ruhte Gott, nachdem er sein Schöpfungswerk vollendet hatte.
Der Anfang der Geschichte
4Es folgt die Detailgeschichte[2] der Erschaffung von Himmel und Erde: Als Jahwe-Gott[3] Himmel und Erde machte, (1Mo 25,12; 1Mo 36,1; 2Mo 6,3)5gab es zunächst weder Sträucher noch Feldpflanzen auf dem Erdboden, denn Jahwe-Gott hatte es noch nicht regnen lassen. Es gab auch noch keinen Menschen, der das Land bearbeiten konnte.6Feuchtigkeit stieg aus der Erde auf und tränkte die ganze Oberfläche des Erdreichs.7Dann formte Jahwe-Gott den Menschen aus loser Erde vom Ackerboden und hauchte Lebensatem in sein Gesicht.[4] So wurde der Mensch ein lebendes Wesen.[5] (1Kor 15,45)8Jahwe-Gott hatte in dieser Vorzeit einen Garten in Eden[6] angelegt. Dorthin versetzte er den von ihm gebildeten Menschen.9Aus dem Erdboden hatte er verschiedenartige Bäume wachsen lassen. Sie sahen prachtvoll aus und trugen wohlschmeckende Früchte. Mitten im Garten stand der Baum des Lebens und der Baum, der Gut und Böse erkennen ließ.10In Eden entsprang auch ein Strom, der den Garten bewässerte und sich dann in vier Arme teilte.11Der erste davon heißt Pischon. Er umfließt das ganze Land Hawila, wo das besonders reine Gold vorkommt,12das Bedolach-Harz und der Schoham-Stein.[7]13Der zweite Strom heißt Gihon. Er umfließt das Land Kusch.[8]14Der dritte Strom heißt Tigris. Er fließt östlich von Assyrien. Der vierte Strom ist der Euphrat.15Jahwe-Gott brachte also den Menschen in den Garten Eden, damit er diesen bearbeite und beschütze,16und wies ihn an: „Von allen Bäumen im Garten darfst du nach Belieben essen,17nur nicht von dem Baum, der dich Gut und Böse erkennen lässt. Sobald du davon isst, wirst du sterben müssen.“18Dann sagte Jahwe-Gott: „Es ist nicht gut, dass der Mensch so allein ist. Ich will ihm eine Hilfe machen, die ihm genau entspricht.“19Jahwe-Gott hatte nämlich alle Landtiere und Vögel, die er aus dem Erdboden geformt hatte, zum Menschen gebracht, um zu sehen, wie er sie nennen würde. Genauso sollten all die Lebewesen dann heißen.20So hatte der Mensch dem Herdenvieh, den Vögeln und allen Landtieren Namen gegeben. Aber für sich selbst fand er nichts, was ihm als Hilfe entsprochen hätte.21Da ließ Jahwe-Gott einen Tiefschlaf über den Menschen kommen. Er nahm eine seiner Seiten heraus und verschloss die Stelle mit Fleisch.22Aus dem herausgenommenen Seitenstück baute Jahwe-Gott eine Frau und brachte sie zum Menschen.23Da rief der Mensch:
„Diesmal ist sie es! / Sie ist genau wie ich, / und sie gehört zu mir, / sie ist ein Stück von mir! / Sie soll Isch-scha heißen, Frau, / denn sie kam vom Isch, dem Mann.“24Aus diesem Grund verlässt ein Mann seinen Vater und seine Mutter, verbindet sich mit seiner Frau und wird völlig eins mit ihr.[9] (Mt 19,5; Mk 10,7; 1Kor 6,16; Eph 5,31)25Der Mann und seine Frau waren nackt, aber sie schämten sich nicht voreinander.
1Así fueron acabados los cielos y la tierra y todo su ejército.2Y en el día séptimo ’Elohim acabó su labor que había hecho, y en el día séptimo cesó de toda su labor que había hecho.3Y bendijo ’Elohim el día séptimo y lo santificó, porque en él cesó ’Elohim de toda su obra que había creado al actuar.4Tales son los orígenes de los cielos y la tierra cuando fueron creados.5no había aún ninguna planta del campo, ni había brotado aún en la tierra ninguna hierba del campo, porque YHVH ’Elohim no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrara el suelo,6sino que subía de la tierra un vapor que regaba la superficie del suelo.7Entonces YHVH ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente.8Y plantó YHVH ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.9YHVH ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.10Y del Edén salía un río que regaba el huerto y desde allí se dividía en cuatro cauces.11El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde se halla el oro.12Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.13El nombre del segundo río era Guijón. Éste es el que rodea toda la tierra de Cus.14El nombre del tercer río era Jidequel, que fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río era el Éufrates.15Tomó, pues, YHVH ’Elohim al hombre y lo puso en el huerto de Edén para que lo cultivara y lo guardara.16Y ordenó YHVH ’Elohim al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto come libremente,17pero del árbol del conocimiento del bien y del mal, no comerás de él, porque el día que comas de él, ciertamente morirás.18Dijo YHVH ’Elohim: No es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda semejante a él.19Porque YHVH ’Elohim había formado de la tierra toda bestia del campo y toda ave de los cielos, y los había llevado al hombre para que viera cómo los habría de llamar, y así como el hombre llamó a cada ser viviente, ése es su nombre;20y el hombre puso nombres a todos los animales, a las aves de los cielos y a toda bestia del campo, mas para el hombre no se halló una ayuda semejante a él.21Entonces YHVH ’Elohim hizo caer al hombre en un profundo adormecimiento, y se durmió. Luego tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.22Y de la costilla que YHVH ’Elohim había tomado del hombre hizo una mujer, y la llevó al hombre.23Y el hombre exclamó: ¡En verdad ésta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Por esto será llamada Varona, porque del varón fue tomada.24Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán una sola carne.25Y el hombre y su mujer estaban ambos desnudos, y no se avergonzaban.