1.Könige 14

Neue evangelistische Übersetzung

von Karl-Heinz Vanheiden
1 Damals wurde Abija, der Sohn Jerobeams, krank.2 Da sagte Jerobeam zu seiner Frau: „Verkleide dich, damit dich niemand als Königin erkennt, und geh nach Schilo[1] zu dem Propheten Ahija. Er hat mir einst verkündet, dass ich König über dieses Volk werden soll.3 Nimm zehn Brote, einen Kuchen und einen Krug Honig mit. Der Prophet wird dir sagen, was mit dem Jungen geschieht.“4 Jerobeams Frau ging nach Schilo und kam in das Haus von Ahija. Der Prophet konnte sie nicht sehen, weil er altersblind geworden war.5 Doch Jahwe hatte zu Ahija gesagt: „Pass auf! Die Frau Jerobeams wird hereinkommen. Sie will Auskunft über ihren kranken Sohn haben. Doch wird sie sich dir nicht zu erkennen geben. Das und das sollst du ihr sagen.“6 Als Ahija hörte, wie sie zur Tür hereinkam, sagte er: „Komm nur herein, du Ehefrau Jerobeams! Weshalb hast du dich unkenntlich gemacht? Ich habe eine harte Botschaft für dich.7 Geh heim und sag zu Jerobeam: 'So spricht Jahwe, Israels Gott: Ich habe dich mitten aus dem Volk erhoben und dir die Herrschaft über mein Volk Israel gegeben.8 Ich habe das Königtum von den Nachkommen Davids weggerissen und es dir übertragen. Aber du bist nicht so wie mein Diener David gewesen, der meine Gebote hielt, mir mit ganzem Herzen folgte und nur das tat, was mir gefällt.9 Du hast es noch schlimmer getrieben als irgendjemand vor dir. Du hast dir andere Götter gemacht, Gussbilder, und hast mich dadurch verworfen und zum Zorn gereizt.10 Deshalb werde ich Unglück über das Haus Jerobeams bringen und aus seiner Familie jeden Wandpisser[2] beseitigen, egal ob er gebunden oder frei[3] ist. Ich fege die Nachkommen Jerobeams weg, wie man Kotballen wegfegt, bis nichts mehr da ist.11 Wer von ihnen in der Stadt stirbt, den werden die Hunde fressen, und wer auf dem freien Feld stirbt, den werden die Vögel fressen, denn Jahwe hat es gesagt.'12 Und du, geh jetzt wieder nach Hause. Sobald du die Stadt betrittst, wird der Junge sterben.13 Ganz Israel wird ihn betrauern und beklagen. Man wird ihn bestatten, und er wird der Einzige aus der Familie Jerobeams sein, der in ein Grab kommt. Denn er ist der Einzige, in dem sich etwas Gutes in Bezug auf Jahwe, den Gott Israels, fand.14 Jahwe wird einen König über Israel einsetzen, der die Nachkommen Jerobeams beseitigen wird. Schon heute beginnt sich das zu erfüllen.15 Jahwe wird Israel einen solchen Schlag versetzen, dass es wie ein Schilfrohr im Wasser schwankt. Er wird Israel aus diesem guten Land, das er ihren Vorfahren gegeben hat, herausreißen und es wegschleudern bis über den Euphrat hinaus. Denn sie haben sich Aschera-Pfähle[4] gemacht und Jahwe damit erzürnt.16 Wegen der Sünden, die Jerobeam begangen hat, und mit denen er Israel zur Sünde verführte, wird Jahwe Israel fallen lassen.“17 Jerobeams Frau kehrte in ihr Haus nach Tirza[5] zurück. Gerade als sie über die Schwelle trat, starb der Junge.18 Man bestattete ihn und ganz Israel betrauerte und beklagte ihn, wie es Jahwe durch seinen Diener, den Propheten Ahija, gesagt hatte.19 Was sonst noch über Jerobeam zu sagen ist, wie er Kriege geführt und geherrscht hat, steht in der Chronik[6] der Könige von Israel.20 Er regierte 22 Jahre.[7] Dann starb er, und sein Sohn Nadab trat die Herrschaft an seiner Stelle an.21 Rehabeam Ben-Salomo regierte über Juda. Er war 41 Jahre alt, als er König wurde, und regierte 17 Jahre[8] in Jerusalem, der Stadt, die Jahwe aus allen Stämmen Israels erwählt hatte, um seinen Namen dort wohnen zu lassen. Seine Mutter hieß Naama; sie war eine Ammoniterin.22 Auch die Leute von Juda taten, was Jahwe missfiel. Durch die Sünden, die sie begingen, reizten sie ihn zur Eifersucht. Sie trieben es noch schlimmer als ihre Väter.23 Denn auch sie bauten sich Opferhöhen und stellten geweihte Steinmale und Aschera-Pfähle auf jedem hohen Hügel und unter jedem üppigen Baum auf.24 Es gab sogar männliche Prostituierte für den Fruchtbarkeitskult. In allem folgten sie den abscheulichen Bräuchen der Völker, die Jahwe vor den Israeliten vertrieben hatte.25 Im fünften Regierungsjahr Rehabeams[9] zog König Schischak[10] von Ägypten gegen Jerusalem.26 Er raubte die Schätze aus dem Haus Jahwes und dem Königspalast. Auch die goldenen Schilde, die Salomo hatte anfertigen lassen, nahm er mit.27 An deren Stelle ließ König Rehabeam Bronzeschilde anfertigen, die er dem Kommandanten der Leibwache übergab, die am Eingang des Palastes stationiert war.28 Jedes Mal wenn der König in das Haus Jahwes ging, trugen seine Leibwächter die Schilde und brachten sie anschließend wieder in ihre Unterkunft zurück.29 Was sonst noch über Rehabeam und seine Taten zu sagen ist, steht in der Chronik der Könige von Juda.30 Die Auseinandersetzungen zwischen Rehabeam und Jerobeam dauerten an, solange sie lebten.31 Als Rehabeam gestorben war, bestattete man ihn in der Davidsstadt. Seine Mutter war die Ammoniterin Naama. Sein Sohn Abija trat die Herrschaft an.

1.Könige 14

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 En aquel tiempo, Abías, hijo de Jeroboam, cayó enfermo.2 Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate para que no te reconozcan como mujer de Jeroboam, y ve a Silo. Allí está el profeta Ahías, que habló de mí diciendo que yo sería rey sobre este pueblo.3 Toma en tu mano diez panes, tortas, y una vasija de miel, y ve a él. Te dirá qué será del niño.4 Y así lo hizo la mujer de Jeroboam, y se levantó, fue a Silo y llegó a la casa de Ahías. Y Ahías ya no podía ver, pues sus ojos se habían quedado fijos por la vejez.5 Pero YHVH había dicho a Ahías: He aquí, la mujer de Jeroboam viene a buscar palabra de ti acerca de su hijo que está enfermo. Así y así le has de hablar, porque será que cuando ella entre, fingirá ser otra mujer.6 Y fue así que cuando Ahías oyó el ruido de sus pasos, al entrar ella por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam, ¿por qué finges ser otra? Por cuanto a ti soy enviado con un duro mensaje.7 Ve, di a Jeroboam: Así dice YHVH, Dios de Israel: Por cuanto Yo te elevé de entre el pueblo y te hice caudillo de mi pueblo Israel;8 y rasgué el reino de la casa de David y te lo entregué a ti; sin embargo, tú no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo sólo lo recto ante mis ojos;9 sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda;10 por tanto, he aquí que Yo traigo el mal sobre la casa de Jeroboam, y cortaré de Jeroboam a todo meante a la pared, tanto al que está bajo servidumbre como al que es libre en Israel, y barreré por completo la posteridad de Jeroboam, como se barre el estiércol, hasta que no quede nada.11 Al que de Jeroboam muera en la ciudad, lo comerán los perros, y al que muera en el campo, lo comerán las aves de los cielos, porque YHVH ha hablado.12 Levántate por tanto y vete a tu casa: en cuanto tus pies entren en la ciudad, el niño morirá;13 y todo Israel hará duelo por él y lo sepultará; pues éste es el único de los de Jeroboam que será sepultado, porque de la casa de Jeroboam, sólo en él se ha hallado algo bueno delante de YHVH, Dios de Israel;14 y YHVH hará levantar para sí un rey en Israel, el cual destruirá la casa de Jeroboam en su día, ¿y qué si es ahora mismo?15 Por cuanto YHVH sacudirá a Israel como se sacude una caña en el agua, y desarraigará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del Río, porque se hicieron sus aseras, provocando a ira a YHVH;16 y entregará a Israel a causa de los pecados de Jeroboam, por los cuales pecó él, e hizo pecar a Israel.17 Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa, y al pasar el umbral de la casa, el niño murió.18 Y lo sepultaron, y todo Israel hizo duelo por él, conforme a la palabra que YHVH había hablado por medio de su siervo Ahías, el profeta.19 Los demás hechos de Jeroboam, cómo guerreó y cómo reinó, he aquí están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Israel.20 Los días que reinó Jeroboam fueron veintidós años, y durmió con sus padres, y su hijo Nadab reinó en su lugar.21 Roboam ben Salomón reinó en Judá. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalem, la ciudad que YHVH había escogido de entre todas las tribus de Israel, para poner su Nombre allí. El nombre de su madre era Naama, amonita.22 E hizo Judá lo malo ante los ojos de YHVH; y lo provocaron a celos con sus pecados que cometieron, más que los que habían cometido sus padres,23 por cuanto ellos también se construyeron lugares altos, piedras rituales y aseras en cada serranía y debajo de todo árbol frondoso.24 También había en el país varones consagrados a la prostitución ritual, que hacían conforme a todas las prácticas abominables de los pueblos que YHVH había echado de delante de los hijos de Israel.25 En el año quinto del reinado de Roboam, aconteció que Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalem;26 y se apoderó de los tesoros de la Casa de YHVH, y de los tesoros de la casa del rey. Se lo llevó todo; incluso todos los escudos de oro que había hecho Salomón.27 En lugar de ellos, el rey Roboam hizo escudos de bronce, y los confió en mano de los capitanes de la guardia, que protegían la entrada de la casa del rey.28 Y sucedía que cuantas veces el rey entraba en la Casa de YHVH, los de la guardia los portaban; luego los devolvían a la cámara de la guardia.29 Los demás hechos de Roboam y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Judá?30 Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días.31 Y Roboam durmió con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre era Naama, amonita; y reinó en su lugar Abiam su hijo.