de Biblica1– ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR! Dad gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre. (1 Cr 16:34; Sal 106:47)2¿Quién puede proclamar las proezas del SEÑOR, o expresar toda su alabanza?3Dichosos los que practican la justicia y hacen siempre lo que es justo.4Recuérdame, SEÑOR, cuando te compadezcas de tu pueblo; ven en mi ayuda el día de tu salvación.5Hazme disfrutar del bienestar de tus escogidos, participar de la alegría de tu pueblo y expresar mis alabanzas con tu heredad.6Hemos pecado, lo mismo que nuestros padres; hemos hecho lo malo y actuado con iniquidad.7Cuando nuestros padres estaban en Egipto, no tomaron en cuenta tus maravillas; no tuvieron presente tu bondad infinita y se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.[1]8Pero Dios los salvó, haciendo honor a su nombre, para mostrar su gran poder.9Reprendió al Mar Rojo, y este quedó seco; los condujo por las profundidades del mar como si cruzaran el desierto.10Los salvó del poder de sus enemigos, del poder de quienes los odiaban.11Las aguas envolvieron a sus adversarios, y ninguno de estos quedó con vida.12Entonces ellos creyeron en sus promesas y le entonaron alabanzas.13Pero muy pronto olvidaron sus acciones y no esperaron a conocer sus planes.14En el desierto cedieron a sus propios deseos; en los páramos pusieron a prueba a Dios.15Y él les dio lo que pidieron, pero les envió una enfermedad devastadora.16En el campamento tuvieron envidia de Moisés y de Aarón, el que estaba consagrado al SEÑOR.17Se abrió la tierra y se tragó a Datán; sepultó a los seguidores de Abirán.18Un fuego devoró a esa pandilla; las llamas consumieron a los impíos.19En Horeb hicieron un becerro; se postraron ante un ídolo de fundición.20Cambiaron al que era su motivo de orgullo[2] por la imagen de un toro que come hierba.21Se olvidaron del Dios que los salvó y que había hecho grandes cosas en Egipto:22milagros en la tierra de Cam y portentos junto al Mar Rojo.23Dios amenazó con destruirlos, pero no lo hizo por Moisés, su escogido, que se puso ante él en la brecha e impidió que su ira los destruyera.24Menospreciaron esa bella tierra; no creyeron en la promesa de Dios.25Refunfuñaron en sus tiendas de campaña y no obedecieron al SEÑOR.26Por tanto, él levantó su mano contra ellos para hacerlos caer en el desierto,27para hacer caer a sus descendientes entre las naciones y dispersarlos por todos los países.28Se sometieron al yugo de Baal Peor y comieron de las ofrendas a ídolos sin vida.[3]29Provocaron al SEÑOR con sus malvadas acciones, y les sobrevino una plaga.30Pero Finés se levantó e hizo justicia, y la plaga se detuvo.31Esto se le reconoció como un acto de justicia para siempre, por todas las generaciones.32Junto a las aguas de Meribá hicieron enojar al SEÑOR, y a Moisés le fue mal por culpa de ellos,33pues lo sacaron de quicio y él habló sin pensar lo que decía.34No destruyeron a los pueblos que el SEÑOR les había señalado,35sino que se mezclaron con los paganos y adoptaron sus costumbres.36Rindieron culto a sus ídolos, y se les volvieron una trampa.37Ofrecieron a sus hijos y a sus hijas como sacrificio a esos demonios.38Derramaron sangre inocente, la sangre de sus hijos y sus hijas. Al ofrecerlos en sacrificio a los ídolos de Canaán, su sangre derramada profanó la tierra.39Tales hechos los contaminaron; tales acciones los corrompieron.40La ira del SEÑOR se encendió contra su pueblo; su heredad le resultó aborrecible.41Por eso los entregó a los paganos, y fueron dominados por quienes los odiaban.42Sus enemigos los oprimieron, los sometieron a su poder.43Muchas veces Dios los libró; pero ellos, empeñados en su rebeldía, se hundieron en la maldad.44Al verlos Dios angustiados, y al escuchar su clamor,45se acordó del pacto que había hecho con ellos y, por su gran amor, tuvo compasión de ellos.46Hizo que todos sus opresores también se apiadaran de ellos.47Sálvanos, SEÑOR, Dios nuestro; vuelve a reunirnos de entre las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre y orgullosos te alabemos.48¡Bendito sea el SEÑOR, el Dios de Israel, eternamente y para siempre! ¡Que todo el pueblo diga: «Amén»! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el SEÑOR!
1Halleluja! Danket dem HERRN; denn er ist freundlich, und seine Güte währet ewiglich. (1 Cr 16:34; Sal 100:4; Sal 107:1; Sal 118:1; Sal 136:1)2Wer kann die großen Taten des HERRN alle erzählen und sein Lob genug verkündigen? (Jn 21:25; Heb 11:32)3Wohl denen, die das Gebot halten und tun immerdar recht!4HERR, gedenke meiner nach der Gnade, die du deinem Volk verheißen hast; erweise an uns deine Hilfe,5dass wir sehen das Heil deiner Auserwählten und uns freuen, dass es deinem Volke so gut geht, und uns rühmen mit denen, die dein Eigen sind.6Wir haben gesündigt samt unsern Vätern, wir haben unrecht getan und sind gottlos gewesen. (Dn 9:5)7Unsre Väter in Ägypten wollten deine Wunder nicht verstehen. Sie gedachten nicht an deine große Güte und waren ungehorsam am Meer, am Schilfmeer. (Ex 14:11)8Er aber half ihnen um seines Namens willen, dass er kundtue seine Macht.9Er schalt das Schilfmeer, da wurde es trocken, und führte sie durch die Tiefen wie durch trockenes Land10und half ihnen aus der Hand dessen, der sie hasste, und erlöste sie von der Hand des Feindes.11Und die Wasser bedeckten ihre Widersacher, dass nicht einer übrig blieb.12Da glaubten sie an seine Worte und sangen sein Lob. (Ex 15:21)13Aber sie vergaßen bald seine Werke, sie warteten nicht auf seinen Rat.14Und sie wurden lüstern in der Wüste und versuchten Gott in der Einöde. (Nm 11:4)15Er aber gab ihnen, was sie erbaten, und sandte ihnen eine Plage. (Nm 11:33)16Und sie empörten sich wider Mose im Lager, wider Aaron, den Heiligen des HERRN. (Nm 16:1)17Die Erde tat sich auf und verschlang Datan und deckte zu die Rotte Abirams, (Nm 16:31)18und Feuer wurde unter ihrer Rotte angezündet, die Flamme verbrannte die Frevler.19Sie machten ein Kalb am Horeb und beteten das gegossene Bild an (Ex 32:1)20und tauschten die Herrlichkeit Gottes gegen das Bild eines Ochsen, der Gras frisst. (Ro 1:23)21Sie vergaßen Gott, ihren Heiland, der so große Dinge in Ägypten getan hatte, (Dt 32:18)22Wunder im Lande Hams und schreckliche Wunder am Schilfmeer.23Und er gedachte, sie zu vertilgen, wäre nicht Mose gewesen, sein Auserwählter; der trat vor ihm in die Bresche, seinen Grimm abzuwenden, dass er sie nicht verderbe. (Dt 9:25)24Und sie achteten das köstliche Land gering; sie glaubten seinem Worte nicht (Dt 8:7)25und murrten in ihren Zelten; sie gehorchten der Stimme des HERRN nicht.26Da erhob er seine Hand wider sie, dass er sie niederschlüge in der Wüste27und würfe ihre Nachkommen unter die Völker und zerstreute sie in die Länder.28Und sie hängten sich an den Baal-Peor und aßen von den Opfern für die Toten (Nm 25:3)29und erzürnten den Herrn mit ihrem Tun. Da brach die Plage herein über sie.30Da trat Pinhas hinzu und vollzog das Gericht; da wurde der Plage gewehrt; (Nm 25:7)31das wurde ihm gerechnet zur Gerechtigkeit von Geschlecht zu Geschlecht ewiglich.32Und sie erzürnten den Herrn am Haderwasser, und Mose ging es übel um ihretwillen; (Nm 20:2)33denn sie erbitterten seinen Sinn, dass ihm unbedachte Worte entfuhren.34Auch vertilgten sie die Völker nicht, wie ihnen der HERR doch geboten hatte, (Dt 7:1; Dt 12:2; Jue 1:28; Jue 2:23)35sondern vermischten sich mit den Heiden und lernten ihre Werke36und dienten ihren Götzen; die wurden ihnen zum Fallstrick.37Und sie opferten ihre Söhne und ihre Töchter den bösen Geistern (Lv 18:21; 2 R 21:6; 2 R 21:16)38und vergossen unschuldig Blut, das Blut ihrer Söhne und Töchter, die sie opferten den Götzen Kanaans, sodass das Land mit Blutschuld befleckt ward.39Sie machten sich unrein mit ihren Werken und wurden abtrünnig durch ihr Tun.40Da entbrannte der Zorn des HERRN über sein Volk, und sein Erbe wurde ihm zum Abscheu.41Er gab sie in die Hand der Völker, dass über sie herrschten, die ihnen gram waren. (Jue 2:14)42Und ihre Feinde bedrängten sie, und sie wurden gedemütigt unter ihre Hand.43Er errettete sie oftmals; / aber sie erzürnten ihn mit ihrem Vorhaben und schwanden dahin um ihrer Missetat willen.44Da sah er ihre Not an, als er ihre Klage hörte,45und gedachte um ihretwillen an seinen Bund, und es reute ihn nach seiner großen Güte.46Und er ließ sie Barmherzigkeit finden bei allen, die sie gefangen hielten.47Hilf uns, HERR, unser Gott, und bring uns zusammen aus den Völkern, dass wir preisen deinen heiligen Namen und uns rühmen, dass wir dich loben können! (Dt 30:3; 1 Cr 16:35)48Gelobt sei der HERR, der Gott Israels, von Ewigkeit zu Ewigkeit, und alles Volk spreche: Amen! Halleluja! (1 Cr 16:36; Sal 41:14)