1Por las noches, sobre mi lecho, busco al amor de mi vida; lo busco y no lo hallo.2Me levanto, y voy por la ciudad, por sus calles y mercados, buscando al amor de mi vida. ¡Lo busco y no lo hallo!3Me encuentran los centinelas mientras rondan la ciudad. Les pregunto: «¿Han visto ustedes al amor de mi vida?»4No bien los he dejado, cuando encuentro al amor de mi vida. Lo abrazo y, sin soltarlo, lo llevo a la casa de mi madre, a la alcoba donde ella me concibió.
El amado
5Yo les ruego, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desvelen ni molesten a mi amada hasta que ella quiera despertar.
Tercer Canto - El coro
6¿Qué es eso que sube por el desierto semejante a una columna de humo, entre aromas de mirra e incienso, entre exóticos perfumes?[1]7¡Miren! ¡Es el carruaje de Salomón! Viene escoltado por sesenta guerreros, escogidos entre los más valientes de Israel.8Todos ellos portan espadas, y han sido adiestrados para el combate; cada uno lleva la espada al cinto por causa de los peligros de la noche.9Salomón mismo se hizo el carruaje con finas maderas del Líbano.10Hizo de plata las columnas, y de oro los soportes. El asiento lo tapizó de púrpura, y su interior fue decorado con esmero por las hijas de Jerusalén.11¡Salgan, mujeres de Sión! ¡Contemplen al rey Salomón! ¡Lleva puesta la corona que le ciñó su madre el día en que contrajo nupcias, el día en que se alegró su corazón!
Cantares 3
Nueva Versión Internacional (Castellano)
1Por las noches, sobre mi lecho, busco al amor de mi vida; lo busco y no lo hallo.2Me levanto, y voy por la ciudad, por sus calles y mercados, buscando al amor de mi vida. ¡Lo busco y no lo hallo!3Me encuentran los centinelas mientras rondan la ciudad. Les pregunto: «¿Habéis visto al amor de mi vida?»4Apenas los he dejado, cuando encuentro al amor de mi vida. Lo abrazo y, sin soltarlo, lo llevo a la casa de mi madre, a la alcoba donde ella me concibió. El amado5Yo os ruego, mujeres de Jerusalén, por las gacelas y cervatillas del bosque, que no desveléis ni molestéis a mi amada hasta que ella quiera despertar. El coro6¿Qué es eso que sube por el desierto semejante a una columna de humo, entre aromas de mirra e incienso, entre exóticos perfumes?[1]7¡Mirad! ¡Es el carruaje de Salomón! Viene escoltado por sesenta guerreros, escogidos entre los más valientes de Israel.8Todos ellos portan espadas, y han sido adiestrados para el combate; cada uno lleva la espada al cinto a causa de los peligros de la noche.9Salomón mismo se hizo el carruaje con finas maderas del Líbano.10Hizo de plata las columnas, y de oro los soportes. El asiento lo tapizó de púrpura, y su interior fue decorado con esmero por las hijas de Jerusalén.11¡Salid, mujeres de Sión! ¡Contemplad al rey Salomón! ¡Lleva puesta la corona que le ciñó su madre el día en que contrajo matrimonio, el día en que se alegró su corazón!