1Als Sauls Sohn Isch-Boschet hörte, dass Abner in Hebron getötet worden war, verlor er jeden Mut. Auch alle Israeliten waren entsetzt darüber.2In Isch-Boschets Diensten standen zwei Brüder als Truppenführer: Baana und Rechab, die Söhne von Rimmon aus Beerot. Sie gehörten zum Stamm Benjamin, denn die Stadt Beerot war mittlerweile den Benjaminitern zugefallen[1]. (Jos 9,17)3Die früheren Bewohner der Stadt waren nach Gittajim geflohen; bis heute leben sie dort als Fremde.4´In dieser Zeit lebte noch ein Enkel Sauls.` Er war ein Sohn Jonatans und an beiden Beinen gelähmt. Er war fünf Jahre alt gewesen, als die Nachricht von Sauls und Jonatans Tod aus Jesreel eintraf. Seine Amme hatte ihn auf den Arm genommen, um mit ihm zu fliehen. Aber in ihrer Hast hatte sie ihn fallen lassen, und seitdem konnte er nicht mehr laufen. Sein Name war Mefi-Boschet[2].5´Eines Tages` gingen Rechab und Baana, die Söhne Rimmons aus Beerot, zum Haus von Isch-Boschet. Sie kamen während der Mittagshitze, als Isch-Boschet gerade seinen Mittagsschlaf hielt.6Die Türhüterin war beim Verlesen von Weizenkörnern eingeschlafen. So konnten sie unbemerkt7ins Haus schlüpfen.[3] Isch-Boschet lag im Schlafzimmer auf seinem Bett. Sie töteten ihn, schnitten seinen Kopf ab und machten sich damit auf und davon. Dann marschierten sie die ganze Nacht durch die Jordanebene8bis nach Hebron. Sie gingen zu David, brachten ihm den Kopf und sagten: »Hier ist der Kopf von Isch-Boschet, dessen Vater Saul dein Feind war und dich töten wollte. Heute hat der HERR dir, unserem Herrn und König, Rache verschafft an Saul und seinen Nachkommen!«
David bestraft die Mörder
9Aber David sagte zu Rechab und Baana, den Söhnen Rimmons aus Beerot: »So wahr der HERR lebt, der mich aus allen Gefahren gerettet hat:10Der Mann, der mir damals in Ziklag die Nachricht von Sauls Tod brachte, hielt sich auch für einen Freudenboten. Aber ich ließ ihn ergreifen und töten. Das war sein Botenlohn!11Wie viel schlimmer sind gottlose Mörder ´wie ihr`, die einen rechtschaffenen Mann zu Hause in seinem Bett umbringen! Da ist es erst recht meine Pflicht, euch für diese Bluttat zu bestrafen und euch vom Erdboden auszurotten.«12David gab den Befehl, die beiden hinzurichten. Seine Männer töteten sie, schlugen ihnen Hände und Füße ab und hängten ihre Leichen beim Teich von Hebron auf. Isch-Boschets Kopf bestatteten sie im Grab Abners in Hebron.
1Cuando Isboset hijo de Saúl se enteró de que Abner había muerto en Hebrón, se acobardó, y con él todos los israelitas.2Isboset contaba con dos sujetos que comandaban bandas armadas. Uno de ellos se llamaba Baná, y el otro Recab, y ambos eran hijos de Rimón el berotita y pertenecían a la tribu de Benjamín. Berot se consideraba parte de Benjamín,3pues los habitantes de Berot se habían refugiado en Guitayin, donde hasta la fecha residen.4Por otra parte, Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo de cinco años, llamado Mefiboset, que estaba tullido. Resulta que cuando de Jezrel llegó la noticia de la muerte de Saúl y Jonatán, su nodriza lo cargó para huir, pero, con la prisa, se le cayó y por eso quedó cojo.5Ahora bien, Recab y Baná, los hijos de Rimón el berotita, partieron para la casa de Isboset y llegaron a la hora más calurosa del día, cuando él dormía la siesta.6Con el pretexto de sacar un poco de trigo, Recab y su hermano Baná entraron al interior de la casa, y allí mismo lo apuñalaron en el vientre. Después de eso, escaparon.7Se habían metido en la casa mientras Isboset estaba en la alcoba, acostado en su cama. Lo mataron a puñaladas, y luego le cortaron la cabeza y se la llevaron. Caminaron toda la noche por el Arabá8y, al llegar a Hebrón, le entregaron a David la cabeza de Isboset, diciendo: ―Aquí te traemos la cabeza de Isboset, hijo de tu enemigo Saúl, que intentó matarte. El SEÑOR ha vengado hoy a mi señor el rey por lo que Saúl y su descendencia le hicieron.9Pero David les respondió a Recab y a Baná, los hijos de Rimón el berotita: ―Tan cierto como que vive el SEÑOR, quien me ha librado de todas mis angustias,10os juro que quien me anunció la muerte de Saúl se imaginaba que me traía buenas noticias, ¡pero la recompensa que le di por tan “buenas noticias” fue apresarlo y matarlo en Siclag!11¡Y con mayor razón castigaré a los malvados que han dado muerte a un inocente mientras este dormía en su propia cama! ¿Acaso no voy a vengar su muerte exterminándoos a vosotros de la tierra?12Entonces David les ordenó a sus soldados que los mataran, y que además les cortaran las manos y los pies, y colgaran sus cuerpos junto al estanque de Hebrón. En cambio, la cabeza de Isboset la enterraron en Hebrón, en el sepulcro de Abner.