Psalm 55

Neue Genfer Übersetzung

von Genfer Bibelgesellschaft
1 Für den Dirigenten[1]. Mit Saiteninstrumenten zu begleiten. Ein kunstvoll gestaltetes Lied[2]. Von David. (Ps 4,1; Ps 32,1)2 Höre mein Gebet, o Gott, und verschließe dich meinem Flehen nicht!3 Schenk mir ein offenes Ohr und antworte mir. Vor Kummer finde ich keine Ruhe, stöhnend irre ich umher.4 Denn ich höre, was meine Feinde erzählen, dem Druck dieser gottlosen Menschen bin ich ausgesetzt. Sie fügen mir Böses zu, voller Zorn feinden sie mich an.5 Mein Herz bebt, Todesangst überfällt mich.6 Furcht und Zittern setzt mir zu, das Grauen droht mich zu ersticken[3].7 Darum rufe ich: Ach hätte ich doch Flügel wie eine Taube! Ich würde davonfliegen und mich in Sicherheit bringen.8 Ja, weit weg würde ich fliehen und in der Wüste einen Ort zum Ausruhen suchen. //[4] (Ps 3,3)9 Schnellstens würde ich Zuflucht finden vor heftigem Wind und vor Sturm.10 Entzweie meine Feinde, o Herr, mache sie uneins im Denken und Reden![5] Ich sehe doch, was von ihnen ausgeht: In der Stadt regieren Gewalt und Streit ´wie Wächter`,11 die auf den Mauern Tag und Nacht ihre Runden drehen. Leid und Unglück herrschen mitten in der Stadt,12 in ihrem Innern greift Zerstörung um sich. Auf ihrem Marktplatz nehmen Unterdrückung und Betrug kein Ende.13 Es ist ja nicht mein Feind, der mich verhöhnt – das könnte ich noch ertragen! Nicht jemand, der mich schon immer gehasst hat, spielt sich gegen mich auf – vor einem solchen könnte ich mich noch verbergen.14 Aber nein, du bist es, ein Mann, der mir nahestand[6], mein Freund und Vertrauter!15 Wie schön war es, als wir noch zusammen waren und unsere Gedanken austauschen konnten! Gemeinsam gingen wir den Weg hinauf zum Haus Gottes, inmitten einer fröhlichen Menge.16 Der Tod soll meine Feinde wegraffen! Lebendig sollen sie ins Totenreich hinabfahren! Denn Bosheit herrscht in ihren Häusern und in ihren Herzen.17 Ich aber, ich rufe zu Gott, und der HERR wird mir Rettung schenken.18 Am Abend, am Morgen und am Mittag klage und stöhne ich – so lange, bis Gott meine Stimme hört.19 Er befreit mich und lässt meine Seele Frieden finden. Darum können mir die nichts anhaben, die jetzt scharenweise gegen mich stehen.20 Ja, Gott wird mich hören und meinen Feinden die Antwort geben, die sie verdienen[7] – er sitzt schließlich immer noch auf dem Thron und regiert. // Sie wollen sich ja nicht ändern, und vor Gott haben sie keine Ehrfurcht.21 Der früher mein Vertrauter[8] war, hat seine Hand erhoben gegen seine Gefährten, den Bund der Freundschaft hat er gebrochen.22 Seine Worte sind butterweich, sein Herz jedoch sinnt auf Krieg! Seine Reden sind glatter als Öl, doch sie verwunden wie gezückte Schwerter!23 Wirf all deine Last auf den HERRN! Er wird dich sicher halten. Niemals lässt er den zu Fall kommen, der nach Gottes Willen lebt.[9]24 Ja, du selbst, Gott, wirst die Bösen hinabstürzen in die tiefste Grube[10]. Blutgierige Mörder und Betrüger werden sterben, noch bevor die Hälfte ihrer Lebenszeit vergangen ist. Ich aber vertraue auf dich!

Psalm 55

Nueva Versión Internacional

von Biblica
1 Escucha, oh Dios, mi oración; no pases por alto mi súplica.2 ¡Óyeme y respóndeme, porque mis angustias me perturban! Me aterran3 las amenazas del enemigo y la opresión de los impíos, pues me causan sufrimiento y en su enojo me insultan.4 Se me estremece el corazón dentro del pecho, y me invade un pánico mortal.5 Temblando estoy de miedo, sobrecogido estoy de terror.6 ¡Cómo quisiera tener las alas de una paloma y volar hasta encontrar reposo!7 Me iría muy lejos de aquí; me quedaría a vivir en el desierto. Selah8 Presuroso volaría a mi refugio, para librarme del viento borrascoso y de la tempestad.9 ¡Destrúyelos, Señor! ¡Confunde su lenguaje! En la ciudad sólo veo contiendas y violencia;10 día y noche rondan por sus muros, y dentro de ella hay intrigas y maldad.11 En su seno hay fuerzas destructivas; de sus calles no se apartan la opresión y el engaño.12 Si un enemigo me insultara, yo lo podría soportar; si un adversario me humillara, de él me podría yo esconder.13 Pero lo has hecho tú, un hombre como yo, mi compañero, mi mejor amigo,14 a quien me unía una bella amistad, con quien convivía en la casa de Dios.15 ¡Que sorprenda la muerte a mis enemigos! ¡Que caigan vivos al sepulcro, pues en ellos habita la maldad!16 Pero yo clamaré a Dios, y el Señor me salvará.17 Mañana, tarde y noche clamo angustiado, y él me escucha.18 Aunque son muchos los que me combaten, él me rescata, me salva la vida en la batalla que se libra contra mí.19 ¡Dios, que reina para siempre, habrá de oírme y los afligirá! Selah Esa gente no cambia de conducta, no tiene temor de Dios.20 Levantan la mano contra sus amigos y no cumplen sus compromisos.21 Su boca es blanda como la manteca, pero sus pensamientos son belicosos. Sus palabras son más suaves que el aceite, pero no son sino espadas desenvainadas.22 Encomienda al Señor tus afanes, y él te sostendrá; no permitirá que el justo caiga y quede abatido para siempre.23 Tú, oh Dios, abatirás a los impíos y los arrojarás en la fosa de la muerte; la gente sanguinaria y mentirosa no llegará ni a la mitad de su vida. Yo, por mi parte, en ti confío.

Psalm 55

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 Oh ’Elohim, oye mi oración, Y no te escondas de mi súplica.2 Atiéndeme y respóndeme; Me lamento en mi meditación, y estoy conturbado,3 A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del malvado, Porque vierten iniquidad sobre mí, y me persiguen con furia.4 Mi corazón se retuerce dentro de mí, Y sobre mí han caído los terrores de la Muerte.5 Me han sobrevenido temores y temblores, El horror me está abrumando,6 Y digo: ¡Quién me diera alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría;7 Ciertamente huiría lejos, Moraría en el desierto. Selah8 Me apresuraría a buscar refugio, Del turbión y la tormenta.9 ¡Devora Adonay, divide sus lenguas! Que he visto en la ciudad violencia y discordia;10 Día y noche rondan sobre sus muros, Y la maldad y la injusticia están adentro.11 Dentro de ella hay insidias, Y de su plaza no se apartan la arbitrariedad y el fraude.12 Porque no es un enemigo el que me agravia, pues lo soportaría, ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Pues me habría ocultado de él,13 Sino tú, un hombre igual a mí, Mi compañero, mi íntimo amigo,14 Que juntos teníamos dulce comunión, Y amistosamente andábamos en la Casa de Dios.15 ¡Sorpréndalos la Muerte y desciendan vivos al Seol! Porque el mal está en sus moradas, instalado en medio de ellos.16 Pero yo clamaré a ’Elohim, y YHVH me salvará.17 De tarde, de mañana y a mediodía me lamentaré y gemiré, Y Él oirá mi voz,18 Y en paz redimirá mi alma del ataque en contra mío. Aunque contra mí haya muchos,19 Dios oirá y los humillará, Él, que reina desde antiguo. Selah Porque ellos no cambian, ni temen a ’Elohim.20 Extendió sus manos contra los que estaban en paz con él; Violó su pacto.21 Su boca fue más blanda que la mantequilla, Pero en su corazón había guerra; Más suaves que el aceite fueron sus palabras, Pero eran puñales.22 Echa sobre YHVH tu carga, y Él te sustentará, No para siempre dejará caído al justo.23 Oh ’Elohim, Tú los harás bajar a la fosa profunda; Los sanguinarios y los traidores no llegarán a la mitad de sus días, Pero yo he confiado en ti.