Psalm 48

Neue Genfer Übersetzung

von Genfer Bibelgesellschaft
1 Ein Lied. Ein Psalm. Von den Korachitern[1]. (Ps 42,1)2 Groß ist der HERR und sehr zu loben in der Stadt unseres Gottes. Dort erhebt sich sein heiliger Berg,3 schön ragt er empor, eine Freude für die ganze Welt! Ja, der Berg Zion, der sich nach Norden erstreckt, gehört zur Stadt des großen Königs.[2]4 Gott wohnt in ihren Palästen, und es ist überall bekannt: Er schenkt Zuflucht.5 Könige anderer Völker hatten sich verbündet und waren gemeinsam ´gegen die Stadt` gezogen.6 Doch schon bei ihrem Anblick waren sie starr vor Schreck, von Entsetzen gepackt ergriffen sie die Flucht.7 Sie zitterten und bebten wie eine Frau, die in den Wehen liegt.8 Einst waren sie wie mächtige Schiffe aus Tarsis, doch du hast einen Ostwind geschickt und sie zerschellen lassen.[3]9 Vorher kannten wir es nur vom Hören, nun haben wir selbst gesehen, was Gott getan hat dort in der Stadt, wo der allmächtige HERR[4] wohnt, in der Stadt unseres Gottes. Gott lässt sie für immer bestehen. //[5] (Ps 3,3)10 Wir halten uns deine Gnade vor Augen, o Gott, wenn wir uns in deinem Tempel versammeln.11 Gott, so weit wie dein Name bekannt ist, so weit reicht auch dein Ruhm – bis an die Enden der Erde. Deine starke Hand schafft uns Gerechtigkeit[6],12 darum soll Freude herrschen auf dem Berg Zion. Ja, alle Städte in Juda[7] haben Grund, laut zu jubeln über die gerechten Urteile, die du vollstreckst.13 Zieht rings um den Berg Zion, geht um die Stadt und zählt ihre Festungstürme!14 Bestaunt ihre Schutzwälle[8] und richtet euren Blick auf die Paläste[9]! Dann könnt ihr späteren Generationen erzählen:15 Ja, so ist Gott, er bleibt unser Gott für immer und ewig! Er wird uns führen bis zum Tod[10]. (Ps 9,1; Ps 49,1)

Psalm 48

Nueva Versión Internacional

von Biblica
1 Grande es el Señor, y digno de suprema alabanza en la ciudad de nuestro Dios. Su monte santo,2 bella colina, es la alegría de toda la tierra. El monte Sión, en la parte norte, es la ciudad del gran Rey.3 En las fortificaciones de Sión Dios se ha dado a conocer como refugio seguro.4 Hubo reyes que unieron sus fuerzas y que juntos avanzaron contra la ciudad;5 pero al verla quedaron pasmados, y asustados emprendieron la retirada.6 Allí el miedo se apoderó de ellos, y un dolor de parturienta les sobrevino.7 ¡Con un viento huracanado destruiste las naves de Tarsis!8 Tal como lo habíamos oído, ahora lo hemos visto en la ciudad del Señor Todopoderoso, en la ciudad de nuestro Dios: ¡Él la hará permanecer para siempre! Selah9 Dentro de tu templo, oh Dios, meditamos en tu gran amor.10 Tu alabanza, oh Dios, como tu nombre, llega a los confines de la tierra; tu derecha está llena de justicia.11 Por causa de tus justas decisiones el monte Sión se alegra y las aldeas de Judá se regocijan.12 Caminen alrededor de Sión, caminen en torno suyo y cuenten sus torres.13 Observen bien sus murallas y examinen sus fortificaciones, para que se lo cuenten a las generaciones futuras.14 ¡Este Dios es nuestro Dios eterno! ¡Él nos guiará para siempre![1]

Psalm 48

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 ¡Grande es YHVH, y digno de ser alabado en gran manera En la ciudad de nuestro Dios, en su santo monte,2 Hermosa elevación, gozo de toda la tierra; Monte Sión, vórtice del Aquilón, Ciudad del gran Rey.3 ’Elohim entre sus palacios, descuella como alta torre.4 He aquí, se aliaron los reyes de la tierra, Y avanzaron unidos;5 Pero al verla así, quedaron abismados, Se turbaron, huyeron aterrorizados.6 Allí les sobrecogió un temblor, Dolores como de parturienta.7 Con el solano Quebraste las naves de Tarsis.8 Tal como lo oímos, lo hemos visto, En la ciudad de YHVH Sebaot, la ciudad de nuestro Dios, ’Elohim la afirmará para siempre. Selah9 Nos acordamos de tu misericordia, oh ’Elohim, En medio de tu templo;10 Como tu Nombre, oh ’Elohim, Así tu loor llega hasta el extremo de la tierra, Tu diestra está llena de justicia.11 ¡Alégrese el Monte Sión! ¡Regocíjense las hijas de Judá a causa de tus juicios!12 Rodead a Sión y andad alrededor de ella, Contad sus torres,13 Observad atentamente su antemuro, Contemplad su ciudadela, Para que lo contéis a la generación venidera.14 Que así es ’Elohim, nuestro Dios, eternamente y para siempre. ¡Él nos capitaneará más allá de la muerte!