1Ein Wallfahrtslied, gesungen auf dem Weg hinauf nach Jerusalem.[1] Von Salomo. Wenn der HERR nicht das Haus baut, dann mühen sich alle, die daran bauen, vergeblich. Wenn der HERR nicht die Stadt behütet, dann hält der Wächter vergeblich Wache. (Ps 120,1)2Vergeblich ist es, dass ihr so früh aufsteht und euch erst spät wieder hinsetzt, um dann euer mühsam erarbeitetes Brot zu essen – denn genauso viel gibt der HERR den Seinen im Schlaf!3Auch Kinder sind eine Gabe des HERRN, ja, Fruchtbarkeit ist ein großes Geschenk![2]4Wie Pfeile in der Hand eines starken Mannes, so sind Kinder, die man in jungen Jahren bekommen hat.5Glücklich zu nennen ist der Mensch, der einen vollen Köcher davon hat! Seine Kinder werden nicht unterliegen, wenn sie mit ihren Gegnern einen Rechtsstreit führen müssen.[3]
Psalm 127
Nueva Versión Internacional
von Biblica1Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.2En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.3Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.4Como flechas en las manos del guerrero son los hijos de la juventud.5Dichosos los que llenan su aljaba con esta clase de flechas.[1] No serán avergonzados por sus enemigos cuando litiguen con ellos en los tribunales.
1Si YHVH no edifica la Casa, en vano trabajan los que la edifican, Si YHVH no guarda la ciudad, en vano vela la guardia.2En vano es que os levantéis de madrugada, Y tarde vayáis a descansar, Y que comáis el pan de afanes, Pues lo dará a su amado mientras duerme.3He aquí, herencia de YHVH son los hijos, Y una recompensa el fruto del vientre.4Como saetas en manos del valiente, Así son los hijos habidos en la juventud.5¡Cuán bienaventurado es el varón que llena su aljaba de ellos! No será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.