1La buena fama es más valiosa que el perfume más caro. Mejor es el día de nuestra muerte que el día que nacimos.2Más vale gastar el tiempo en funerales que en festivales. Porque la muerte te espera y es bueno pensar en ello mientras te quede tiempo.3Mejor es el dolor que la risa, porque la tristeza ejerce una influencia purificadora.4El sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio sólo piensa en divertirse hoy.5Mejor es la censura del sabio que la alabanza del necio.6Porque la adulación del necio se desvanece tan pronto como el papel en el fuego, y es tonto dejar que nos impresione.7El soborno entorpece al sabio; le destruye el entendimiento.8Mejor es terminar que comenzar. La paciencia es mejor que el orgullo.9No te dejes llevar por la ira, porque eso es necedad.10No digas: «todo tiempo pasado fue mejor», pues no sabes si en verdad lo fue.11Tan bueno es ser sabio como ser rico; en realidad, es mejor.12Todo se puede obtener con sabiduría o con dinero, pero en la sabiduría hay muchas ventajas.13Observa los métodos de Dios, y ponte en armonía con ellos. No vayas en contra de la naturaleza.14Disfruta de los buenos tiempos siempre que puedas, y cuando lleguen los malos tiempos, reconoce que unos y otros proceden de Dios, para que todos se den cuenta de que no hay nada seguro en esta vida.15-17He visto de todo en esta loca vida, inclusive que a los justos los destruye su justicia y los malvados disfrutan de larga vida. No seas, pues, ni demasiado bueno ni demasiado sabio. ¿Para qué vas a matarte? Por otra parte, no seas tampoco demasiado malo: ¡no seas necio! ¿Para qué morir antes de tiempo?18Pon manos a la obra que te corresponda, y si temes a Dios puedes confiar en sus bendiciones.19Un sabio tiene más poder que los alcaldes de diez grandes ciudades.20Y no hay en toda la tierra un ser humano que sea siempre bueno y no peque jamás.21-22No escuches a hurtadillas. Podrías oír a tu siervo murmurando de ti. Bien sabes cuán a menudo hablas tú mal del prójimo.
Tras la razón de las cosas
23He hecho lo posible por ser sabio. Dije: «Yo quiero ser sabio», pero fue inútil.24Lejana y difícil de hallar es la sabiduría.25Investigué por doquier resuelto a hallar sabiduría y la razón de las cosas, y a comprobar que la insensatez es maldad y la necedad locura.26Pero más amarga que la muerte es aquella mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos cadenas. Quien agrada a Dios se librará de ella, pero los pecadores no huyen de sus lazos.27-28A esta conclusión llego, dice el Predicador. Paso tras paso llegué a este resultado tras investigar en todas direcciones: de mil hombres, uno podía tenerse por sabio; y de las mujeres, ninguna.29Y descubrí que si bien Dios hizo íntegros a los hombres, cada cual se apartó para ir por su camino cuesta abajo.
1Vale más el buen nombre que el buen perfume. Vale más el día en que se muere que el día en que se nace.2Vale más ir a un funeral que a un festival. Pues la muerte es el fin de todo hombre, y los que viven debieran tenerlo presente.3Vale más llorar que reír; pues entristece el rostro, pero le hace bien al corazón.4El sabio tiene presente la muerte; el necio solo piensa en la diversión.5Vale más reprensión de sabios que lisonja de necios.6Pues las carcajadas de los necios son como el crepitar de las espinas bajo la olla. ¡Y también esto es absurdo!7La extorsión entorpece al sabio, y el soborno corrompe su corazón.8Vale más el fin de algo que su principio. Vale más la paciencia que la arrogancia.9No te dejes llevar por el enojo que solo abriga el corazón del necio.10Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas.11Buena es la sabiduría sumada a la heredad, y provechosa para los que viven.12Puedes ponerte a la sombra de la sabiduría o a la sombra del dinero, pero la sabiduría tiene la ventaja de dar vida a quien la posee.13Contempla las obras de Dios: ¿quién puede enderezar lo que él ha torcido?14Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero, cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que el hombre nunca sabe con qué habrá de encontrarse después.15Todo esto he visto durante mi absurda vida: hombres justos a quienes su justicia los destruye, y hombres malvados a quienes su maldad les alarga la vida.16No seas demasiado justo, ni tampoco demasiado sabio. ¿Para qué destruirte a ti mismo?17No hay que pasarse de malo, ni portarse como un necio. ¿Para qué morir antes de tiempo?18Conviene asirse bien de esto, sin soltar de la mano aquello. Quien teme a Dios saldrá bien en todo.19Más fortalece la sabiduría al sabio que diez gobernantes a una ciudad.20No hay en la tierra nadie tan justo que haga el bien y nunca peque.21No prestes atención a todo lo que se dice, y así no oirás cuando tu siervo hable mal de ti,22aunque bien sabes que muchas veces también tú has hablado mal de otros.
Tras la razón de las cosas
23Todo esto lo examiné muy bien y con sabiduría, pues me dispuse a ser sabio, pero la sabiduría estaba fuera de mi alcance.24Lejos y demasiado profundo está todo cuanto existe. ¿Quién puede dar con ello?25Volví entonces mi atención hacia el conocimiento, para investigar e indagar acerca de la sabiduría y la razón de las cosas, y me di cuenta de la insensatez de la maldad y la locura de la necedad.26Y encontré algo más amargo que la muerte: a la mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos tiene cadenas. Quien agrada a Dios se librará de ella, pero el pecador caerá en sus redes.27Y dijo el Maestro: «Mirad lo que he hallado al buscar la razón de las cosas, una por una:28¡que todavía estoy buscando lo que no he encontrado! Ya he dado con un hombre entre mil, pero entre todas las mujeres aún no he encontrado ninguna.29Tan solo he hallado lo siguiente: que Dios hizo perfecto al género humano, pero este se ha buscado demasiadas complicaciones».