1Einige Zeit später, als man gerade den Weizen erntete, wollte Simson seine Frau besuchen. Als Geschenk hatte er ihr einen jungen Ziegenbock mitgebracht. Er bat ihren Vater: »Lass mich zu meiner Frau ins Zimmer!« Doch der Vater verweigerte es ihm:2»Das geht nicht! Ich habe sie dem Brautführer zur Frau gegeben. Glaub mir, ich habe wirklich gedacht, dass sie dir nichts mehr bedeutet. Heirate doch ihre jüngere Schwester! Sie ist sogar noch schöner!«3»Das werde ich euch Philistern heimzahlen!«, rief Simson. »Und diesmal bin ich wirklich im Recht!«4Er zog los, fing dreihundert Füchse, band sie paarweise an den Schwänzen zusammen und befestigte Fackeln daran.5Dann zündete er die Fackeln an und jagte die Tiere in die Felder der Philister. Sie setzten das Getreide auf den Äckern, die Garbenhaufen, die Weinberge und die Olivengärten in Brand.6Die Philister fragten: »Wer hat das getan?« Und bald fand man heraus: »Es war Simson! Sein Schwiegervater in Timna hat ihm die Frau weggenommen und sie seinem Brautführer gegeben.« Die Philister zogen nach Timna und verbrannten die Frau und ihren Vater.7Da ging Simson zu ihnen und rief: »Was habt ihr getan! Das schreit nach Rache! Jetzt werde ich euch nicht mehr verschonen!«8Er schlug auf die Philister ein, bis sie alle am Boden lagen. Dann ging er zum Berg Etam und lebte dort eine Zeit lang in einer Höhle im Felsen.
Simson kämpft gegen die Philister
9Die Philister marschierten mit ihrem Heer ins Stammesgebiet von Juda ein und schlugen ihr Lager bei Lehi auf.10Die Bewohner von Juda fragten: »Warum zieht ihr gegen uns in den Krieg?« »Wir wollen Simson gefangen nehmen«, erwiderten die Philister. »Wir haben mit ihm eine Rechnung zu begleichen.«11Da gingen dreitausend Judäer zu der Höhle am Berg Etam und stellten Simson zur Rede: »Warum hast du uns das angetan? Du weißt doch, dass die Philister uns beherrschen!« »Ich habe ihnen nur mit gleicher Münze heimgezahlt, was sie mir angetan haben«, antwortete er.12Die Männer von Juda erwiderten: »Wir sind hergekommen, um dich zu fesseln und den Philistern auszuliefern.« »Schwört mir, dass ihr mich nicht umbringt!«, bat Simson.13Sie versprachen: »Wir wollen dich wirklich nur fesseln und ausliefern. Auf keinen Fall werden wir dich töten!« Nun ließ er sich von ihnen mit zwei neuen Stricken binden, aus der Höhle herausführen und nach Lehi bringen.14Als die Philister Simson sahen, stimmten sie ein Triumphgeschrei an. Da wurde er vom Geist des HERRN ergriffen. Er zerriss die Stricke an seinen Armen, als wären sie angesengte Bindfäden.15Dann entdeckte er den Unterkieferknochen eines Esels, packte ihn und erschlug damit tausend Philister.16»Mit dem Kiefer des Esels mähte ich sie nieder!«, rief er. »Mit dem Kiefer des Esels schlug ich tausend Mann!«17Danach warf er den Knochen weg. Seither heißt der Ort, an dem dies geschehen ist, Ramat-Lehi (»Kinnbacken-Höhe«).18Simson hatte großen Durst. Er betete zum HERRN: »Ich habe für dich gekämpft, und du hast mir diesen großen Sieg geschenkt! Aber jetzt muss ich verdursten und werde doch noch diesen unbeschnittenen Heiden in die Hände fallen!«19Da ließ Gott aus einer Bodensenke in der Nähe von Lehi Wasser hervorbrechen. Simson trank davon und kam wieder zu Kräften. Man nennt die Quelle daher En-Hakore (»Quelle des Rufenden«); sie ist noch heute dort.20Zwanzig Jahre lang führte Simson das Volk Israel, während die Philister das Land beherrschten.
1Pasado algún tiempo, sucedió que en la época de la siega del trigo, Sansón visitó a su mujer llevando un cabrito del rebaño, y se decía: Me llegaré a mi mujer en la alcoba. Pero el padre de ésta no le permitió entrar.2Y dijo su padre: En verdad supuse que la aborrecías intensamente, por lo que la di a tu compañero. ¿Acaso su hermana menor no es más hermosa que ella? Te ruego que la tomes en su lugar.3Sansón les respondió: ¡Esta vez no tendré culpa ante los filisteos cuando les haga daño!4Y fue Sansón y capturó trescientos chacales, y tomando teas, los ató cola con cola y puso una tea entre cola y cola.5Después prendió fuego a las teas y soltó los chacales por entre los sembrados de los filisteos, quemando las gavillas, la mies en pie, e incluso las viñas y los olivares.6Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les dijeron: Sansón, yerno del timnateo, por cuanto éste tomó a su mujer y la dio a su compañero. Y salieron los filisteos y la quemaron con fuego, a ella y a su padre.7Y Sansón les dijo: Por haber hecho esto, juro que no descansaré hasta que me haya vengado de vosotros.8Y sin piedad los hirió con gran mortandad. Luego bajó y habitó en la hendidura de la peña de Etam.9Pero los filisteos subieron y acamparon en Judá, y se desplegaron por Lehi.10Y los varones de Judá les dijeron: ¿Por qué habéis subido contra nosotros? Y respondieron: Hemos subido para atrapar a Sansón, para hacerle tal como nos hizo.11Entonces tres mil hombres de Judá bajaron de la hendidura de la peña de Etam, y dijeron a Sansón: ¿Acaso no sabes que los filisteos nos dominan? ¿Qué es esto que nos has hecho? Y él les dijo: Les hice como ellos me hicieron.12Ellos le dijeron: Hemos venido para atarte y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les dijo: ¡Juradme que no me mataréis vosotros mismos!13Y ellos le respondieron, diciendo: No, tan solo te ataremos y te entregaremos en mano de ellos, pero de seguro no te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo hicieron subir de la peña.14Él iba llegando a Lehi cuando los filisteos alzaron el grito corriendo a su encuentro. Entonces el Espíritu de YHVH lo invadió, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado al fuego, y sus ataduras se desprendieron de sus manos.15Y hallando una quijada de asno aún fresca, extendió su mano, la tomó, y mató con ella a mil hombres.16Entonces cantó Sansón: Con la quijada de un asno, Montones sobre montones; Con la quijada del asno, He matado mil varones.17Y aconteció que cuando acabó de cantar, arrojó la quijada de su mano y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.18Luego tuvo mucha sed, y clamó a YHVH diciéndole: Tú has dado esta gran salvación por mano de tu siervo, ¿y ahora acaso moriré de sed, y caeré en mano de incircuncisos?19Entonces ’Elohim partió la hendidura que hay en Lehi, y de allí salieron aguas. Y cuando bebió, recobró su aliento y revivió; por lo que llamó su nombre Ein-hacoré, la cual permanece en Lehi hasta hoy.20Y en los días de los filisteos juzgó a Israel veinte años.