Epheser 4

Einheitsübersetzung 2016

von Katholisches Bibelwerk
1 Ich, der Gefangene im Herrn, ermahne euch, ein Leben zu führen, das des Rufes würdig ist, der an euch erging. (Eph 3,1; 1Thess 2,12)2 Seid demütig, friedfertig und geduldig, ertragt einander in Liebe (Kol 3,12)3 und bemüht euch, die Einheit des Geistes zu wahren durch das Band des Friedens! (Kol 3,14)4 Ein Leib und ein Geist, wie ihr auch berufen seid zu einer Hoffnung in eurer Berufung: (Röm 12,5; 1Kor 12,12)5 ein Herr, ein Glaube, eine Taufe, (1Kor 8,6)6 ein Gott und Vater aller, der über allem und durch alles und in allem ist.7 Aber jeder von uns empfing die Gnade in dem Maß, wie Christus sie ihm geschenkt hat.8 Deshalb heißt es: Er stieg hinauf zur Höhe und erbeutete Gefangene, er gab den Menschen Geschenke. (Ps 68,19)9 Wenn es heißt: Er stieg aber hinauf, was bedeutet dies anderes, als dass er auch zur Erde herabstieg?10 Derselbe, der herabstieg, ist auch hinaufgestiegen über alle Himmel, um das All zu erfüllen. (Kol 1,20)11 Und er setzte die einen als Apostel ein, andere als Propheten, andere als Evangelisten, andere als Hirten und Lehrer,[1] (1Kor 12,28)12 um die Heiligen für die Erfüllung ihres Dienstes zuzurüsten, für den Aufbau des Leibes Christi,13 bis wir alle zur Einheit im Glauben und der Erkenntnis des Sohnes Gottes gelangen, zum vollkommenen Menschen, zur vollen Größe, die der Fülle Christi entspricht. (Kol 1,28)14 Wir sollen nicht mehr unmündige Kinder sein, ein Spiel der Wellen, geschaukelt und getrieben von jedem Widerstreit der Lehrmeinungen, im Würfelspiel der Menschen, in Verschlagenheit, die in die Irre führt. (1Kor 14,20; Jak 1,6)15 Wir aber wollen, von der Liebe geleitet, die Wahrheit bezeugen und in allem auf ihn hin wachsen. Er, Christus, ist das Haupt.16 Von ihm her wird der ganze Leib zusammengefügt und gefestigt durch jedes Gelenk. Jedes versorgt ihn mit der Kraft, die ihm zugemessen ist. So wächst der Leib und baut sich selbst in Liebe auf. (Kol 2,19)17 Das also sage ich und beschwöre euch im Herrn: Lebt nicht mehr wie die Heiden in ihrem nichtigen Denken!18 Sie sind verfinstert in ihrem Sinn. Sie sind dem Leben Gottes entfremdet durch die Unwissenheit, in der sie befangen sind, durch die Verhärtung ihres Herzens. (Kol 1,21)19 In ihrer Haltlosigkeit gaben sie sich der Ausschweifung hin, um jede Art von Unreinheit in Habgier zu vollführen.20 Ihr aber habt Christus nicht so kennengelernt.21 Ihr habt doch von ihm gehört und seid unterrichtet worden, wie es Wahrheit ist in Jesus.22 Legt den alten Menschen des früheren Lebenswandels ab, der sich in den Begierden des Trugs zugrunde richtet, (Kol 3,9)23 und lasst euch erneuern durch den Geist in eurem Denken! (Röm 12,2)24 Zieht den neuen Menschen an, der nach dem Bild Gottes geschaffen ist in wahrer Gerechtigkeit und Heiligkeit! (1Mo 1,26; Kol 3,10)25 Legt deshalb die Lüge ab und redet die Wahrheit, jeder mit seinem Nächsten; denn wir sind als Glieder miteinander verbunden. (Sach 8,16; Kol 3,9)26 Wenn ihr zürnt, sündigt nicht! Die Sonne soll über eurem Zorn nicht untergehen. (Ps 4,5)27 Gebt dem Teufel keinen Raum! (Eph 6,11)28 Der Dieb soll nicht mehr stehlen, vielmehr soll er sich abmühen und mit seinen Händen etwas verdienen, damit er den Notleidenden davon geben kann.29 Über eure Lippen komme kein böses Wort, sondern nur ein gutes, das den, der es braucht, auferbaut und denen, die es hören, Nutzen bringt!30 Betrübt nicht den Heiligen Geist Gottes, den ihr als Siegel empfangen habt für den Tag der Erlösung!31 Jede Art von Bitterkeit und Wut und Zorn und Geschrei und Lästerung mit allem Bösen verbannt aus eurer Mitte! (Kol 3,8; Jak 3,14)32 Seid gütig zueinander, seid barmherzig, vergebt einander, wie auch Gott euch in Christus vergeben hat. (Kol 3,12)

Epheser 4

Nueva Versión Internacional (Castellano)

von Biblica
1 Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, os ruego que viváis de una manera digna del llamamiento que habéis recibido,2 siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.3 Esforzaos por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.4 Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fuisteis llamados a una sola esperanza;5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo;6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos.7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones.8 Por esto dice: «Cuando ascendió a lo alto, se llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres». (Ps 68,18)9 (¿Qué quiere decir eso de que«ascendió», sino que también descendió a las partes bajas, o sea, a la tierra?[1]10 El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo).11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros,12 a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo.13 De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo.14 Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas.15 Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.16 Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.17 Así que os digo esto y os insisto en el Señor: no viváis más con pensamientos frívolos como los paganos.18 A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de su corazón, estos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene de Dios.19 Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes.20 No fue esta la enseñanza que vosotros recibisteis acerca de Cristo,21 si de veras se os habló y enseñó de Jesús según la verdad que está en él.22 Con respecto a la vida que antes llevabais, se os enseñó que debíais quitaros el ropaje de la vieja naturaleza, la cual está corrompida por los deseos engañosos;23 ser renovados en la actitud de vuestra mente;24 y poneros el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.25 Por lo tanto, dejando la mentira, hablad cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.26 «Si os enojáis, no pequéis». No permitáis que el enojo os dure hasta la puesta del sol, (Ps 4,4)27 ni deis cabida al diablo.28 El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos para tener qué compartir con los necesitados.29 Evitad toda conversación obscena. Por el contrario, que vuestras palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes las escuchan.30 No agraviéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.31 Abandonad toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia.32 Más bien, sed bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente, así como Dios os perdonó en Cristo.