1Vor euch, Brüder und Schwestern, konnte ich aber nicht wie vor Geisterfüllten reden; ihr wart noch irdisch eingestellt, unmündige Kinder in Christus.2Milch gab ich euch zu trinken statt fester Speise; denn diese konntet ihr noch nicht vertragen. Ihr könnt es aber auch jetzt noch nicht; (1Petr 2,2)3denn ihr seid immer noch irdisch eingestellt. Oder seid ihr nicht irdisch eingestellt, handelt ihr nicht sehr menschlich, wenn Eifersucht und Streit unter euch herrschen? (1Kor 1,11; 1Kor 11,18; Gal 5,19)4Denn wenn einer sagt: Ich halte zu Paulus!, ein anderer: Ich zu Apollos!, urteilt ihr da nicht zu menschlich? (1Kor 1,12)
Paulus und Apollos als Mitarbeiter Gottes beim Aufbau der Gemeinde
5Was ist denn Apollos? Und was ist Paulus? Diener, durch die ihr zum Glauben gekommen seid, und jeder, wie der Herr es ihm gegeben hat:6Ich habe gepflanzt, Apollos hat begossen, Gott aber ließ wachsen.7So ist weder der etwas, der pflanzt, noch der, der begießt, sondern nur Gott, der wachsen lässt.8Wer pflanzt und wer begießt: Beide sind eins, jeder aber erhält seinen eigenen Lohn entsprechend seiner Mühe.9Denn wir sind Gottes Mitarbeiter; ihr seid Gottes Ackerfeld, Gottes Bau. (Eph 2,20)10Der Gnade Gottes entsprechend, die mir geschenkt wurde, habe ich wie ein weiser Baumeister den Grund gelegt; ein anderer baut darauf weiter. Aber jeder soll darauf achten, wie er weiterbaut. (Röm 15,20)11Denn einen anderen Grund kann niemand legen als den, der gelegt ist: Jesus Christus. (Apg 4,11; Eph 2,20; 1Petr 2,4)12Ob aber jemand auf dem Grund mit Gold, Silber, kostbaren Steinen, mit Holz, Heu oder Stroh weiterbaut:13Das Werk eines jeden wird offenbar werden; denn der Tag wird es sichtbar machen, weil er sich mit Feuer offenbart. Und wie das Werk eines jeden beschaffen ist, wird das Feuer prüfen. (Mal 3,2; 1Kor 4,5; 2Thess 1,7)14Hält das Werk stand, das er aufgebaut hat, so empfängt er Lohn.15Brennt es nieder, dann muss er den Verlust tragen. Er selbst aber wird gerettet werden, doch so wie durch Feuer hindurch.16Wisst ihr nicht, dass ihr Gottes Tempel seid und der Geist Gottes in euch wohnt? (1Kor 6,19; 2Kor 6,16; Eph 2,21)17Wer den Tempel Gottes zerstört, den wird Gott zerstören. Denn Gottes Tempel ist heilig und der seid ihr.
Weisheit der Welt – Torheit vor Gott
18Keiner täusche sich selbst. Wenn einer unter euch meint, er sei weise in dieser Welt, dann werde er töricht, um weise zu werden. (1Kor 1,18; 1Kor 4,10)19Denn die Weisheit dieser Welt ist Torheit vor Gott. In der Schrift steht nämlich: Er fängt die Weisen in ihrer eigenen List. (Hi 5,13; Röm 1,22; 1Kor 1,20)20Und an einer anderen Stelle: Der Herr kennt die Gedanken der Weisen; er weiß, sie sind nichtig. (Ps 94,11; Röm 1,21)21Daher soll sich niemand eines Menschen rühmen. Denn alles gehört euch; (1Kor 1,31; 2Kor 2,17)22Paulus, Apollos, Kephas, Welt, Leben, Tod, Gegenwart und Zukunft: Alles gehört euch; (Röm 8,38; 1Kor 1,12)23ihr aber gehört Christus und Christus gehört Gott.
1Yo, hermanos, no pude dirigirme a ustedes como a espirituales sino como a inmaduros,[1] apenas niños en Cristo.2Les di leche porque no podían asimilar alimento sólido, ni pueden todavía,3pues aún son inmaduros. Mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no serán inmaduros? ¿Acaso no se están comportando según criterios meramente humanos?4Cuando uno afirma: «Yo sigo a Pablo», y otro: «Yo sigo a Apolos», ¿no es porque están actuando con criterios humanos?[2]5Después de todo, ¿qué es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Nada más que servidores por medio de los cuales ustedes llegaron a creer, según lo que el Señor le asignó a cada uno.6Yo sembré, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento.7Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino sólo Dios, quien es el que hace crecer.8El que siembra y el que riega están al mismo nivel, aunque cada uno será recompensado según su propio trabajo.9En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.10Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, eché los cimientos, y otro construye sobre ellos. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye,11porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.12Si alguien construye sobre este fundamento, ya sea con oro, plata y piedras preciosas, o con madera, heno y paja,13su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno.14Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa,15pero si su obra es consumida por las llamas, él sufrirá pérdida. Será salvo, pero como quien pasa por el fuego.16¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?17Si alguno destruye el templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo.18Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio según las normas de esta época, hágase ignorante para así llegar a ser sabio.19Porque a los ojos de Dios la sabiduría de este mundo es locura. Como está escrito: «Él atrapa a los sabios en su propia astucia»;[3]20y también dice: «El Señor conoce los pensamientos de los sabios y sabe que son absurdos.»[4]21Por lo tanto, ¡que nadie base su orgullo en el hombre! Al fin y al cabo, todo es de ustedes,22ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el universo, o la vida, o la muerte, o lo presente o lo por venir; todo es de ustedes,23y ustedes son de Cristo, y Cristo es de Dios.