Richter 7

Einheitsübersetzung 2016

von Katholisches Bibelwerk
1 Am frühen Morgen brach Jerubbaal - das ist Gideon - mit allen Leuten, die er bei sich hatte, auf und sie errichteten bei der Harod- Quelle ihr Lager; das Lager Midians war nördlich davon beim Hügel More in der Ebene. (Ri 6,32)2 Der HERR sagte zu Gideon: Die Leute, die du bei dir hast, sind zu zahlreich, als dass ich Midian in ihre Hand geben könnte. Sonst könnte sich Israel mir gegenüber rühmen und sagen: Meine eigene Hand hat mich gerettet.3 Nun also, rufe vor den Ohren der Leute aus: Wer sich fürchtet und Angst hat, kehre um und enteile vom Berg Gilead! Darauf kehrten von den Leuten zweiundzwanzigtausend um, während zehntausend übrig blieben. (5Mo 20,8)4 Doch der HERR sagte zu Gideon: Die Leute sind immer noch zu zahlreich. Führ sie hinab ans Wasser; dort will ich sie für dich mustern. Von wem ich zu dir sagen werde: Er soll mit dir gehen!, der soll mit dir gehen und jeder, von dem ich zu dir sagen werde: Dieser soll nicht mit dir gehen!, der soll nicht gehen.5 Gideon führte die Leute zum Wasser hinab und der HERR sagte zu ihm: Stell alle, die das Wasser mit der Zunge auflecken, wie es ein Hund tut, auf einen besonderen Platz, und ebenso alle, die sich zum Trinken hinknien.6 Die Zahl derer, die aufleckten - mit der Hand zum Mund -, betrug dreihundert Mann. Alle übrigen Leute aber knieten sich hin, um das Wasser zu trinken.7 Der HERR sagte zu Gideon: Durch die dreihundert Mann, die aufgeleckt haben, will ich euch retten und Midian in deine Hand geben. Alle übrigen Leute sollen jeder an seinen Ort gehen.8 Sie nahmen die Verpflegung der Leute und ihre Widderhörner mit. Gideon entließ alle Israeliten, jeden zu seinen Zelten. Nur die dreihundert Mann behielt er bei sich. Das Lager Midians lag unterhalb von ihm in der Ebene.9 Und es geschah in jener Nacht: Der HERR sagte zu ihm: Auf, geh in das Lager hinab; denn ich habe es in deine Hand gegeben.10 Wenn du dich aber davor fürchtest hinabzusteigen, dann geh mit deinem Diener Pura bis zum Lager hinab.11 Du wirst hören, was man dort redet. Dann werden deine Hände stark werden und du wirst in das Lager hinabziehen. Gideon ging also mit seinem Diener Pura bis unmittelbar an die Krieger im Lager heran.12 Midian und Amalek und die Leute des Ostens waren in die Ebene eingefallen, zahlreich wie die Heuschrecken, und ihre Kamele waren zahllos wie der Sand am Ufer des Meeres.13 Als Gideon ankam, erzählte gerade einer dem andern einen Traum. Er sagte: Hör zu, ich hatte einen Traum: Siehe, ein Laib Gerstenbrot rollte im Lager Midians hin und her, gelangte bis zum Zelt und stieß dagegen, sodass es umfiel. Er stülpte es nach oben um und so lag das Zelt da.14 Der andere antwortete: Das bedeutet nichts anderes als das Schwert des Israeliten Gideon, des Sohnes des Joasch. Gott hat Midian und das ganze Lager in seine Hand gegeben.15 Als Gideon die Erzählung von dem Traum und seine Deutung hörte, warf er sich nieder und betete. Dann kehrte er ins Lager Israels zurück und rief: Auf! Der HERR hat das Lager Midians in eure Hand gegeben.16 Gideon teilte die dreihundert Mann in drei Abteilungen und gab allen Männern Widderhörner und leere Krüge in die Hand; in den Krügen waren Fackeln.17 Er sagte zu ihnen: Seht auf mich und macht alles ebenso wie ich! Wenn ich an den Rand des Lagers komme, so sollt, wie ich es mache, auch ihr machen.18 Wenn ich und alle, die bei mir sind, das Widderhorn blasen, dann müsst auch ihr rings um das ganze Lager eure Hörner blasen und rufen: Für den HERRN und Gideon!19 Gideon und die hundert Mann, die bei ihm waren, gelangten zu Beginn der mittleren Nachtwache an den Rand des Lagers; man hatte gerade die Wachen aufgestellt. Sie bliesen das Widderhorn und zerschlugen die Krüge, die sie in der Hand hatten.20 Es bliesen also die drei Abteilungen die Hörner, zerschlugen die Krüge, ergriffen mit der linken Hand die Fackeln, während sie in der rechten Hand die Widderhörner hielten, um zu blasen, und schrien: Schwert für den HERRN und Gideon!21 Dabei blieben sie rings um das Lager stehen, jeder an dem Platz, wo er gerade war. Im Lager liefen alle durcheinander, schrien und flohen.22 Als die dreihundert Männer ihre Hörner bliesen, richtete der HERR im ganzen Lager das Schwert des einen gegen den andern. Alle im Lager flohen bis nach Bet-Schitta, Zereda, Sefat-Abel-Mehola und Tabbat.23 Nun wurden die Israeliten aus Naftali, Ascher und ganz Manasse aufgeboten und sie jagten den Midianitern nach.24 Außerdem schickte Gideon Boten im ganzen Bergland von Efraim umher und ließ sagen: Zieht hinab gegen Midian und schneidet ihnen das Wasser bis nach Bet-Bara und den Jordan ab! So wurden alle Männer Efraims zusammengerufen und sie besetzten die Wasserstellen bis Bet- Bara und den Jordanübergang.25 Sie nahmen auch die zwei Midianiterfürsten Oreb, Rabe, und Seeb, Wolf, gefangen. Oreb töteten sie am Rabenfelsen und Seeb töteten sie an der Wolfskelter; dann setzten sie die Verfolgung Midians fort. Die Köpfe Orebs und Seebs aber brachten sie zu Gideon über den Jordan. (Ps 83,12)

Richter 7

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 Entonces Jerobaal (el cual es Gedeón), y todo el pueblo con él, madrugaron y acamparon junto a la fuente de Harod. Y el campamento de Madián estaba al norte de ellos, en el valle cercano al collado de Moré.2 Y dijo YHVH a Gedeón: El pueblo que tienes contigo es muy numeroso para que Yo entregue a Madián en su mano, no sea que Israel se enaltezca contra mí, y diga: Mi mano me ha salvado.3 Pregona pues a oídos del pueblo, diciendo: ¡Quien tema y tiemble, vuélvase, y retírese del monte de Galaad! Y de los del pueblo se volvieron veintidós mil, y quedaron diez mil.4 Entonces dijo YHVH a Gedeón: Aún el pueblo es mucho. Haz que bajen a las aguas, y te los probaré allí, y será que de quien Yo te diga: Vaya éste contigo, irá contigo; pero del que te diga: No vaya éste contigo, no irá.5 Hizo pues que el pueblo bajara a las aguas, y dijo YHVH a Gedeón: Todo el que lama las aguas con su lengua, como lame el perro, lo pondrás aparte; asimismo a todo el que se arrodille para beber.6 Y el número de los que bebieron a lametones fue de trescientos hombres, pero el resto del pueblo se arrodilló para beber el agua.7 Y dijo YHVH a Gedeón: Con estos trescientos hombres que han lamido os salvaré y entregaré a Madián en tus manos. Que todo el pueblo se vaya, cada uno a su lugar.8 Tomó aquella gente sus pertrechos en sus manos, así como sus shofar, y a todos los demás hombres de Israel los envió, cada cual a su tienda, pero retuvo a los trescientos hombres. Y el campamento de Madián estaba debajo de él, en el valle.9 Y sucedió aquella noche que YHVH le dijo: Levántate, baja al campamento, porque lo he entregado en tu mano.10 Y si temes descender, baja al campamento con tu criado Fura,11 y escucha lo que hablan, pues así tus manos serán fortalecidas para bajar contra el campamento. Y él bajó con su criado Fura hasta un extremo de los quintados que había en el campamento.12 Y Madián y Amalec, con todos los orientales, estaban esparcidos por el valle como multitud de langostas, y sus camellos eran incontables como la arena que está a la orilla del mar.13 Y he aquí cuando llegó Gedeón, un hombre estaba relatando a su compañero un sueño, y decía: Mira, acabo de soñar un sueño: Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó hasta la tienda y la golpeó de tal manera que cayó. La trastornó de arriba abajo de tal modo que la tienda colapsó.14 Y su compañero respondió, y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón ben Joás, varón de Israel. Ha-’Elohim ha entregado en su mano a Madián y a todo el campamento.15 Y sucedió que cuando Gedeón oyó el relato del sueño con su interpretación, se postró, y regresó al campamento de Israel, y dijo: Levantaos, porque YHVH ha entregado en vuestra mano el campamento de Madián.16 Y repartió los trescientos hombres en tres escuadrones, y puso un shofar en mano de cada uno de ellos, y cántaros vacíos con antorchas dentro de los cántaros.17 Luego les dijo: Miradme, y haced lo que hago yo. He aquí cuando llegue al extremo del campamento, lo que yo haga, así haréis vosotros.18 Cuando yo, y todos los que están conmigo, hagamos resonar el shofar, entonces cada uno de vosotros también haréis resonar el shofar alrededor de todo el campamento, y gritaréis: ¡Por YHVH y por Gedeón!19 Y Gedeón y los cien hombres que estaban con él llegaron a las afueras del campamento, al principio de la vigilia intermedia, cuando acababan de relevar a los centinelas. Y haciendo resonar el shofar, quebraron los cántaros que llevaban en sus manos.20 Entonces, los tres escuadrones hicieron resonar los shofar, quebraron los cántaros, y tomando con su mano izquierda las antorchas y con su diestra el shofar para hacerlo resonar, clamaron: ¡Espada de YHVH y de Gedeón!21 Y cada hombre se mantuvo firme en su lugar alrededor del campamento, y todo el campamento echó a correr gritando mientras huían.22 Pues cuando hicieron resonar los trescientos shofares, YHVH hizo que la espada de cada uno se volviera contra su compañero en todo el campamento. Y el campamento huyó hasta Bet-sita, en dirección de Zerera, hasta el límite de Abel-mehola, cerca de Tabat.23 Y fueron convocados los israelitas de Neftalí, de Aser y de todo Manasés, y persiguieron a Madián.24 Luego Gedeón envió mensajeros por toda la serranía de Efraín, diciendo: ¡Bajad al encuentro de los madianitas y tomad antes que ellos las aguas hasta Bet-bara y el Jordán! Y todos los hombres de Efraín se reunieron y tomaron las aguas hasta Bet-bara y también el Jordán.25 Y capturaron a los dos jefes de Madián: Oreb y Zeeb. Y a Oreb lo mataron en Tsur-oreb y a Zeeb lo mataron en Yequeb-zeeb. Y persiguieron a Madián, pero las cabezas de Oreb y de Zeeb las llevaron a Gedeón, al otro lado del Jordán.