1In jener Zeit erkrankte Jerobeams Sohn Abija.2Jerobeam befahl daher seiner Frau: Mach dich auf, verkleide dich, damit man nicht erkennt, dass du Jerobeams Frau bist, und geh nach Schilo! Dort wohnt der Prophet Ahija, der mir verkündet hat, dass ich König dieses Volkes sein werde. (1Kön 11,29)3Nimm zehn Brote, Kuchen und einen Krug Honig mit und geh zu ihm! Er wird dir sagen, was mit dem Kind geschehen wird.4Die Frau Jerobeams tat so; sie machte sich auf, ging nach Schilo und kam in das Haus Ahijas. Dieser aber konnte nicht mehr sehen; denn seine Augen waren im Alter starr geworden.5Doch der HERR hatte ihm gesagt: Die Frau Jerobeams kommt, um von dir Auskunft über ihren kranken Sohn zu erhalten. Das und das sollst du zu ihr sagen. Wenn sie kommt, wird sie sich verstellen. (1Sam 9,15)6Sobald sie sich nun der Türe näherte und Ahija das Geräusch ihrer Schritte hörte, rief er: Komm herein, Frau Jerobeams! Warum verstellst du dich? Ich habe dir eine harte Botschaft zu verkünden.7Geh heim und sag zu Jerobeam: So spricht der HERR, der Gott Israels: Ich habe dich mitten aus dem Volk emporgehoben und zum Fürsten meines Volkes Israel gemacht.8Ich habe das Königtum dem Haus David entrissen und dir gegeben. Du aber bist nicht wie mein Knecht David gewesen, der meine Gebote bewahrte, mir mit ganzem Herzen folgte und nur das tat, was mir gefällt.9Du hast es schlimmer getrieben als alle, die vor dir waren, du bist hingegangen, hast dir andere Götter und Gussbilder gemacht und mich dadurch erzürnt. Mir hast du den Rücken gekehrt.10Darum bringe ich Unheil über das Haus Jerobeam und rotte von ihm alles in Israel aus, was männlich ist, ob unmündig oder mündig. Ich entferne das Haus Jerobeam, wie man Kot entfernt, bis nichts mehr vorhanden ist. (1Kön 21,21; 2Kön 9,8)11Wer vom Haus Jerobeam in der Stadt stirbt, den werden die Hunde fressen; und wer auf dem freien Feld stirbt, den werden die Vögel des Himmels fressen. Ja, der HERR hat gesprochen.12Du aber mach dich auf und geh in dein Haus! Sobald deine Füße die Stadt betreten, wird der Knabe sterben.13Ganz Israel wird ihm die Totenklage halten und ihn begraben; denn er allein wird vom Haus Jerobeam ein Grab erhalten, weil im Haus Jerobeam nur an ihm sich etwas fand, was dem HERRN, dem Gott Israels, gefiel.14Der HERR aber wird sich einen König von Israel bestellen, der das Haus Jerobeam ausrottet. Das wird er heute noch tun. Was? Jetzt tut er es.[1] (1Kön 15,27)15Der HERR wird Israel schlagen, dass es schwankt wie das Rohr im Wasser, und er wird Israel aus diesem guten Land, das er den Vätern gegeben hat, ausreißen und es jenseits des Stromes zerstreuen, weil sie sich Kultpfähle gemacht und ihn dadurch erzürnt haben.16Er wird Israel preisgeben wegen der Sünden, die Jerobeam begangen und zu denen er Israel verführt hat.17Da stand die Frau Jerobeams auf und ging. Als sie nach Tirza kam und über die Schwelle des Hauses trat, starb der Knabe.18Ganz Israel begrub ihn und hielt ihm die Totenklage, wie der HERR durch seinen Knecht, den Propheten Ahija, vorausgesagt hatte.
Jerobeams Tod
19Die übrige Geschichte Jerobeams, welche Kriege er führte und wie er regierte, ist aufgezeichnet in der Chronik der Könige von Israel.20Die Regierungszeit Jerobeams betrug zweiundzwanzig Jahre. Er entschlief zu seinen Vätern und sein Sohn Nadab wurde König an seiner Stelle.
Rehabeam von Juda
21Rehabeam, der Sohn Salomos, war König in Juda. Er war einundvierzig Jahre alt, als er König wurde, und regierte siebzehn Jahre in Jerusalem, der Stadt, die der HERR aus allen Stämmen Israels erwählt hatte, um seinen Namen auf sie zu legen. Seine Mutter hieß Naama und war eine Ammoniterin. (1Kön 8,44; 1Kön 11,13; 2Chr 12,9)22Juda aber tat, was böse war in den Augen des HERRN. Die Sünden, die sie begingen, reizten ihn mehr als alles, was ihre Väter getan hatten.23Denn auch sie errichteten Kulthöhen, Steinmale und Kultpfähle auf allen hohen Hügeln und unter jedem üppigen Baum. (Jer 2,20)24Sogar Götzengeweihte gab es im Land. Sie ahmten alle Gräuel der Völker nach, die der HERR vor den Israeliten vertrieben hatte.[2] (2Kön 16,3)25Im fünften Jahr des Königs Rehabeam zog Schischak, der König von Ägypten, gegen Jerusalem.26Er raubte die Schätze des Tempels und die Schätze des königlichen Palastes und nahm alles weg, auch alle goldenen Schilde, die Salomo hatte anfertigen lassen. (2Kön 14,14)27An deren Stelle ließ König Rehabeam bronzene anfertigen und übergab sie den Befehlshabern der Läufer, die den Eingang zum Haus des Königs bewachten.28Sooft nun der König in das Haus des HERRN ging, trugen die Läufer die Schilde und brachten sie dann wieder in ihre Wachstube zurück.29Die übrige Geschichte Rehabeams und alle seine Taten sind aufgezeichnet in der Chronik der Könige von Juda.30Es war aber dauernd Krieg zwischen Rehabeam und Jerobeam.31Rehabeam entschlief zu seinen Vätern und wurde bei seinen Vätern in der Davidstadt begraben. Seine Mutter hieß Naama und war eine Ammoniterin. Sein Sohn Abija wurde König an seiner Stelle.
1En aquel tiempo, Abías, hijo de Jeroboam, cayó enfermo.2Y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate para que no te reconozcan como mujer de Jeroboam, y ve a Silo. Allí está el profeta Ahías, que habló de mí diciendo que yo sería rey sobre este pueblo.3Toma en tu mano diez panes, tortas, y una vasija de miel, y ve a él. Te dirá qué será del niño.4Y así lo hizo la mujer de Jeroboam, y se levantó, fue a Silo y llegó a la casa de Ahías. Y Ahías ya no podía ver, pues sus ojos se habían quedado fijos por la vejez.5Pero YHVH había dicho a Ahías: He aquí, la mujer de Jeroboam viene a buscar palabra de ti acerca de su hijo que está enfermo. Así y así le has de hablar, porque será que cuando ella entre, fingirá ser otra mujer.6Y fue así que cuando Ahías oyó el ruido de sus pasos, al entrar ella por la puerta, dijo: Entra, mujer de Jeroboam, ¿por qué finges ser otra? Por cuanto a ti soy enviado con un duro mensaje.7Ve, di a Jeroboam: Así dice YHVH, Dios de Israel: Por cuanto Yo te elevé de entre el pueblo y te hice caudillo de mi pueblo Israel;8y rasgué el reino de la casa de David y te lo entregué a ti; sin embargo, tú no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos y anduvo en pos de mí con todo su corazón, haciendo sólo lo recto ante mis ojos;9sino que has hecho lo malo más que todos los que te precedieron, y has ido y te has hecho otros dioses, y has fundido imágenes para provocarme a ira, y me has dado la espalda;10por tanto, he aquí que Yo traigo el mal sobre la casa de Jeroboam, y cortaré de Jeroboam a todo meante a la pared, tanto al que está bajo servidumbre como al que es libre en Israel, y barreré por completo la posteridad de Jeroboam, como se barre el estiércol, hasta que no quede nada.11Al que de Jeroboam muera en la ciudad, lo comerán los perros, y al que muera en el campo, lo comerán las aves de los cielos, porque YHVH ha hablado.12Levántate por tanto y vete a tu casa: en cuanto tus pies entren en la ciudad, el niño morirá;13y todo Israel hará duelo por él y lo sepultará; pues éste es el único de los de Jeroboam que será sepultado, porque de la casa de Jeroboam, sólo en él se ha hallado algo bueno delante de YHVH, Dios de Israel;14y YHVH hará levantar para sí un rey en Israel, el cual destruirá la casa de Jeroboam en su día, ¿y qué si es ahora mismo?15Por cuanto YHVH sacudirá a Israel como se sacude una caña en el agua, y desarraigará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los esparcirá más allá del Río, porque se hicieron sus aseras, provocando a ira a YHVH;16y entregará a Israel a causa de los pecados de Jeroboam, por los cuales pecó él, e hizo pecar a Israel.17Entonces la mujer de Jeroboam se levantó, se fue y llegó a Tirsa, y al pasar el umbral de la casa, el niño murió.18Y lo sepultaron, y todo Israel hizo duelo por él, conforme a la palabra que YHVH había hablado por medio de su siervo Ahías, el profeta.19Los demás hechos de Jeroboam, cómo guerreó y cómo reinó, he aquí están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Israel.20Los días que reinó Jeroboam fueron veintidós años, y durmió con sus padres, y su hijo Nadab reinó en su lugar.21Roboam ben Salomón reinó en Judá. Roboam tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diecisiete años en Jerusalem, la ciudad que YHVH había escogido de entre todas las tribus de Israel, para poner su Nombre allí. El nombre de su madre era Naama, amonita.22E hizo Judá lo malo ante los ojos de YHVH; y lo provocaron a celos con sus pecados que cometieron, más que los que habían cometido sus padres,23por cuanto ellos también se construyeron lugares altos, piedras rituales y aseras en cada serranía y debajo de todo árbol frondoso.24También había en el país varones consagrados a la prostitución ritual, que hacían conforme a todas las prácticas abominables de los pueblos que YHVH había echado de delante de los hijos de Israel.25En el año quinto del reinado de Roboam, aconteció que Sisac, rey de Egipto, subió contra Jerusalem;26y se apoderó de los tesoros de la Casa de YHVH, y de los tesoros de la casa del rey. Se lo llevó todo; incluso todos los escudos de oro que había hecho Salomón.27En lugar de ellos, el rey Roboam hizo escudos de bronce, y los confió en mano de los capitanes de la guardia, que protegían la entrada de la casa del rey.28Y sucedía que cuantas veces el rey entraba en la Casa de YHVH, los de la guardia los portaban; luego los devolvían a la cámara de la guardia.29Los demás hechos de Roboam y todas las cosas que hizo, ¿no están escritos en el rollo de las Crónicas de los reyes de Judá?30Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días.31Y Roboam durmió con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre era Naama, amonita; y reinó en su lugar Abiam su hijo.