Psalm 90

Elberfelder Bibel

von SCM Verlag
1 Ein Gebet von Mose, dem Mann Gottes. Herr, du bist unsere Wohnung[1] gewesen von Generation zu Generation. (5Mo 33,1; 5Mo 33,27)2 Ehe die Berge geboren waren und du die Erde und die Welt erschaffen[2] hattest, von Ewigkeit zu Ewigkeit bist du, Gott. (Ps 48,15; Ps 93,2; Ps 102,13; Spr 8,25; Hab 1,12; 1Tim 6,16)3 Du lässt den Menschen zum Staub[3] zurückkehren und sprichst: Kehrt zurück, ihr Menschenkinder! (1Mo 3,19; Hi 34,14; Ps 104,29; Ps 146,4; Pred 12,7)4 Denn tausend Jahre sind in deinen Augen wie der gestrige Tag, wenn er vergangen ist, und wie eine Wache in der Nacht. (2Petr 3,8)5 Du schwemmst sie hinweg, ⟨sie sind wie⟩ ein Schlaf, sie sind am Morgen wie Gras, das aufsprosst[4]. (Ps 103,15)6 Am Morgen blüht es und sprosst auf. Am Abend welkt es und verdorrt. (Hi 14,2; Ps 102,12; Jes 40,6)7 Denn wir vergehen durch deinen Zorn, und durch deinen Grimm werden wir erschreckt. (Ps 78,33; Hab 3,12)8 Du hast unsere Ungerechtigkeiten vor dich gestellt, unser verborgenes ⟨Tun⟩ vor das Licht deines Angesichts. (Ps 109,15; Jer 16,17; 1Kor 4,5; Hebr 4,13)9 Denn alle unsere Tage schwinden durch deinen Grimm. Wir bringen unsere Jahre zu wie einen Seufzer. (Ps 35,5; Jak 4,14)10 Die Tage unserer Jahre sind siebzig Jahre, und, wenn in Kraft, achtzig Jahre, und ihr Stolz ist Mühe und Nichtigkeit, denn schnell eilt es vorüber, und wir fliegen dahin. (Hi 5,7)11 Wer erkennt die Stärke deines Zorns und deines Grimms, wie es der Furcht vor dir entspricht?12 So lehre ⟨uns⟩ denn zählen unsere Tage, damit wir ein weises Herz erlangen! (Ps 39,5)13 Kehre wieder, HERR! – Bis wann? Erbarme dich deiner Knechte! (4Mo 10,36; 5Mo 32,36; Ps 6,4; Ps 80,15)14 Sättige uns am Morgen mit deiner Gnade, so werden wir jubeln und uns freuen in allen unseren Tagen. (Ps 143,8)15 Erfreue uns so viele Tage, wie du uns gebeugt hast, ⟨so viele⟩ Jahre, wie wir Übles gesehen haben!16 Lass an deinen Knechten sichtbar werden dein Tun und deine Majestät über ihren Söhnen.17 Die Freundlichkeit des Herrn, unseres Gottes, sei über uns und festige über uns das Werk unserer Hände! Ja, das Werk unserer Hände, festige ⟨du⟩ es! (Jes 26,12)

Psalm 90

Nueva Versión Internacional

von Biblica
1 Señor, tú has sido nuestro refugio generación tras generación.2 Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios.3 Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, cuando dices: «¡Vuélvanse al polvo, mortales!»4 Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche.5 Arrasas a los mortales. Son como un sueño. Nacen por la mañana, como la hierba6 que al amanecer brota lozana y por la noche ya está marchita y seca.7 Tu ira en verdad nos consume, tu indignación nos aterra.8 Ante ti has puesto nuestras iniquidades; a la luz de tu presencia, nuestros pecados secretos.9 Por causa de tu ira se nos va la vida entera; se esfuman nuestros años como un suspiro.10 Algunos llegamos hasta los setenta años, quizás alcancemos hasta los ochenta, si las fuerzas nos acompañan. Tantos años de vida,[1] sin embargo, sólo traen pesadas cargas y calamidades: pronto pasan, y con ellos pasamos nosotros.11 ¿Quién puede comprender el furor de tu enojo? ¡Tu ira es tan grande como el temor que se te debe!12 Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría.13 ¿Cuándo, Señor, te volverás hacia nosotros? ¡Compadécete ya de tus siervos!14 Sácianos de tu amor por la mañana, y toda nuestra vida cantaremos de alegría.15 Días y años nos has afligido, nos has hecho sufrir; ¡devuélvenos ahora ese tiempo en alegría!16 ¡Sean manifiestas tus obras a tus siervos, y tu esplendor a sus descendientes!17 Que el favor[2] del Señor nuestro Dios esté sobre nosotros. Confirma en nosotros la obra de nuestras manos; sí, confirma la obra de nuestras manos.

Psalm 90

La Biblia Textual

von Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 ¡Oh Adonay, Tú has sido nuestra morada De generación en generación!2 Antes que los montes fueran engendrados, Y dieras a luz la tierra y el mundo, Desde la eternidad y hasta la eternidad, Tú eres ’El.3 Haces que el hombre vuelva al polvo, Y dices: Volveos, hijos de Adam.4 Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche.5 Los arrastras como una inundación, Son como un sueño al amanecer, Como la hierba que crece:6 A la mañana reverdece y florece, A la tarde se marchita y se seca.7 ¡Cómo somos consumidos por tu ira Y turbados por tu indignación!8 Pusiste nuestras iniquidades ante ti, Nuestras cosas ocultas a la luz de tu rostro,9 Ciertamente todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Consumimos nuestros años como un suspiro.10 Los días de nuestros años son setenta años, Y en los robustos, ochenta años, Pero todo su orgullo no es más que afán y vanidad, Porque pronto pasan… y volamos.11 ¿Quién conoce el poder de tu ira y de tu indignación conforme al temor que se te debe?12 Enséñanos a contar nuestros días de tal modo, Que traigamos al corazón sabiduría.13 ¡Vuélvete, YHVH! ¿Hasta cuándo? ¡Ten compasión de tus siervos!14 ¡Sácianos presto de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días!15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que hemos visto males.16 Manifiesta en tus siervos tu obra, Y sobre sus hijos tu gloria,17 Y la hermosura de Adonay nuestro Dios sea sobre nosotros; Y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos; ¡Sí, la obra de nuestras manos confirma!