Gestalte mit uns ERF Bibleserver. Einfach an unserer Umfrage teilnehmen und gewinnen. Jetzt teilnehmen
Deine Anregungen und Wünsche bei der Weiterentwicklung von ERF Bibleserver sind uns wichtig! Einfach an unserer Umfrage teilnehmen und gewinnen. Jetzt teilnehmen
Su navegador no está actualizado. Si ERF Bibleserver es muy lento, por favor, actualice su navegador.
de Sociedad Bíblica Iberoamericana1¿Sabes tú cuándo paren las cabras monteses? ¿Has asistido al parto de las ciervas?2¿Puedes contar los meses de su preñez, Y saber el tiempo en que han de parir?3Se encorvan, fuerzan a salir a las crías, Echan fuera sus dolores de parto.4Sus crías crecen y se hacen fuertes, Salen a campo abierto y no vuelven.5¿Quién dio al asno montés su libertad? ¿Quién soltó las ataduras del onagro,6A quien di el desierto por hogar, Y por morada tierra salitrosa?7Se burla del tumulto de la ciudad, Y no hace caso de los gritos del arriero,8Explora los montes, que son su pasto, Y anda rastreando toda cosa verde.9¿Consentirá el búfalo en servirte, O pasará la noche junto a tu establo?10¿Atarás al búfalo con coyundas al arado? ¿Querrá rastrear los valles por ti?11¿Confiarás en él porque es robusto, Dejando a su cuidado tu labor?12¿Te fiarás de él para que te traiga tu cosecha, Y reúna el grano en tu era?13Baten alegres las alas del avestruz, Pero ¿con el ala y el plumaje del amor?14Abandona sus huevos en la tierra, En el polvo los calienta,15Y se olvida que un pie puede aplastarlos, O una bestia salvaje pisotearlos.16Es cruel con sus polluelos, como si no fueran suyos, No le importa que se malogre su fatiga,17Porque Dios la privó de sabio instinto, Y no le repartió inteligencia.18Pero cuando se yergue batiéndose los flancos, Se burla del caballo y su jinete.19¿Diste al corcel su valentía? ¿Vestiste tú su cuello de crines ondulantes?20¿Lo harás brincar como langosta? Sus relinchos son majestuosos y temibles,21Escarba en el valle, Se regocija en su fuerza, Sale al encuentro de las armas,22Se ríe del miedo, y no se espanta, Ni retrocede ante la espada.23La aljaba resuena contra él, Fulguran lanza y jabalina,24Y no obstante, con ímpetu y furor devora la distancia, Sin importarle el son de la trompeta.25Parece decir entre clarines: ¡Ea! ¡Ea! Olfateando desde lejos la batalla, La tronante voz de capitanes, y los alaridos de guerra.26¿Enseñaste tú al halcón a emprender vuelo, Y extender sus alas hacia el mediodía?27¿Mandarás tú acaso a remontar el águila, Y que en la altura cuelgue su nido?28Vive y tiene su morada en la roca, Sobre el risco de la roca, en lugar inaccesible.29Desde allí la presa atisba, Sus ojos la divisan de muy lejos,30Sus polluelos chupan sangre a lengüetadas, Y donde hay carroña, allí está ella.