Gestalte mit uns ERF Bibleserver. Einfach an unserer Umfrage teilnehmen und gewinnen. Jetzt teilnehmen
Deine Anregungen und Wünsche bei der Weiterentwicklung von ERF Bibleserver sind uns wichtig! Einfach an unserer Umfrage teilnehmen und gewinnen. Jetzt teilnehmen
Su navegador no está actualizado. Si ERF Bibleserver es muy lento, por favor, actualice su navegador.
1Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar donde moramos delante de ti es estrecho para nosotros.2Te rogamos que nos permitas ir al Jordán, para que cada uno tome de allí una viga, y nos hagamos un lugar para habitar allí. Y él respondió: Id.3Pero uno dijo: Te ruego que te dignes venir con tus siervos. Y él respondió: Iré.4Fue pues con ellos, y cuando llegaron al Jordán, talaron unos árboles.5Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hierro al agua; y gritó diciendo: ¡Ay, señor mío! ¡Era prestado!6Y el varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y le mostró el lugar. Entonces él cortó un palo, lo echó allí e hizo flotar el hierro.7Y dijo: Tómalo. Y él extendió su mano y lo tomó.8El rey de Siria combatía contra Israel, cuando consultó con sus siervos, y dijo: En tal lugar estará mi campamento.9Entonces el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Cuídate de pasar por tal lugar, porque por allí van a bajar los sirios.10Y el rey de Israel envió al lugar que el varón de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo, él se guardó de ir allí, y esto no una ni dos veces.11Y el corazón del rey de Siria estaba turbado por tal motivo, y llamando a sus siervos, les preguntó: ¿Acaso no me diréis quién de los nuestros está a favor del rey de Israel?12Y uno de sus siervos respondió: No, rey y señor mío, sino que el profeta Eliseo, que está en Israel, él revela al rey de Israel las palabras que tú hablas en el interior de tu aposento.13Y él dijo: Averiguad dónde está, para que pueda hacerle prender. Y le fue dicho: He aquí está en Dotán.14Entonces envió allá caballos y carros, y un numeroso ejército, los cuales llegaron de noche y rodearon la ciudad.15Y cuando el siervo del varón de Dios madrugó para salir, he aquí un ejército con caballos y carros rodeando la ciudad. Y su siervo le dijo: ¡Ay, señor mío! ¿Cómo haremos?16Pero él respondió: No tengas temor, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.17Y oró Eliseo diciendo: ¡Oh YHVH, te ruego que abras sus ojos para que vea! Y YHVH abrió los ojos del siervo, y miró, y he aquí el monte estaba repleto de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo.18Y cuando bajaron contra él, Eliseo oró a YHVH, y dijo: ¡Hiere a esta gente con ceguera, te ruego! Y Él los hirió con una ceguera total conforme a la palabra de Eliseo.19Entonces Eliseo les dijo: Este no es el camino, ni esta es la ciudad; seguidme y os llevaré al varón que buscáis. Y los condujo a Samaria.20Y cuando llegaron a Samaria, sucedió que Eliseo dijo: ¡Oh YHVH, abre los ojos de éstos para que puedan ver! Y YHVH abrió sus ojos, y miraron, y he aquí, estaban en medio de Samaria.21Y cuando el rey de Israel los vio, dijo a Eliseo: Padre mío, ¿debo herirlos? ¿Debo herirlos?22Y él dijo: No los herirás. ¿Matarías tú a los que capturaste con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores.23Entonces preparó una gran comida para ellos, y cuando hubieron comido y bebido, los dejó ir, y regresaron a sus señores; y ya no volvieron a entrar cuadrillas de Siria en la tierra de Israel.24Después de esto, sucedió que Ben-adad rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y puso sitio a Samaria.25Y hubo una gran hambruna en Samaria, pues he aquí que la habían sitiado, hasta que la cabeza de un asno llegó a venderse por ochenta piezas de plata, y un cuarto de cab de estiércol de paloma por cinco piezas de plata.26Y sucedió que el rey de Israel pasaba por el muro, cuando una mujer clamó a él diciendo: ¡Ayúdame, mi señor, oh rey!27Pero él dijo: Si YHVH no te salva, ¿de dónde te salvaré yo? ¿Con algo del granero o del lagar?28Y agregó el rey: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Entrega tu hijo para que podamos comerlo hoy, y mañana comeremos el mío.29Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos; y al día siguiente le dije: Entrega tu hijo para que podamos comerlo, pero ella ha escondido a su hijo.30Cuando el rey escuchó las palabras de la mujer, mientras pasaba por el muro, rasgó sus vestidos; y el pueblo observó, y, he aquí, vestía de saco sobre su cuerpo.31Entonces dijo: ¡Así me haga ’Elohim, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo ben Safat permanece hoy sobre él!32Y Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él, cuando envió un hombre de su parte. Pero antes que el mensajero llegara a él, dijo a los ancianos: ¿Habéis visto como este hijo de homicida ha enviado a cortarme la cabeza? Observad cuando llegue el emisario, cerrad la puerta y rechazadlo con esta. ¿No se escucha tras él el ruido de los pasos de su amo?33Aún hablaba con ellos, cuando he aquí el mensajero bajaba a él, y dijo: Reconozco que esta desgracia es de parte de YHVH. ¿Qué más podría esperar de parte de YHVH?