1¡Líbrame, oh YHVH, del malvado, Y guárdame del violento!2Quienes maquinan males en su corazón, Y cada día provocan contiendas,3Aguzan su lengua como serpiente, Veneno de víbora hay debajo de sus labios. Selah4Defiéndeme, oh YHVH, de la mano perversa, Guárdame de los hombres violentos, Que planean trastornar mis pasos.5Soberbios que me esconden trampa, que me tienden lazos, Junto al sendero han puesto la trampa. Selah6Digo a YHVH: Tú eres mi Dios, Oye, oh YHVH, la voz de mis súplicas.7Oh YHVH Adonay, fortaleza de mi salvación, Que cubres mi cabeza en el día de las armas.8No concedas, oh YHVH, los deseos del impío, No permitas que sus designios salgan adelante, ¡no se exalten! Selah9En cuanto a los que por todas partes me rodean, La malicia de sus propios labios cubrirá sus cabezas.10Carbones encendidos caerán sobre ellos: Serán echados al fuego en abismos profundos, De donde no se levantarán.11El hombre de mala lengua no se afianzará en la tierra, Y el mal perseguirá al varón violento.12Yo sé que YHVH tomará a cargo suyo la causa del afligido, Y el derecho de los pobres.13Ciertamente los justos darán gracias a tu Nombre, Los rectos morarán en tu presencia.
1SEÑOR, líbrame de los hombres malvados. Guárdeme de los violentos,2que todo el día fomentan pleitos y traman en su corazón el mal.3Afilan sus lenguas como lenguas de serpiente; veneno de víbora escurre por sus labios.4Guárdeme del poder de ellos; protégeme del poder de los impíos, de los que traman hacerme caer.5Esos orgullosos me han tendido una trampa; han puesto los lazos de su red, han tendido trampas a lo largo de mi camino.6Yo le dije al SEÑOR: «Tú eres mi Dios». Escucha, SEÑOR, mi súplica por misericordia.7SEÑOR soberano, mi salvador poderoso que me protege en el día de la batalla.8No cumplas, SEÑOR, sus perversos caprichos; no permitas que sus planes prosperen, para que no se llenen de orgullo.9Haz que sus planes se vuelvan contra ellos mismos. Que sean destruidos por el mismo mal que planearon para mí.10Que caigan brasas sobre sus cabezas, arrójalos al fuego, a profundos hoyos de donde no puedan escapar.11No permitas que prosperen los mentirosos aquí en nuestra tierra; que la calamidad caiga con gran fuerza y violencia.12Pero el SEÑOR ciertamente auxiliará a los perseguidos por aquellos; él mantendrá los derechos de los pobres.13Ciertamente los justos están alabando tu nombre y vivirán en tu presencia.