Salmo 130

La Biblia Textual

de Sociedad Bíblica Iberoamericana
1 ¡Oh YHVH, de lo profundo clamo a ti!2 ¡Oh Adonay, oye mi voz, Y tus oídos estén atentos a la voz de mis súplicas!3 YH, si tomaras en cuenta los pecados, ¿Quién, Adonay, podrá mantenerse?4 Pero en ti hay perdón, para que seas temido.5 Espero en YHVH, mi alma espera, En su palabra espero.6 Más que los centinelas a la aurora, Mi alma espera a Adonay, ¡Sí, más que los centinelas a la aurora!7 Espere Israel en YHVH, Porque con YHVH está la misericordia, Y con Él, abundante redención.8 Él redimirá a Israel de todos sus pecados.

Salmo 130

Nueva Biblia Viva

de Biblica
1 ¡SEÑOR, desde lo profundo de mi desesperación clamo a ti pidiendo ayuda!2 Escucha mi lamento, SEÑOR. Atiende mi oración.3 Si tú tomaras en cuenta nuestros pecados ¿quién, SEÑOR, podría seguir vivo?4 Pero tú ofreces perdón, para que aprendamos a temerte.5 Yo espero en el SEÑOR; sí, espero en él. He puesto mi esperanza en su palabra.6 Espero al SEÑOR, más que los centinelas al amanecer; sí, más que los centinelas esperan al amanecer.7 Oh Israel, espera en el SEÑOR porque en él hay amor inagotable, y abundante salvación.8 Él mismo rescatará a Israel de las cadenas del pecado.

Salmo 130

Nueva Versión Internacional

de Biblica
1 A ti, Señor, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo.2 Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.3 Si tú, Señor, tomaras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente?[1]4 Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido.5 Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.6 Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana,7 así tú, Israel, espera al Señor. Porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención.8 Él mismo redimirá a Israel de todos sus pecados.

Salmo 130

Nueva Versión Internacional (Castellano)

de Biblica
1 A ti, SEÑOR, elevo mi clamor desde las profundidades del abismo.2 Escucha, Señor, mi voz. Estén atentos tus oídos a mi voz suplicante.3 Si tú, SEÑOR, tuvieras en cuenta los pecados, ¿quién, Señor, sería declarado inocente?[1]4 Pero en ti se halla perdón, y por eso debes ser temido.5 Espero al SEÑOR, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.6 Espero al Señor con toda el alma, más que los centinelas la mañana. Como esperan los centinelas la mañana,7 así tú, Israel, espera al SEÑOR. Porque en él hay amor inagotable; en él hay plena redención.8 Él mismo redimirá a Israel de todos sus pecados.