de Sociedad Bíblica Iberoamericana1El vino es pendenciero, alborotador el licor: El que se tambalea con ellos no es sabio.2Como rugido de león es el terror del rey, El que provoca su ira, expone su propia vida.3Honra del hombre es evitar la contienda, Pero todo insensato se envolverá en ella.4En otoño no ara el holgazán, Rebuscará en la cosecha, pero no hallará nada.5Agua profunda es el consejo en el corazón del hombre, El hombre entendido logrará sacarlo.6Muchos proclaman sus propias bondades, Pero un hombre de fiar, ¿quién lo hallará?7El justo que camina en su integridad, Deja hijos bienaventurados tras él.8Un rey sentado en el tribunal, Disipa con su mirada toda maldad.9¿Quién podrá decir: Tengo la conciencia pura, Limpio estoy de mi pecado?10Pesa falsa y medida falsa, Ambas son abominación a YHVH.11Ya con sus acciones deja ver el niño, Si su conducta será limpia y recta.12El oído que oye y el ojo que ve: Ambas cosas las hizo YHVH.13No te aficiones al sueño, No sea que te empobrezcas, Despega tus ojos y te saciarás de pan.14Caro, caro, dice el comprador, Pero se marcha restregándose las manos.15Está el oro y multitud de rubíes, Pero los labios sabios son una joya preciosa.16Quítale el vestido a quien sale fiador de un forastero, Y tómalo en prenda cuando da garantía por los forasteros.17Dulce es al hombre el pan de la falsedad, Pero cuando haya llenado su boca, se convertirá en cascajo.18Sopesa los planes mediante el consejo, Y con sabias direcciones haz la guerra.19Quien descubre secretos levanta calumnia, No frecuentes, pues, al que abre mucho la boca.20Al que insulte a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en la más densa oscuridad.21Herencia adquirida con rapacidad al comienzo, No será bendita en su fin.22No digas: yo me vengaré, Espera a YHVH, y Él te salvará.23Las pesas desiguales son abominación a YHVH, Y una balanza con trampa no es buena.24De YHVH son los pasos del hombre, ¿Cómo, pues, podrá el hombre entender su camino?25Lazo es al hombre hacer apresuradamente un voto, Y después de prometido, pensarlo.26El rey sabio avienta a los malvados, Y hace pasar sobre ellos la rueda de trillar.27Lámpara de YHVH es el espíritu del hombre, Que escudriña las profundidades del alma.28Misericordia y verdad preservan al rey, Y la clemencia sustenta su trono.29La gloria de los jóvenes es su fortaleza, Y el esplendor de los ancianos, la cabeza cana.30Las heridas y las llagas drenan el mal, Y los golpes llegan a lo íntimo del corazón.
Proverbios 20
Nueva Biblia Viva
de Biblica1El vino lleva al hombre a la desvergüenza, las bebidas embriagantes al escándalo; ¡el que está bajo sus efectos no puede ser sabio!2La furia del rey es como el rugir del león, hacerlo enojar es arriesgar la vida.3Evitar los pleitos es honroso para el hombre, sólo el necio los empieza.4El perezoso no labra la tierra en otoño, en tiempo de cosecha buscará y no hallará.5Los pensamientos secretos son como aguas profundas; el que es inteligente los conocerá.6Muchos dicen que son amigos fieles, ¿pero se puede encontrar a alguien en quien confiar?7El justo lleva una vida recta y honrada; ¡felices los hijos que vienen detrás de él!8Cuando el rey se sienta en su trono a juzgar, con una sola mirada echa fuera toda maldad.9¿Quién puede decir: «Tengo puro el corazón, estoy limpio de pecado»?10El SEÑOR aborrece las pesas falsas y las medidas que engañan.11Por sus acciones el niño revela si su conducta será pura y recta.12El oído para oír y los ojos para ver son obras de la creación del SEÑOR.13No seas dormilón o terminarás en la pobreza; mantente despierto y tendrás abundante pan.14«¡Esto no sirve!», dice el comprador al regatear, pero después se jacta de su buena compra.15Las palabras sabias son más valiosas que el oro y las piedras preciosas.16Toma en garantía la prenda del que salga como fiador de un extraño.17La comida que se gana con engaños tal vez sea sabrosa, pero al final será como llenarse la boca de arena.18El buen consejo asegura el éxito de los planes; no vayas a la guerra sin una buena estrategia.19El chismoso cuenta los secretos; no te juntes con el que habla de más.20Al que maldice a su padre o a su madre, la lámpara de su vida se le apagará en la más terrible oscuridad.21La herencia que al principio se obtiene con facilidad, al final no traerá alegría.22No digas: «¡Me vengaré por el mal que me has hecho!». Confía en el SEÑOR y él actuará por ti.23El SEÑOR aborrece las pesas falsas y el uso de medidas engañosas.24El SEÑOR dirige los pasos del hombre, ¿cómo puede entonces comprender su propio destino?25Es peligroso prometerle algo al SEÑOR antes de considerar el costo.26El rey sabio encuentra a los malvados, los avienta y desmenuza bajo la rueda como trigo.27El espíritu del hombre es la lámpara del SEÑOR, que examina hasta lo más profundo del ser.28El rey se mantiene seguro en su trono mientras la misericordia y la verdad lo protejan.29La gloria de los jóvenes está en su fuerza, la honra de los ancianos está en sus canas.30Los golpes y las heridas curan la maldad; los azotes purifican lo más íntimo del ser.
Proverbios 20
Nueva Versión Internacional
de Biblica1El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!2Rugido de león es la furia del rey; quien provoca su enojo se juega la vida.3Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito.4El perezoso no labra la tierra en otoño; en tiempo de cosecha buscará y no hallará.5Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente.6Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?7Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo![1]8Cuando el rey se sienta en el tribunal, con su sola mirada barre toda maldad.9¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado»?10Pesas falsas y medidas engañosas: ¡vaya pareja que el Señor detesta!11Por sus hechos el niño deja entrever si su conducta será pura y recta.12Los oídos para oír y los ojos para ver: ¡hermosa pareja que el Señor ha creado!13No te des al sueño, o te quedarás pobre; manténte despierto y tendrás pan de sobra.14«¡No sirve, no sirve!», dice el comprador, pero luego va y se jacta de su compra.15Oro hay, y abundan las piedras preciosas, pero aún más valiosos son los labios del saber.16Toma la prenda del que salga fiador de un extraño; reténla en garantía si la da en favor de desconocidos.17Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños, pero uno acaba con la boca llena de arena.18Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia.19El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de más.20Al que maldiga a su padre y a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.21La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz.22Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!» Confía en el Señor, y él actuará por ti.23El Señor aborrece las pesas falsas y reprueba el uso de medidas engañosas.24Los pasos del hombre los dirige el Señor. ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino?25Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido.26El rey sabio avienta como trigo a los malvados, y los desmenuza con rueda de molino.27El espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito del ser.28La misericordia y la verdad sostienen al rey; su trono se afirma en la misericordia.29La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas.30Los golpes y las heridas curan la maldad; los azotes purgan lo más íntimo del ser.
Proverbios 20
Nueva Versión Internacional (Castellano)
de Biblica1El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente!2Rugido de león es la furia del rey; quien provoca su enojo se juega la vida.3Honroso es al hombre evitar la contienda, pero no hay necio que no inicie un pleito.4El perezoso no labra la tierra en otoño; en tiempo de cosecha buscará y no hallará.5Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente.6Son muchos los que proclaman su lealtad, ¿pero quién puede hallar a alguien digno de confianza?7Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡dichosos los hijos que sigan su ejemplo![1]8Cuando el rey se sienta en el tribunal, con su sola mirada barre toda maldad.9¿Quién puede afirmar: «Tengo puro el corazón; estoy limpio de pecado»?10Pesas falsas y medidas engañosas: ¡vaya pareja que el SEÑOR detesta!11Por sus hechos el niño deja entrever si su conducta será pura y recta.12Los oídos para oír y los ojos para ver: ¡hermosa pareja que el SEÑOR ha creado!13No te des al sueño, o te quedarás pobre; mantente despierto y tendrás pan de sobra.14«¡No sirve, no sirve!», dice el comprador, pero luego va y se jacta de su compra.15Oro hay, y abundan las piedras preciosas, pero aún más valiosos son los labios del saber.16Toma la prenda del que salga fiador de un extraño; retenla en garantía si la da en favor de desconocidos.17Tal vez sea agradable ganarse el pan con engaños, pero uno acaba con la boca llena de arena.18Afirma tus planes con buenos consejos; entabla el combate con buena estrategia.19El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con la gente que habla de más.20Al que maldiga a su padre y a su madre, su lámpara se le apagará en la más densa oscuridad.21La herencia de fácil comienzo no tendrá un final feliz.22Nunca digas: «¡Me vengaré de ese daño!» Confía en el SEÑOR, y él actuará por ti.23El SEÑOR aborrece las pesas falsas y reprueba el uso de medidas engañosas.24Los pasos del hombre los dirige el SEÑOR. ¿Cómo puede el hombre entender su propio camino?25Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido.26El rey sabio avienta como trigo a los malvados, y los desmenuza con rueda de molino.27El espíritu humano es la lámpara del SEÑOR, pues escudriña lo más recóndito del ser.28La misericordia y la verdad sostienen al rey; su trono se afirma en la misericordia.29La gloria de los jóvenes radica en su fuerza; la honra de los ancianos, en sus canas.30Los golpes y las heridas curan la maldad; los azotes purgan lo más íntimo del ser.