1Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel al otro lado del Jordán en el desierto, en el Arabá frente a Suf, entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Di-zahab.2Once jornadas hay desde Horeb por el camino del monte Seir hasta Cades Barnea.3Y sucedió en el año cuarenta, en el mes undécimo, el primero del mes, que Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que YHVH le había ordenado acerca de ellos,4después de derrotar a Sehón, rey amorreo, que habitaba en Hesbón, y de vencer en Edrei a Og rey de Basán, que habitaba en Astarot.5Allende el Jordán pues, en tierra de Moab, se encargó Moisés de explicar esta Ley, diciendo:6YHVH nuestro Dios nos habló en Horeb diciendo: Bastante tiempo habéis permanecido en este monte.7Volveos y alzad el campamento, y marchad a la serranía del amorreo, y a todos los lugares circunvecinos en el Arabá y en la serranía, en el llano, en el Neguev y en la rivera del mar, tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran Río, el río Éufrates.8Ved que pongo la tierra delante de vosotros, entrad y tomad posesión de la tierra que YHVH juró a vuestros padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, que la daría a ellos y a su descendencia después de ellos.9En aquel tiempo os hablé, diciendo: No podré sosteneros yo solo.10YHVH vuestro Dios os ha multiplicado, y he aquí hoy sois como la multitud de las estrellas de los cielos.11YHVH, Dios de vuestros padres, os aumente mil veces más de lo que sois y os bendiga tal como os ha hablado.12Pero, ¿cómo podré soportar yo solo vuestra molestia, y vuestra carga, y vuestra contención?13Dadme de vuestra parte varones sabios, entendidos y conocidos de vuestras tribus, a quienes yo ponga por caudillos vuestros.14Y me respondisteis: Bueno será que hagamos lo que has dicho.15Tomé pues las cabezas de vuestras tribus: varones sabios y conocidos, y los puse por caudillos vuestros, por jefes de miles, jefes de centenas, jefes de cincuentenas y jefes de decenas, y por magistrados de vuestras tribus.16Y a esos, vuestros jueces, en aquel tiempo mandé diciendo: Escuchad a vuestros hermanos, y juzgad con equidad entre cada uno y su hermano, o su vecino extranjero.17No hagáis favoritismo en el juicio. Escucharéis tanto al pequeño como al grande. No os intimidéis delante de ningún hombre, porque el juicio pertenece a ’Elohim. La causa que os sea demasiado difícil me la traeréis a mí y yo la oiré.18En aquel tiempo os prescribí todo lo que debíais hacer.19Partimos pues de Horeb y recorrimos todo aquel vasto y terrible desierto que visteis, camino de la serranía del amorreo, tal como YHVH nuestro Dios nos lo había ordenado, y llegamos a Cades Barnea.20Entonces os dije: Habéis llegado a la serranía del amorreo, la cual YHVH nuestro Dios nos da.21He aquí, YHVH tu Dios ha entregado ante ti esta tierra. Sube y toma posesión, tal como YHVH el Dios de tus padres te ha hablado. No temas ni te acobardes.22Pero todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros para que exploren la tierra, y nos informen acerca del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades en que hemos de entrar.23Y me pareció acertado el consejo, por lo cual tomé doce varones de entre vosotros, un varón por cada tribu,24los cuales partieron, y subiendo a la montaña llegaron hasta el arroyo de Escol, y exploraron el país.25Tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron, nos informaron y dijeron: ¡Buena es la tierra que YHVH nuestro Dios nos da!26Pero no quisisteis entrar, antes os rebelasteis contra el mandamiento de YHVH vuestro Dios,27y murmurasteis en vuestras tiendas, y dijisteis: Porque nos aborrece YHVH nos sacó de la tierra de Egipto para entregarnos en manos del amorreo y destruirnos.28¿Adónde subiremos? Nuestros hermanos nos han hecho desmayar el corazón, diciendo: Este pueblo es más grande y más alto que nosotros, las ciudades son grandes e inexpugnables, amuralladas hasta los cielos, y hemos visto también allí a los hijos de Anac.29Entonces os dije: No os amedrentéis ni tengáis temor de ellos,30porque YHVH vuestro Dios, que va delante de vosotros, Él peleará por vosotros, así como lo hizo por vosotros en Egipto ante vuestros mismos ojos,31y también en el desierto, donde habéis visto cómo YHVH tu Dios te llevó como un hombre lleva a su propio hijo, en todo el camino que anduvisteis hasta vuestra llegada a este lugar.32Pero ni aun con esto creísteis en YHVH vuestro Dios,33que iba delante de vosotros por el camino, para buscaros lugar donde acampar, con fuego de noche y con nube de día, para mostraros el camino por donde debíais andar.34Entonces YHVH oyó la voz de vuestras palabras, y se airó, y juró diciendo:35Ninguno de los hombres de esta perversa generación verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres,36excepto Caleb ben Jefone, él la verá, y a él y a sus hijos daré la tierra que ha pisado, por cuanto ha seguido cumplidamente a YHVH,37(pues también contra mí se había airado YHVH por causa vuestra, y me dijo: Tampoco tú entrarás allá),38y Josué ben Nun, que está delante de ti para servirte, él entrará allá. Anímale, porque él hará que Israel la herede.39Y vuestros pequeños, de quienes dijisteis que iban a ser una presa, y vuestros hijitos que hoy no conocen ni bien ni mal, ellos entrarán allá, porque a ellos la daré, y ellos la tomarán en posesión.40Vosotros empero, volveos y emprended la marcha hacia el desierto, por el camino del Mar Rojo.41Entonces respondiéndome, dijisteis: Hemos pecado contra YHVH. Nosotros ciertamente subiremos y pelearemos, tal como YHVH nuestro Dios nos ha ordenado. Y os ceñisteis cada uno sus armas de guerra, y os aprestasteis para subir temerariamente a la serranía.42Pero YHVH me dijo: Diles: No subáis ni peleéis, pues Yo no estoy entre vosotros, no sea que os veáis derrotados ante vuestros enemigos.43Y os hablé, pero no escuchasteis, sino que os rebelasteis contra el dicho de YHVH, y persistiendo con altivez, subisteis a la serranía.44Entonces los amorreos que habitaban en aquella serranía salieron a vuestro encuentro y os derrotaron en Seir, y como suelen hacer las abejas, os persiguieron hasta Horma.45Después os volvisteis y llorasteis delante de YHVH, pero YHVH no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído.46Así permanecisteis en Cades muchos días, según el número de los días que habitasteis allí.
1Das sind die Worte, die Mose vor ganz Israel gesprochen hat. Er sprach sie jenseits des Jordan, in der Wüste, in der Araba, gegenüber Suf, zwischen Paran und Tofel, Laban, Hazerot und Di-Sahab. (Dt 4:44; Dt 28:69; Dt 33:1)2Elf Tage sind es vom Horeb auf dem Weg zum Gebirge Seïr bis nach Kadesch-Barnea. (Nm 10:1; Dt 1:19)3Es war im vierzigsten Jahr, im elften Monat, am ersten Tag des Monats. Mose sagte den Israeliten genau das, was ihm der HERR für sie aufgetragen hatte. (Ex 25:22; Lv 27:34; Nm 36:13)4Nachdem er Sihon, den König der Amoriter, der in Heschbon seinen Sitz hatte, und bei Edreï auch Og, den König des Baschan, der in Aschtarot seinen Sitz hatte, geschlagen hatte, (Nm 21:21; Dt 2:24)5begann Mose jenseits des Jordan im Land Moab, diese Weisung bindend zu machen. Er sagte:
Aufbruchsbefehl am Horeb
6Der HERR, unser Gott, hat am Horeb zu uns gesagt: Ihr habt euch lange genug an diesem Berg aufgehalten.[1] (Ex 33:1)7Nun wendet euch dem Bergland der Amoriter zu, brecht auf und zieht hinauf! Zieht aus gegen alle seine Bewohner in der Araba, auf dem Gebirge, in der Schefela, im Negeb und an der Meeresküste! Zieht in das Land der Kanaaniter und in das Gebiet des Libanon, bis an den großen Strom, den Eufrat![2] (Dt 11:24; Jos 1:4)8Siehe, hiermit liefere ich euch das Land aus. Zieht hinein und nehmt es in Besitz, das Land, von dem ihr wisst: Der HERR hat euren Vätern Abraham, Isaak und Jakob geschworen, es ihnen und später ihren Nachkommen zu geben. (Gn 15:18; Gn 26:3; Gn 28:13)
Entlastung des Mose durch neue Ämter
9Damals habe ich euch gesagt: Ich allein kann euch nicht tragen. (Ex 18:13; Nm 11:11)10Der HERR, euer Gott, hat euch zahlreich gemacht. Ja, ihr seid heute schon so zahlreich wie die Sterne am Himmel. (Gn 22:17; Gn 26:4; Ex 32:13; Dt 10:22)11Und der HERR, der Gott eurer Väter, lasse eure Zahl auf das Tausendfache wachsen und segne euch, wie er es euch versprochen hat.12Wie soll ich allein euch tragen: eure Bürde, eure Last, eure Rechtshändel?13Schlagt für jeden eurer Stämme weise, gebildete und wohlbekannte Männer vor, damit ich sie als eure Oberhäupter einsetze.14Ihr habt mir geantwortet und gesagt: Das ist ein guter Vorschlag, den du gemacht hast. Er soll ausgeführt werden.15Also habe ich die Häupter eurer Stämme, weise und wohlbekannte Männer, genommen und sie zu Häuptern über euch ernannt: als Anführer für je tausend, Anführer für je hundert, Anführer für je fünfzig, Anführer für je zehn, und als Listenführer, für jeden eurer Stämme. (Dt 5:23; Dt 16:18; Dt 20:5; Dt 29:9; Dt 31:9)16Damals habe ich eure Richter verpflichtet: Lasst jeden Streit zwischen euren Brüdern vor euch kommen! Entscheidet gerecht, sei es der Streit eines Mannes mit einem Bruder oder mit einem Fremden! (Dt 16:18; Dt 17:8; 2 Cr 19:4; Jn 7:51)17Kennt vor Gericht kein Ansehen der Person! Klein wie Groß hört an! Fürchtet euch nicht vor angesehenen Leuten; denn das Gericht hat mit Gott zu tun. Und ist euch eine Sache zu schwierig, legt sie mir vor; dann werde ich sie anhören. (Lv 19:15)18Damals habe ich euch auf alle Regeln verpflichtet, an die ihr euch dabei halten sollt.
Israels Unglaube in Kadesch-Barnea
19Wir brachen vom Horeb auf und wanderten durch die gesamte Wüste, die große und Furcht erregende, dieselbe, die ihr schon gesehen hattet, diesmal auf dem Weg zum Amoriterbergland, wie es uns der HERR, unser Gott, befohlen hatte. Wir kamen bis Kadesch- Barnea. (Nm 13:1; Nm 32:8; Dt 9:23)20Dort sagte ich zu euch: Nun seid ihr am Bergland der Amoriter angekommen, das der HERR, unser Gott, uns gibt.21Sieh, der HERR, dein Gott, hat dir das Land ausgeliefert. Zieh hinauf und nimm es in Besitz, wie der HERR, der Gott deiner Väter, es dir versprochen hat. Fürchte dich nicht und hab keine Angst! (Dt 1:8)22Da seid ihr zu mir gekommen, ihr alle, und habt gesagt: Wir wollen einige Männer vorausschicken. Sie sollen uns das Land auskundschaften und uns Bericht erstatten über den Weg, den wir hinaufziehen, und über die Städte, auf die wir treffen werden.23Der Vorschlag erschien mir gut. Ich wählte unter euch zwölf Männer aus, für jeden Stamm einen.24Sie wendeten sich dem Bergland zu, zogen hinauf, gelangten bis zum Traubental und erkundeten das Land.[3]25Sie pflückten einige von den Früchten des Landes, brachten sie zu uns herab und erstatteten uns Bericht. Sie sagten: Prächtig ist das Land, das der HERR, unser Gott, uns gibt.26Doch ihr habt euch geweigert hinaufzuziehen. Ihr habt euch dem Befehl des HERRN, eures Gottes, widersetzt (Dt 9:28)27und habt in euren Zelten den HERRN verleumdet und gesagt: Weil er uns hasst, hat er uns aus Ägypten geführt. Er will uns in die Hand der Amoriter geben, um uns zu vernichten. (Dt 9:1)28Wohin sollen wir ziehen? Unsere Brüder haben uns das Herz zerschmolzen, als sie berichteten: Ein Volk, größer und höher gewachsen als wir, Städte, groß, mit himmelhohen Mauern. Sogar Anakiter haben wir dort gesehen.[4] (Dt 2:10; Dt 7:1; Dt 9:1)29Da habe ich zu euch gesagt: Ihr dürft nicht vor ihnen zurückweichen und dürft euch nicht vor ihnen fürchten. (Dt 20:2)30Der HERR, euer Gott, der euch vorangeht, er wird für euch kämpfen, genauso, wie er vor euren Augen in Ägypten auf eurer Seite gekämpft hat. (Ex 14:14; Dt 3:22; Dt 20:4; Jos 10:14; Jos 23:3)31Das Gleiche tat er in der Wüste, die du gesehen hast. Da hat der HERR, dein Gott, dich auf dem ganzen Weg, den ihr gewandert seid, getragen, wie ein Mann sein Kind trägt, bis ihr an diesen Ort kamt. (Ex 4:22; Nm 11:12; Dt 32:10)32Trotzdem habt ihr nicht an den HERRN, euren Gott, geglaubt, (Nm 14:11; Dt 9:23; Is 7:4)33der euch auf dem Weg vorangeht, um euch die Stelle für das Lager zu suchen. Bei Nacht geht er im Feuer voran, um euch den Weg zu zeigen, auf dem ihr gehen sollt, bei Tag in der Wolke. (Ex 13:21)34Der HERR hörte eure Stimme, eure Worte. Er wurde unwillig und schwor:35Kein Einziger von diesen Männern, von dieser verdorbenen Generation, soll das prächtige Land sehen, von dem ihr wisst: Ich habe geschworen, es euren Vätern zu geben.36Nur Kaleb, der Sohn Jefunnes, er wird es sehen. Ihm und seinen Söhnen werde ich das Land geben, das er betreten hat. Denn er ist dem HERRN ganz und gar nachgefolgt. (Jos 14:6)37Auch mir grollte der HERR euretwegen und sagte: Auch du sollst nicht in das Land hineinkommen. (Dt 3:23; Dt 4:21; Dt 31:2; Dt 34:4)38Josua, der Sohn Nuns, dein Gehilfe, er wird hineinkommen. Ihm übertrage Vollmacht: Er soll das Land an Israel als Erbbesitz verteilen. (Dt 3:28; Dt 31:7; Jos 1:6; Jos 13:7)39Und eure Kleinen, von denen ihr sagt: Zur Beute werden sie!, und eure Kinder, die heute noch nichts von Gut und Böse wissen, sie werden in das Land hineinkommen. Ihnen gebe ich es und sie nehmen es dann auch in Besitz.40Ihr aber, wendet euch zur Wüste, brecht auf und nehmt den Weg zum Roten Meer! (Dt 2:1)41Ihr habt mir darauf erwidert und gesagt: Wir haben vor dem HERRN gesündigt. Doch jetzt wollen wir hinaufziehen und kämpfen, genauso, wie es uns der HERR, unser Gott, befohlen hat. Und jeder legte die Waffen an und gürtete sich, um ins Bergland zu ziehen.[5]42Doch der HERR sprach zu mir: Sag ihnen: Ihr sollt nicht hinaufziehen und nicht kämpfen; denn ich bin nicht in eurer Mitte. Ihr sollt nicht geschlagen daliegen vor euren Feinden.43Ich habe euch zugeredet, doch ihr habt nicht gehört. Ihr habt euch dem Befehl des HERRN widersetzt. In eurer Vermessenheit seid ihr ins Bergland gezogen. (Dt 1:26)44Da rückten die Amoriter, die dort im Bergland wohnen, gegen euch aus. Sie verfolgten euch wie ein Bienenschwarm und versprengten euch von Seïr bis nach Horma hin.45Als ihr zurückkamt, weintet ihr vor dem HERRN. Doch der HERR hat auf eure Stimme nicht gehört und hatte kein Ohr mehr für euch.46Dann hieltet ihr euch lange in Kadesch auf - die ganze Zeit, die ihr dort geblieben seid. (Nm 20:1; Dt 2:14; Jue 11:16)
1Dies sind die Worte, die Mose zu ganz Israel gesprochen hat, jenseits des Jordan in der Wüste, in der Araba, gegenüber Suf, zwischen Paran und Tofel, Laban, Chazerot und Di-Sahab. (Dt 5:1; Dt 27:1; Dt 29:1; Dt 31:1)2Elf Tage sind es vom Choreb auf dem Weg zum Gebirge Seir bis Kadesch-Barnea. (Dt 1:19)3Und im vierzigsten Jahr, am ersten Tag des elften Monats, sprach Mose zu den Israeliten. So wie der HERR es ihm geboten hatte, sprach er zu ihnen. (Nm 1:1; Nm 33:38)4Nachdem er Sichon, den König der Amoriter, der in Cheschbon regierte, und Og, den König des Baschan, der in Aschtarot regierte, bei Edrei geschlagen hatte, (Nm 3:1; Nm 21:24)5jenseits des Jordan, im Land Moab, begann Mose, diese Weisung darzulegen: (Dt 4:44)6Der HERR, unser Gott, hat am Choreb zu uns gesagt: Lange genug habt ihr euch an diesem Berg aufgehalten. (Ex 3:1; Dt 5:2; Dt 9:8; Dt 18:16; Mal 3:22)7Brecht auf, und zieht weiter zum Bergland der Amoriter und zu allen ihren Nachbarn in der Araba, auf dem Gebirge, in der Schefela, im Negev und am Gestade des Meeres, in das Land der Kanaaniter und zum Libanon, bis an den grossen Strom, den Eufrat. (Gn 15:18; Jos 9:1; Jos 11:16)8Seht, ich habe euch das Land gegeben; zieht hinein, und nehmt das Land in Besitz. Der HERR hat euren Vorfahren Abraham, Isaak und Jakob geschworen, es ihnen und ihren Nachkommen zu geben.9Damals habe ich zu euch gesagt: Allein kann ich euch nicht tragen. (Ex 18:18)10Der HERR, euer Gott, hat euch zahlreich werden lassen, und seht, ihr seid heute so zahlreich wie die Sterne am Himmel. (Gn 22:17; Dt 10:22; Dt 28:62)11Der HERR, der Gott eurer Vorfahren, möge euch noch tausendmal zahlreicher machen und euch segnen, wie er es euch verheissen hat. (2 S 24:3)12Wie kann ich allein die Bürde und Last eurer Streitigkeiten tragen?13Bringt weise, verständige und einsichtige Männer her aus jedem eurer Stämme, und ich will sie an eure Spitze stellen.14Da habt ihr mir geantwortet und gesagt: Was du zu tun vorgeschlagen hast, ist gut.15So nahm ich die Häupter eurer Stämme, weise und einsichtige Männer, und machte sie zu Häuptern über euch, als Oberste über Tausend, über Hundert, über Fünfzig und über Zehn, und als Amtleute für jeden eurer Stämme. (Ex 18:21)16Und damals gebot ich euren Richtern: Hört eure Brüder an, und richtet gerecht im Streit, den einer mit einem Bruder oder mit einem Fremden hat. (Lv 19:15; Dt 16:18; Dt 20:5)17Ihr sollt richten ohne Ansehen der Person, den Kleinen sollt ihr anhören wie den Grossen, und ihr sollt euch vor niemandem fürchten, denn es ist Gottes Gericht. Ist euch aber ein Rechtsfall zu schwer, so legt ihn mir vor, und ich will ihn anhören. (Ex 18:26; Dt 16:19; 2 Cr 19:6; Pr 28:21)18Und damals habe ich euch all das geboten, was ihr tun sollt.19Dann brachen wir auf vom Choreb und zogen weiter und wanderten durch jene ganze grosse und furchtbare Wüste, die ihr gesehen habt, auf dem Weg zum Bergland der Amoriter, wie der HERR, unser Gott, es uns geboten hatte, und wir kamen bis Kadesch-Barnea. (Dt 1:2)20Da sprach ich zu euch: Nun seid ihr zum Bergland der Amoriter gekommen, das der HERR, unser Gott, uns gibt.21Sieh, der HERR, dein Gott, hat dir dieses Land gegeben; ziehe hinauf und nimm es in Besitz, wie der HERR, der Gott deiner Vorfahren, es dir verheissen hat. Fürchte dich nicht und hab keine Angst!22Da tratet ihr alle zu mir und sagtet: Wir wollen Männer vor uns her senden, damit sie für uns das Land ausspähen und uns Bericht erstatten über den Weg, den wir ziehen sollen, und über die Städte, zu denen wir kommen werden. (Nm 13:2)23Und dieser Vorschlag schien mir gut, und ich nahm zwölf Männer von euch, einen aus jedem Stamm.24Und diese gingen und stiegen hinauf in das Bergland und kamen bis ins Bachtal Eschkol und spähten das Land aus.25Und sie nahmen einige von den Früchten des Landes mit, brachten sie herab zu uns und erstatteten uns Bericht und sprachen: Es ist ein gutes Land, das der HERR, unser Gott, uns gibt. (Ex 3:8)26Ihr aber wolltet nicht hinaufziehen und habt euch dem Befehl des HERRN, eures Gottes, widersetzt. (Dt 1:43; Sal 106:24)27Und ihr habt gemurrt in euren Zelten und gesagt: Aus Hass hat uns der HERR herausgeführt aus dem Land Ägypten, um uns den Amoritern in die Hand zu geben und uns zu vernichten. (Nm 14:1; Dt 9:28)28Wohin ziehen wir? Unsere Brüder haben unseren Mut dahinschmelzen lassen, als sie sagten: Ein Volk, grösser und höher gewachsen als wir, und grosse Städte mit Mauern bis zum Himmel und auch Enakiter haben wir dort gesehen. (Nm 13:32; Jos 2:10; Jos 7:17; Jos 9:2; Jos 14:8)29Ich aber habe zu euch gesagt: Erschreckt nicht und fürchtet euch nicht vor ihnen!30Der HERR, euer Gott, der vor euch her zieht, er wird für euch kämpfen, ganz so, wie er es in Ägypten vor euren Augen für euch getan hat (Ex 14:14; Dt 3:22; Dt 20:4)31und in der Wüste, in der du gesehen hast, wie dich der HERR, dein Gott, getragen hat, wie einer sein Kind trägt, auf dem ganzen Weg, den ihr gezogen seid, bis ihr an diesen Ort kamt. (Ex 19:4; Nm 8:5; Nm 11:12; Os 11:3)32Und trotzdem habt ihr nicht vertraut auf den HERRN, euren Gott,33der vor euch her ging auf dem Weg, um einen Lagerplatz für euch zu suchen: bei Nacht im Feuer, damit ihr sehen konntet auf dem Weg, den ihr gehen solltet, und bei Tag in der Wolke. (Ex 13:21; Nm 10:33)34Und der HERR hörte euer lautes Reden und wurde zornig und schwor:35Von diesen Männern, von dieser bösen Generation, wird keiner das gute Land sehen, das ich euren Vorfahren zu geben geschworen habe. (Nm 14:23; Ez 20:15)36Nur Kaleb, der Sohn des Jefunne, er soll es sehen, und ihm und seinen Kindern werde ich das Land geben, durch das er gezogen ist, weil er unwandelbar zum HERRN gehalten hat. (Jos 14:9)37Euretwegen wurde der HERR auch über mich zornig, und er sprach: Auch du wirst nicht dorthin kommen. (Nm 20:12; Dt 3:26; Dt 4:22; Dt 34:4)38Josua, der Sohn des Nun, dein Diener, er soll dorthin kommen; ermutige ihn, denn er soll es Israel als Erbbesitz verteilen. (Nm 34:17; Dt 3:28; Dt 31:7)39Eure Kleinkinder aber, von denen ihr sagtet, sie würden zur Beute werden, und eure Kinder, die heute noch nicht wissen, was gut und böse ist, die sollen dorthin kommen, und ihnen werde ich es geben, und sie sollen es in Besitz nehmen. (Nm 14:3; Jos 5:7)40Ihr aber, kehrt um und zieht in die Wüste auf dem Weg zum Schilfmeer. (Nm 14:25; Nm 21:4; Dt 2:1)41Daraufhin habt ihr zu mir gesagt: Wir haben gegen den HERRN gesündigt. Wir wollen hinaufziehen und streiten, ganz so, wie der HERR, unser Gott, es uns geboten hat. Dann legte ein jeder von euch seine Kriegswaffen an, und es schien euch leicht, ins Bergland hinaufzuziehen. (Nm 14:40)42Da sprach der HERR zu mir: Sage ihnen: Zieht nicht hinauf in den Kampf, denn ich bin nicht in eurer Mitte, sonst werdet ihr von euren Feinden geschlagen!43Und ich redete mit euch, doch ihr hörtet nicht und habt euch dem Befehl des HERRN widersetzt, und vermessen seid ihr in das Bergland hinaufgezogen. (Dt 1:26)44Da zogen die Amoriter gegen euch aus, die dort in jenem Bergland wohnten, und jagten euch nach, wie es die Bienen tun, und zersprengten euch von Seir bis Horma. (Nm 14:45; Sal 118:12)45So kamt ihr zurück und weintet vor dem HERRN; doch der HERR hörte nicht auf eure Klage und schenkte euch kein Gehör.46So bliebt ihr lange in Kadesch - solange ihr dort bliebt. (Nm 20:1; Dt 2:14)