Psalm 90 | La Biblia Textual Schlachter 2000

Psalm 90 | La Biblia Textual

Oración de Moisés, varón de Dios.

1 ¡Oh Adonay, Tú has sido nuestra morada De generación en generación! 2 Antes que los montes fueran engendrados, Y dieras a luz la tierra y el mundo, Desde la eternidad y hasta la eternidad, Tú eres ’El. 3 Haces que el hombre vuelva al polvo, Y dices: Volveos, hijos de Adam. 4 Porque mil años delante de tus ojos Son como el día de ayer, que pasó, Y como una de las vigilias de la noche. 5 Los arrastras como una inundación, Son como un sueño al amanecer, Como la hierba que crece: 6 A la mañana reverdece y florece, A la tarde se marchita y se seca. 7 ¡Cómo somos consumidos por tu ira Y turbados por tu indignación! 8 Pusiste nuestras iniquidades ante ti, Nuestras cosas ocultas a la luz de tu rostro, 9 Ciertamente todos nuestros días declinan a causa de tu ira; Consumimos nuestros años como un suspiro. 10 Los días de nuestros años son setenta años, Y en los robustos, ochenta años, Pero todo su orgullo no es más que afán y vanidad, Porque pronto pasan… y volamos. 11 ¿Quién conoce el poder de tu ira y de tu indignación conforme al temor que se te debe? 12 Enséñanos a contar nuestros días de tal modo, Que traigamos al corazón sabiduría. 13 ¡Vuélvete, YHVH! ¿Hasta cuándo? ¡Ten compasión de tus siervos! 14 ¡Sácianos presto de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días! 15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que hemos visto males. 16 Manifiesta en tus siervos tu obra, Y sobre sus hijos tu gloria, 17 Y la hermosura de Adonay nuestro Dios sea sobre nosotros; Y confirma sobre nosotros la obra de nuestras manos; ¡Sí, la obra de nuestras manos confirma!

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Schlachter 2000
1 Ein Gebet Moses, des Mannes Gottes. Herr, du bist unsere Zuflucht von Geschlecht zu Geschlecht! 2 Ehe die Berge wurden und du die Erde und den Erdkreis hervorbrachtest, ja, von Ewigkeit zu Ewigkeit bist du Gott! 3 Du lässt den Menschen zum Staub zurückkehren und sprichst: Kehrt zurück, ihr Menschenkinder! 4 Denn tausend Jahre sind vor dir wie der gestrige Tag, der vergangen ist, und wie eine Nachtwache. 5 Du lässt sie dahinfahren wie eine Wasserflut, sie sind wie ein Schlaf, wie das Gras, das am Morgen aufsprießt; 6 am Morgen blüht es und sprießt, am Abend welkt es und verdorrt. 7 Denn wir werden aufgerieben durch deinen Zorn und schnell hinweggerafft durch deinen Grimm. 8 Du hast unsere Missetaten vor dich hingestellt, unser geheimstes Tun in das Licht deines Angesichts. 9 Denn alle unsere Tage schwinden dahin durch deinen Zorn; wir verbringen unsere Jahre wie ein Geschwätz. 10 Unser Leben währt siebzig Jahre, und wenn es hoch kommt, so sind’s achtzig Jahre; und worauf man stolz ist, das war Mühsal und Nichtigkeit, denn schnell enteilt es, und wir fliegen dahin. 11 Wer erkennt aber die Stärke deines Zorns, deinen Grimm, so wie es der Furcht vor dir entspricht? 12 Lehre uns unsere Tage richtig zählen, damit wir ein weises Herz erlangen!* 13 Kehre zurück, o HERR! Wie lange noch? Und hab Erbarmen mit deinen Knechten! 14 Sättige uns früh mit deiner Gnade, so wollen wir jubeln und fröhlich sein unser Leben lang. 15 Erfreue uns so viele Tage, wie du uns beugtest, so viele Jahre, wie wir Unglück sahen. 16 Lass deinen Knechten dein Walten sichtbar werden, und deine Herrlichkeit ihren Kindern! 17 Und die Freundlichkeit des Herrn, unsres Gottes, sei über uns, und das Werk unsrer Hände fördere du für uns, ja, das Werk unsrer Hände wollest du fördern!