Psalm 5 | La Biblia Textual Schlachter 2000

Psalm 5 | La Biblia Textual

Al director del coro, para nejilot. Salmo de David.

1 Escucha, oh YHVH, mis palabras, Considera mi pensamiento. 2 Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré. 3 Oh YHVH, oirás mi voz de mañana, De mañana la presentaré ante ti, Y esperaré. 4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la impiedad, La maldad no habita contigo. 5 Los arrogantes no se presentarán ante tu vista, Aborreces a todos los que hacen iniquidad. 6 Destruyes a los que hablan falsedad, YHVH abomina al hombre sanguinario y engañador. 7 Pero yo entraré en tu Casa en la abundancia de tu misericordia, Y en tu temor me postraré hacia tu santo templo. 8 Guíame, oh YHVH, en tu justicia, A causa de los que se oponen contra mí, Haz llano tu camino delante de mí. 9 Porque no hay sinceridad en la boca de ellos, Todas sus entrañas son insidias, Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas. 10 ¡Oh ’Elohim, castígalos! ¡Caigan por sus propios consejos! ¡Extravíense en la multitud de sus transgresiones, Porque se han rebelado contra ti! 11 Pero, ¡alégrense todos los que en ti confían! ¡Den voces de júbilo para siempre porque Tú los defiendes! ¡Regocíjense en ti los que aman tu Nombre! 12 Porque Tú, oh YHVH, bendices al justo, Y como un escudo lo rodeas de tu favor.

Biblia Textual © 1999 por la Sociedad Bíblica Iberoamericana Todos los derechos reservados Derechos internacionales registrados No se permite su reproducción (con excepción de citas breves), ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro sin autorización escrita de los titulares del copyright.

Schlachter 2000
1 Dem Vorsänger. Mit Flötenspiel. Ein Psalm Davids. 2 Vernimm, o HERR, meine Worte; achte auf mein Seufzen! 3 Höre auf die Stimme meines Schreiens, mein König und mein Gott; denn zu dir will ich beten! 4 HERR, in der Frühe wirst du meine Stimme hören; in der Frühe werde ich dir zu Befehl sein und Ausschau halten. 5 Denn du bist nicht ein Gott, dem Gesetzlosigkeit gefällt; wer böse ist, darf nicht bei dir wohnen. 6 Die Prahler bestehen nicht vor deinen Augen; du hasst alle Übeltäter. 7 Du vertilgst die Lügner; den Blutgierigen und Falschen verabscheut der HERR. 8 Ich aber darf durch deine große Gnade eingehen in dein Haus; ich will anbeten, zu deinem heiligen Tempel gewandt, in Ehrfurcht vor dir. 9 HERR, leite mich in deiner Gerechtigkeit um meiner Feinde willen; ebne deinen Weg vor mir! 10 Denn in ihrem Mund ist nichts Zuverlässiges; ihr Inneres ist [voll] Bosheit, ihr Rachen ein offenes Grab, mit ihren Zungen heucheln sie. 11 Sprich sie schuldig, o Gott, lass sie fallen durch ihre Anschläge! Verstoße sie um ihrer vielen Übertretungen willen, denn sie haben sich gegen dich empört! 12 Aber alle werden sich freuen, die auf dich vertrauen; ewiglich werden sie jubeln, denn du wirst sie beschirmen; und fröhlich werden sein in dir, die deinen Namen lieben! 13 Denn du, HERR, segnest den Gerechten; du umgibst ihn mit Gnade wie mit einem Schild.