Psalm 2 | La Biblia Textual Schlachter 2000

Psalm 2 | La Biblia Textual
1 ¿Para qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas? 2 Se alzarán los reyes de la tierra, Y con príncipes consultarán unidos, Contra YHVH y contra su Ungido, diciendo: 3 ¡Rompamos sus ligaduras Y echemos de nosotros sus cuerdas! 4 El que se sienta en los cielos se sonreirá, Adonay se burlará de ellos. 5 Luego les hablará en su ardiente ira, Los aterrorizará en su indignación. 6 Yo mismo he ungido a mi Rey sobre Sión, mi santo monte. 7 Yo promulgaré el decreto: YHVH me ha dicho: Mi hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy. 8 ¡Pídeme!, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra. 9 Los quebrantarás con cetro de hierro, Los desmenuzarás como vasija de alfarero. 10 Ahora pues, oh reyes, actuad sabiamente. Admitid amonestación, jueces de la tierra: 11 Servid a YHVH con temor, Y regocijaos con temblor. 12 ¡Besad los pies al Hijo! No sea que se irrite y perezcáis en el camino, Pues de repente se inflama su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los que se refugian en Él!

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Schlachter 2000
1 Warum toben die Heiden* und ersinnen die Völker Nichtiges? 2 Die Könige der Erde lehnen sich auf, und die Fürsten verabreden sich gegen den HERRN und gegen seinen Gesalbten*: 3 »Lasst uns ihre Bande zerreißen und ihre Fesseln von uns werfen!« 4 Der im Himmel thront, lacht; der Herr spottet über sie. 5 Dann wird er zu ihnen reden in seinem Zorn und sie schrecken mit seinem Grimm: 6 »Ich habe meinen König eingesetzt auf Zion, meinem heiligen Berg!« — 7 Ich will den Ratschluss des HERRN verkünden; er hat zu mir gesagt: »Du bist mein Sohn, heute habe ich dich gezeugt. 8 Erbitte von mir, so will ich dir die Heidenvölker zum Erbe geben und die Enden der Erde zu deinem Eigentum. 9 Du sollst sie mit eisernem Zepter zerschmettern, wie Töpfergeschirr sie zerschmeißen!« 10 So nehmt nun Verstand an, ihr Könige, und lasst euch warnen, ihr Richter der Erde! 11 Dient dem HERRN mit Furcht und frohlockt mit Zittern. 12 Küsst den Sohn,* damit er nicht zornig wird und ihr nicht umkommt auf dem Weg; denn wie leicht kann sein Zorn entbrennen! Wohl allen, die sich bergen bei ihm!