Sprüche 8 | La Biblia Textual Schlachter 2000

Sprüche 8 | La Biblia Textual

Excelencia y eternidad de la sabiduría

1 ¿No clama acaso la sabiduría, Y la inteligencia hace oír su voz? 2 En las cimas más altas junto al camino, Donde se encuentran las sendas, allí está ella. 3 Junto a las puertas, a la entrada de la ciudad, En la entrada de las puertas grita a voces: 4 ¡A vosotros, hombres, os pregono, Y mi voz es para los hijos de Adam! 5 Oh simples, aprended prudencia, Y vosotros, insensatos, sed de corazón inteligente. 6 Oíd, porque diré cosas excelentes, Y abriré mis labios para cosas rectas. 7 Mi boca proferirá verdades, Porque la maldad es abominación para mis labios. 8 Todas las palabras de mi boca muestran justicia, En ellas nada hay perverso ni torcido. 9 Son claras para el que las entiende, Y rectas a los que hallan el conocimiento. 10 Recibid mi enseñanza y no plata, Conocimiento, antes que oro fino. 11 Pues mejor es la sabiduría que las perlas, Y todas las cosas deseables, no se le pueden comparar. 12 Yo, la Sabiduría, habito con la prudencia, Y descubro la perspicacia de los artificios. 13 El temor de YHVH es aborrecer el mal. La soberbia, la arrogancia, el mal camino Y la boca perversa, aborrezco. 14 Mío es el consejo y la intuición, Mía es la inteligencia y mía la fortaleza. 15 Por mí reinan los reyes, Y los príncipes administran justicia. 16 Por mí gobiernan los gobernantes, Y los nobles que juzgan con justicia. 17 Yo amo a los que me aman, Y me hallan los que temprano me buscan. 18 Las riquezas y la honra están conmigo. ¡Sí, riquezas y justicia perdurable! 19 Mi fruto es mejor que el oro. ¡Sí!, mejor que el oro afinado, Y mi ganancia mejor que la plata escogida. 20 Yo hago andar por sendas de justicia, En medio de senderos de equidad, 21 Y hago que los que me aman obtengan su heredad. ¡Sí!, para que yo llene sus tesoros. 22 YHVH me poseía en el principio, Ya de antiguo, antes de sus obras. 23 Eternamente estaba establecida, Ya en el principio, Antes de los orígenes de la tierra. 24 Antes de los abismos yo estaba engendrada, Antes que fueran las fuentes de las muchas aguas. 25 Antes que los montes fueran fundados, Antes de los collados, yo estaba engendrada. 26 No había hecho aún la tierra, ni los campos, Ni el principio del polvo. 27 Cuando estableció los cielos, allí estaba yo, Cuando trazó el círculo sobre la faz del abismo, 28 Cuando afirmó los cielos en lo alto, Cuando afirmó las fuentes del abismo, 29 Cuando señaló al mar su estatuto, Para que las aguas no traspasaran su mandamiento, Cuando estableció los fundamentos de la tierra, 30 Yo estaba junto a Él como arquitecto, Y era su delicia todos los días, Regocijándome ante Él en todo tiempo, 31 Jugueteando en la parte habitable de su tierra, Y teniendo mis delicias en los hijos de Adam. 32 Ahora pues, hijos, oídme, Porque los que guardan mis caminos son bienaventurados. 33 Atended el consejo, y sed sabios, Y no lo menospreciéis. 34 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que me escucha, Vigilando en mis portones cada día, Aguardando en el umbral de mis entradas! 35 Porque el que me halla, halla la vida, Y alcanza el favor de YHVH, 36 Pero el que peca contra mí, defrauda su propia alma; Todos los que me aborrecen aman la Muerte.

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Schlachter 2000

Die Weisheit Gottes redet

1 Ruft nicht die Weisheit laut, und lässt nicht die Einsicht ihre Stimme vernehmen? 2 Oben auf den Höhen, draußen auf dem Weg, mitten auf den Plätzen hat sie sich aufgestellt; 3 zur Seite der Tore, am Ausgang der Stadt, beim Eingang der Pforten ruft sie laut: 4 An euch, ihr Männer, ergeht mein Ruf, und meine Stimme an die Menschenkinder! 5 Ihr Unverständigen, werdet klug, und ihr Toren, gebraucht den Verstand! 6 Hört, denn ich habe Vortreffliches zu sagen, und meine Lippen öffnen sich für aufrichtige Rede. 7 Denn mein Mund redet Wahrheit, und meine Lippen verabscheuen Gottlosigkeit. 8 Alle Reden meines Mundes sind gerecht, es ist nichts Verkehrtes noch Verdrehtes darin. 9 Den Verständigen sind sie alle klar, und wer Erkenntnis sucht, findet sie richtig. 10 Nehmt meine Unterweisung an und nicht Silber, und Erkenntnis lieber als feines Gold! 11 Ja, Weisheit ist besser als Perlen, und alle Kostbarkeiten sind nicht zu vergleichen mit ihr. 12 Ich, die Weisheit, wohne bei der Klugheit und gewinne die Erkenntnis wohldurchdachter Pläne. 13 Die Furcht des HERRN bedeutet, das Böse zu hassen; Stolz und Übermut, den Weg des Bösen und einen verkehrten Mund hasse ich. 14 Von mir kommt Rat und Tüchtigkeit; ich bin verständig, mein ist die Kraft. 15 Durch mich herrschen die Könige und erlassen die Fürsten gerechte Verordnungen. 16 Durch mich regieren die Herrscher und die Edlen, alle Richter auf Erden. 17 Ich liebe, die mich lieben, und die mich eifrig suchen, finden mich. 18 Reichtum und Ehre kommen mit mir, bleibende Güter und Gerechtigkeit. 19 Meine Frucht ist besser als Gold, ja, feines Gold, und was ich einbringe, übertrifft auserlesenes Silber. 20 Ich wandle auf dem Weg der Gerechtigkeit, mitten auf den Pfaden des Rechts, 21 damit ich denen, die mich lieben, ein wirkliches Erbteil verschaffe und ihre Schatzkammern fülle.

Die Selbstoffenbarung der Weisheit

22 Der HERR besaß mich am Anfang seines Weges, ehe er etwas machte, vor aller Zeit. 23 Ich war eingesetzt von Ewigkeit her, vor dem Anfang, vor den Ursprüngen der Erde. 24 Als noch keine Fluten waren, wurde ich geboren, als die wasserreichen Quellen noch nicht flossen. 25 Ehe die Berge eingesenkt wurden, vor den Hügeln wurde ich geboren. 26 Als er die Erde noch nicht gemacht hatte und die Fluren, die ganze Summe des Erdenstaubes, 27 als er den Himmel gründete, war ich dabei; als er einen Kreis abmaß auf der Oberfläche der Meerestiefe, 28 als er die Wolken droben befestigte und Festigkeit gab den Quellen der Meerestiefe; 29 als er dem Meer seine Schranke setzte, damit die Wasser seinen Befehl nicht überschritten, als er den Grund der Erde legte, 30 da war ich Werkmeister bei ihm, war Tag für Tag seine Wonne und freute mich vor seinem Angesicht allezeit; 31 ich freute mich auf seinem Erdkreis und hatte meine Wonne an den Menschenkindern. 32 Und nun, ihr Söhne, hört auf mich! Wohl denen, die meine Wege bewahren! 33 Hört auf Unterweisung, damit ihr weise werdet, und verwerft sie nicht! 34 Wohl dem Menschen, der auf mich hört, indem er täglich an meiner Pforte wacht und die Pfosten meiner Türen hütet! 35 Denn wer mich findet, der findet das Leben und erlangt Wohlgefallen von dem HERRN; 36 wer mich aber verfehlt, tut seiner Seele Gewalt an; alle, die mich hassen, lieben den Tod!