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Nueva Biblia Viva (180 Treffer)
2Mo 17,9 Entonces Moisés le ordenó a Josué: «Escoge a algunos hombres, y sal con ellos a pelear contra el ejército de Amalec. Mañana yo me pararé en la cumbre de la colina con la vara de Dios en mis manos». 2Mo 17,10 Josúe y sus soldados salieron a presentar batalla al ejército de Amalec. Moisés, Aarón y Jur subieron a la cumbre de la montaña. 2Mo 17,13 Como resultado, Josué y sus soldados derrotaron al ejército de Amalec a filo de espada. 2Mo 17,14 Luego, el SEÑOR le ordenó a Moisés: «Escribe esto en un libro para que se recuerde siempre, y anuncia a Josué que borraré todo rastro de Amalec». 2Mo 24,13 Moisés y Josué, su ayudante, subieron al monte de Dios. 2Mo 32,17 Cuando Josué oyó el bullicio del pueblo que gritaba, le dijo a Moisés: ―Suena como si estuvieran preparándose para la guerra. 2Mo 33,11 En la Tienda de reunión, el SEÑOR le hablaba a Moisés cara a cara, como un hombre habla con su amigo. Después Moisés regresaba al campamento, pero el joven que le ayudaba, Josué hijo de Nun, nunca se alejaba de la Tienda de reunión. 4Mo 11,28 y Josué (hijo de Nun), uno de los ayudantes de Moisés, protestó: ―¡Moisés, hazles callar! 4Mo 13,16 En esta ocasión Moisés le cambió el nombre a Oseas (Salvación) y le puso Josué (el SEÑOR es salvación). 4Mo 14,6 dos de los espías, Josué hijo de Nun y Caleb, hijo de Jefone, rasgaron su ropa 4Mo 14,30 entrará en la Tierra prometida. Sólo Caleb, hijo de Jefone, y Josué, hijo de Nun podrán entrar. 4Mo 14,36 Los diez espías que habían incitado la rebelión contra el SEÑOR y habían llenado de temor los corazones del pueblo fueron los primeros en morir delante del SEÑOR. Josué y Caleb fueron los únicos que quedaron con vida. 4Mo 26,65 Todos los contados habían muerto, porque el SEÑOR había dicho de ellos: «Morirán en el desierto». Las únicas excepciones eran Caleb (hijo de Jefone) y Josué (hijo de Nun). 4Mo 27,18 El SEÑOR contestó: ―Toma a Josué (hijo de Nun), quien tiene al Espíritu, 4Mo 27,21 Él consultará a Eleazar el sacerdote para recibir mis órdenes. Yo, el SEÑOR, hablaré con Eleazar por medio del urim, y Eleazar le entregará las instrucciones a Josué y al pueblo. De esta manera continuará guiando a Israel. 4Mo 27,22 Entonces Moisés hizo como el SEÑOR le había ordenado: tomó a Josué y lo llevó ante Eleazar el sacerdote. En presencia del pueblo, 4Mo 27,23 Moisés puso las manos sobre Josué, y lo consagró para el cargo que el SEÑOR le había dado. 4Mo 32,12 Las únicas excepciones fueron Caleb (hijo de Jefone el cenezeo), y Josué (hijo de Nun), porque de todo corazón siguieron al SEÑOR. 4Mo 32,28 Entonces Moisés les dijo a Eleazar, a Josué y a los jefes de las tribus de Israel: 4Mo 34,16 Y el SEÑOR le dijo a Moisés: ―Estos son los nombres de los hombres que he elegido para que dirijan la repartición de tierra: el sacerdote Eleazar, Josué (hijo de Nun) y un jefe de cada tribu que serán los siguientes: Tribu Jefe, Judá Caleb (hijo de Jefone), Simeón Samuel (hijo de Amiud), Benjamín Elidad (hijo de Quislón), Dan Buquí (hijo de Joglí), Manasés Janiel (hijo de Efod), Efraín Quemuel (hijo de Siftán), Zabulón Elizafán (hijo de Parnac), Isacar Paltiel (hijo de Azán), Aser Ajiud (hijo de Selomí), Neftalí Pedael (hijo de Amiud), 5Mo 1,38 Josué (el hijo de Nun), tu ayudante, guiará a tu pueblo hacia ella. Anímale mientras se prepara para tomar el mando. 5Mo 3,21 Instrucciones a Josué »Entonces le dije a Josué: “Tú mismo has sido testigo de lo que el SEÑOR tu Dios ha hecho con estos dos reyes. Ahora tú harás lo mismo con todos los reinos que hay al otro lado del Jordán. 5Mo 3,28 Comisiona a Josué para que te reemplace. Aliéntalo, porque él hará que este pueblo entre a conquistar el territorio que tú solo verás desde la cumbre del monte”. 5Mo 31,3 Sin embargo, él mismo te guiará y destruirá a las naciones que viven allí, y tú las heredarás. Josué es tu nuevo comandante según las órdenes del SEÑOR. 5Mo 31,7 Luego llamó Moisés a Josué delante de todo Israel y le dijo: «Esfuérzate y ten valor, porque tú guiarás a este pueblo a la tierra que el SEÑOR prometió a sus antepasados, y estarás a cargo de dirigir la conquista. 5Mo 31,14 Predicción de la rebeldía de Israel Luego el SEÑOR dijo a Moisés: «Ha llegado el momento en que debes morir. Llama a Josué y entra en el santuario para que pueda darle las instrucciones». Moisés y Josué entraron y estuvieron de pie delante del SEÑOR. 5Mo 31,23 Luego, el SEÑOR encargó a Josué hijo de Nun que fuera valiente y se esforzara, y le dijo: «Tú harás entrar al pueblo de Israel en la tierra que yo juré que les daría; yo estaré contigo». 5Mo 32,44 Cuando Moisés y Josué terminaron de recitar este cántico delante del pueblo, 5Mo 34,9 Josué (hijo de Nun) estaba lleno del espíritu de sabiduría porque Moisés había impuesto sus manos sobre él; el pueblo de Israel le obedeció y siguió los mandamientos que el SEÑOR le había dado a Moisés. Jos 1,1 Orden del Señor a Josué Después de la muerte de Moisés, el siervo del SEÑOR, Dios habló al ayudante de Moisés, Josué, hijo de Nun, y le dijo: Jos 1,10 Josué dio instrucciones a los jefes de Israel Jos 1,16 Ellos estuvieron completamente de acuerdo y se comprometieron a obedecer a Josué como comandante en jefe. Jos 2,1 Rajab y los espías Josué envió dos espías desde el campamento de Israel en Sitín para que cruzaran el río Jordán y observaran la situación en la otra orilla, especialmente en Jericó. Llegaron a la casa de una mujer llamada Rajab, que era prostituta; Jos 2,23 Entonces los dos espías, descendiendo de la montaña, cruzaron el río Jordán e informaron a Josué todo lo que les había sucedido. Jos 3,1 El cruce del río Jordán Temprano en la mañana del día siguiente Josué y todo el pueblo de Israel salieron de Sitín y llegaron a las riberas del río Jordán, donde acamparon durante varios días antes de cruzarlo. Jos 3,5 Josué le dijo al pueblo entonces: «Purifíquense, porque mañana el SEÑOR hará maravillas entre ustedes». Jos 3,6 En la mañana, Josué les dijo a los sacerdotes: «Tomen el cofre y guíennos en el cruce del río». Y ellos emprendieron la marcha. Jos 3,7 El SEÑOR le dijo a Josué: «Hoy comenzaré a exaltarte para que todo Israel sepa que yo estoy contigo de la misma manera que estuve con Moisés. Jos 3,9 Josué reunió a todo el pueblo y les dijo: «Acérquense y oigan lo que el SEÑOR nuestro Dios ha dicho. Jos 4,1 Monumento conmemorativo Cuando el pueblo terminó de cruzar el río, el SEÑOR le dijo a Josué: Jos 4,4 Josué llamó a los doce hombres Jos 4,8 Enseguida los hombres hicieron como Josué les había ordenado. Sacaron doce piedras del río Jordán, una por cada tribu, como el SEÑOR le había ordenado a Josué, y las llevaron al lugar donde iban a acampar durante la noche y levantaron un monumento. Jos 4,9 Josué también levantó otro monumento de doce piedras en el centro del río, en el lugar donde estaban de pie los sacerdotes. Y están allí hasta el día de hoy. Jos 4,10 Los sacerdotes que transportaban el cofre estuvieron en medio del río hasta que se cumplieron todas las órdenes que el SEÑOR le había dado a Josué por medio de Moisés. Mientras tanto, el pueblo había cruzado el río. Jos 4,14 En ese día el SEÑOR engrandeció a Josué ante los ojos de todo Israel, y ellos lo respetaron todos los días de su vida de la misma manera que habían hecho con Moisés. Jos 4,15 El SEÑOR le dijo, entonces, a Josué: Jos 4,17 Entonces, Josué dio la orden, Jos 4,21 Josué explicó nuevamente el propósito de las piedras: «En el futuro, cuando sus descendientes pregunten “por qué están aquí estas piedras, y qué significan”, Jos 5,2 Liberación del oprobio egipcio El SEÑOR entonces le dijo a Josué que apartara un día para circuncidar a toda la población masculina de Israel. El SEÑOR les dio orden de hacer cuchillos de piedra con este propósito. El lugar donde se realizó el rito de la circuncisión fue denominado colina de los Prepucios. Jos 5,7 Así que Josué hizo circuncidar a los hijos de ellos, los cuales habían crecido para tomar el lugar de sus padres. Jos 5,8 Y el SEÑOR le dijo a Josué: «Hoy he quitado de ustedes la humillación de ser esclavos». Por esta razón el lugar donde se realizó esto se llamó Guilgal, y así se llama todavía. Después de la ceremonia todos descansaron en el campamento hasta que sus heridas sanaron. Jos 5,13 El comandante del ejército del Señor Un día que Josué recorría los alrededores de la ciudad de Jericó apareció un hombre junto a él con una espada desenvainada. Josué se dirigió a él y le preguntó: ―¿Eres amigo o enemigo? Jos 5,14 ―Yo soy el comandante en jefe del ejército del SEÑOR —respondió. Josué cayó de rodillas delante de él, lo adoró y le dijo: ―Da tus órdenes a tu siervo, SEÑOR. Jos 5,15 ―Quítate el calzado —le ordenó el comandante—; porque este es terreno santo. Y Josué obedeció. Jos 6,1 La conquista de Jericó Los habitantes de Jericó mantenían las puertas de la ciudad bien cerradas porque tenían miedo de los israelitas. Nadie podía salir ni entrar. Entonces el SEÑOR le dijo a Josué: Jos 6,6 Josué reunió a los sacerdotes y les dio las instrucciones: «Los hombres armados irán a la cabeza de la procesión, seguidos por los siete sacerdotes que tocarán continuamente sus trompetas. Detrás de ellos irán los sacerdotes que transportan el cofre, seguidos por una retaguardia». Jos 6,10 Josué entonces ordenó: «¡Que haya completo silencio y no se oiga otra cosa que el sonido de las trompetas! Ninguna otra palabra saldrá de su boca hasta que les ordene gritar; y entonces, ¡griten!». Jos 6,16 La séptima vez, mientras los sacerdotes tocaban sus trompetas, Josué ordenó a la gente: «¡Griten! ¡El SEÑOR nos ha entregado la ciudad!». Jos 6,22 Entonces Josué les dijo a los espías: «Cumplan lo prometido. Vayan y rescaten a la prostituta y a todos los que están con ella». Jos 6,25 De esta manera Josué salvó a Rajab la prostituta y a los familiares que estaban con ella en su casa. Todavía viven entre los israelitas porque ella escondió a los espías que Josué envió a Jericó. Jos 6,26 Entonces Josué lanzó una terrible maldición sobre cualquiera que reedificara la ciudad de Jericó. Advirtió que cuando fueran puestos los cimientos, el hijo mayor del constructor moriría, y cuando fueran colocadas las puertas moriría el hijo menor. Jos 6,27 El SEÑOR estaba con Josué, y su nombre se hizo famoso en todas partes. Jos 7,2 El pecado de Acán La derrota en Hai Poco después de la derrota de Jericó, Josué envió a sus hombres a reconocer la ciudad de Hai que queda al oriente de Betel. Jos 7,3 A su regreso le dijeron a Josué: «Es una ciudad pequeña y bastará con dos o tres mil hombres para destruirla; no es necesario que vayamos todos nosotros a tomarla». Jos 7,6 Josué y los ancianos de Israel rasgaron su ropa y se postraron delante del cofre del SEÑOR echando polvo sobre sus cabezas. Jos 7,7 Josué clamó al SEÑOR: ―Oh SEÑOR, ¿por qué nos hiciste cruzar el río Jordán si ibas a permitir que los amorreos nos dieran muerte? ¿Por qué no nos quedamos en la otra orilla? Jos 7,10 Pero el SEÑOR le dijo a Josué: ―Levántate, ¿por qué estás postrado? Jos 7,16 El castigo de Acán Al día siguiente, siendo muy temprano, Josué presentó las tribus de Israel delante del SEÑOR y fue señalada la tribu de Judá. Jos 7,19 Josué entonces le dijo a Acán: ―Hijo mío, da gloria al Dios de Israel y haz tu confesión. Dime lo que has hecho. Jos 7,22 Josué envió a algunos hombres a buscar el botín. Corrieron a la tienda y hallaron las cosas robadas donde Acán había dicho, y la plata estaba debajo de todo. Jos 7,23 Trajeron todo a Josué y lo dejaron en tierra frente al SEÑOR. Jos 7,24 Josué y todos los israelitas tomaron a Acán, la plata, el manto; el oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus burros, sus ovejas, la tienda y todo lo que él tenía, y lo llevaron al valle de Acor. Jos 7,25 Allí Josué dijo a Acán: ―¿Por qué has traído esta calamidad sobre nosotros? Ahora el SEÑOR traerá calamidad sobre ti. Los hombres de Israel los apedrearon y luego quemaron sus cuerpos Jos 8,1 Obediencia y victoria El SEÑOR le dijo a Josué: «No temas ni desmayes, toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. La he entregado en tus manos para que la conquistes. He entregado en tus manos al rey de Hai y a todo su pueblo, su ciudad y su tierra. Jos 8,3 Antes que todos los hombres de guerra emprendieran la marcha hacia Hai, Josué envió treinta mil soldados de entre los más valientes para que emboscaran por detrás a Hai y estuvieran listos para entrar en acción. Jos 8,9 Se pusieron en marcha aquella noche y tendieron una emboscada entre Betel y el lado occidental de Hai. Pero Josué y el resto de los hombres se quedaron en el campamento de Jericó. Jos 8,10 A la mañana siguiente, temprano, Josué hizo que sus hombres se levantaran y emprendieron la marcha hacia Hai acompañados por los ancianos de Israel, Jos 8,11 y se detuvieron a la orilla de un valle al norte de la ciudad. Aquella noche Josué envió otros cinco mil hombres a que se unieran a los soldados que estaban emboscados en el lado occidental de la ciudad, y él pasó la noche en el valle. Jos 8,15 Josué y todo Israel huyeron a través del desierto como si estuvieran completamente derrotados, Jos 8,18 Entonces el SEÑOR le dijo a Josué: «Levanta tu lanza hacia Hai porque te entregaré la ciudad». Jos 8,20 Los hombres de Hai miraron hacia atrás y vieron que el humo de la ciudad llenaba el cielo, y no supieron qué hacer. Pero cuando Josué y sus soldados vieron el humo, se dieron cuenta que los hombres que habían estado listos para emboscar a Hai habían entrado en la ciudad, de modo que dieron media vuelta y comenzaron a atacar a sus perseguidores. Jos 8,23 salvo el rey de Hai que fue capturado y llevado a la presencia de Josué. Jos 8,26 Josué había mantenido su lanza señalando hacia Hai hasta que la última persona murió. Jos 8,27 Solamente el ganado y el botín no fueron destruidos, porque los israelitas conservaron estas cosas para sí mismos. El SEÑOR le había dicho a Josué que podían hacerlo. Jos 8,29 Josué colgó al rey de Hai de un árbol hasta la tarde, pero cuando el sol estaba declinando bajó el cuerpo, lo arrojó frente al portón de la ciudad, y lo cubrió con un montón de piedras que todavía está allí. Jos 8,30 Lectura de la ley en el monte Ebal Luego Josué construyó un altar al SEÑOR Dios de Israel en el monte Ebal Jos 8,32 Y mientras el pueblo de Israel observaba, Josué grabó sobre las piedras del altar cada uno de los Diez Mandamientos. Jos 8,34 Josué entonces les leyó todas las bendiciones y maldiciones que Moisés había escrito en el libro de la ley de Dios. Jos 9,1 Astucia de los gabaonitas Cuando los reyes de los alrededores oyeron lo que le había ocurrido a Jericó, rápidamente se unieron para defender sus vidas de los ataques de Josué y los israelitas. Jos 9,3 Pero cuando el pueblo de Gabaón oyó lo ocurrido a Jericó y a Hai, decidieron usar una estratagema para salvarse. Enviaron embajadores a Josué vestidos con ropa muy gastada; como si vinieran de un largo viaje, con sandalias muy remendadas, monturas muy gastadas sobre sus burros, odres de vino muy viejos y secos, y pan enmohecido. Jos 9,6 Cuando llegaron al campamento de Israel en Guilgal le dijeron a Josué y al pueblo de Israel: ―Hemos venido de una tierra distante a concertar un tratado de paz con ustedes. Jos 9,8 ―Seremos sus esclavos —respondieron. ―Pero, ¿quiénes son ustedes? —preguntó Josué—. ¿De dónde vienen? Jos 9,14 Josué y los demás dirigentes finalmente les creyeron. No se preocuparon de consultar al SEÑOR, sino que hicieron un pacto de paz con ellos. Luego los jefes de Israel ratificaron el pacto con un juramento. Jos 9,22 Josué convocó a los dirigentes de esos pueblos y les preguntó: ―¿Por qué nos han mentido diciendo que vivían en una tierra distante cuando realmente viven casi entre nosotros? Jos 9,26 Josué no permitió que el pueblo de Israel les diera muerte, Jos 10,1 Ataque de los reyes amorreos Cuando Adonisédec, rey de Jerusalén, oyó que Josué había capturado y destruido a Hai, y que había dado muerte a su rey de la misma manera que había hecho en Jericó, y supo que con una estratagema Gabaón había hecho paz con Israel y ahora eran aliados, Jos 10,4 «Vengan y ayúdenme a destruir a Gabaón, porque ellos han hecho alianza con Josué y el pueblo de Israel». Jos 10,6 Derrota de los reyes amorreos Al saberlo los hombres de Gabaón enviaron un mensaje urgente a Josué que estaba en Guilgal: «Ven y ayuda a tus siervos. Ven rápidamente y sálvanos. Todos los reyes que viven en las montañas están aquí con sus ejércitos». Jos 10,7 Entonces Josué y la gente de guerra marcharon desde Guilgal en auxilio de Gabaón. Jos 10,8 «No temas delante de ellos —le dijo el SEÑOR a Josué—, porque ya están derrotados. Los he entregado en tus manos para que los destruyas. Ninguno de ellos podrá hacerte frente».
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