Jesaja 9 | Nueva Versión Internacional Schlachter 2000

Jesaja 9 | Nueva Versión Internacional

Nos ha nacido un niño

1 A pesar de todo, no habrá más penumbra para la que estuvo angustiada. En el pasado Dios humilló a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pero en el futuro honrará a Galilea, tierra de paganos, en el camino del mar, al otro lado del Jordán. 2 El pueblo que andaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido. 3 Tú has hecho que la nación crezca; has aumentado su alegría. Y se alegran ellos en tu presencia como cuando recogen la cosecha, como cuando reparten el botín. 4 Ciertamente tú has quebrado, como en la derrota de Madián, el yugo que los oprimía, la barra que pesaba sobre sus hombros, el bastón de mando que los subyugaba. 5 Todas las botas guerreras que resonaron en la batalla, y toda la ropa teñida en sangre serán arrojadas al fuego, serán consumidas por las llamas. 6 Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. 7 Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor Todopoderoso.

El enojo del Señor contra Israel

8 El Señor ha enviado su palabra; la ha enviado contra Jacob, ¡ya cae sobre Israel! 9 De esto se entera todo el pueblo —Efraín y los habitantes de Samaria—, todos los que dicen con orgullo y con altivez de corazón: 10 «Si se caen los ladrillos, recostruiremos con piedra tallada; si se caen las vigas de higuera, las repondremos con vigas de cedro.» 11 Pero el Señor ha fortalecido a los adversarios de Rezín; ha incitado a sus enemigos. 12 Los sirios en el este y los filisteos en el oeste se comieron a Israel de un solo bocado. A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado; ¡su mano aún sigue extendida! 13 Pero el pueblo no ha querido reconocer al que lo ha castigado; no ha buscado al Señor Todopoderoso. 14 Por eso en un mismo día el Señor le cortará a Israel la cabeza y la cola, la palmera y el junco. 15 La cabeza son los ancianos y la gente de alto rango; la cola son los profetas, maestros de mentiras. 16 Los guías de este pueblo lo han extraviado; los que se dejan guiar son confundidos. 17 Por eso no se complacerá el Señor en los jóvenes, ni se apiadará de huérfanos y viudas, porque todos ellos son impíos y malvados; sus labios profieren necedades. A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado; ¡su mano aún sigue extendida! 18 La maldad arde como un fuego que consume zarzas y espinos, que incendia la espesura del bosque y sube luego, como torbellino, en una columna de humo. 19 Por la ira del Señor Todopoderoso arderá en fuego la tierra. Y el pueblo será el combustible: ¡Nadie se compadecerá de su hermano! 20 Unos comerán lo que esté a su mano derecha, pero se quedarán con hambre; otros comerán lo que esté a su izquierda, pero no quedarán satisfechos. ¡Se comerán a sus propios hijos!* 21 Manasés se comerá a Efraín, y Efraín a Manasés, y los dos juntos atacarán a Judá. A pesar de todo esto, la ira de Dios no se ha aplacado; ¡su mano aún sigue extendida!

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Schlachter 2000
1 Das Volk, das in der Finsternis wandelt, hat ein großes Licht gesehen; über den Bewohnern des Landes der Todesschatten ist ein Licht aufgeleuchtet. 2 Du hast das Volk vermehrt, hast seine Freude groß gemacht; sie werden sich vor dir freuen, wie man sich in der Ernte freut, wie [die Sieger] jubeln, wenn sie Beute verteilen. 3 Denn du hast das Joch zerbrochen, das auf ihm lastete, und den Stab auf seiner Schulter, und den Stecken seines Treibers, wie am Tag Midians. 4 Denn jeder Stiefel derer, die gestiefelt einherstapfen im Schlachtgetümmel, und jeder Mantel, der durchs Blut geschleift wurde, wird verbrannt und vom Feuer verzehrt. 5 Denn ein Kind ist uns geboren, ein Sohn ist uns gegeben; und die Herrschaft ruht auf seiner Schulter; und man nennt seinen Namen: Wunderbarer, Ratgeber, starker Gott, Ewig-Vater, Friedefürst. 6 Die Mehrung der Herrschaft und der Friede werden kein Ende haben auf dem Thron Davids und über seinem Königreich, dass er es gründe und festige mit Recht und Gerechtigkeit von nun an bis in Ewigkeit. Der Eifer des HERRN der Heerscharen wird dies tun!

Gottes Zorn über das Nordreich von Israel

7 Ein Wort hat der Herr gegen Jakob gesandt, und es soll in Israel niederfallen. 8 Das ganze Volk soll es erkennen, Ephraim und die Bewohner von Samaria, die im Stolz und Übermut des Herzens sagen: 9 Die Ziegelsteine sind eingestürzt, wir aber wollen mit Quadern aufbauen; die Maulbeerbäume wurden abgehauen, wir aber wollen Zedern an ihre Stelle setzen! 10 Doch der HERR hat die Feinde Rezins ihm überlegen gemacht und seine Gegner aufgestachelt, 11 die Aramäer von vorn und die Philister von hinten, und sie sollen Israel mit vollem Maul fressen. — Bei alledem hat sich sein Zorn nicht abgewandt; seine Hand bleibt ausgestreckt. 12 Aber das Volk kehrt nicht um zu dem, der es schlägt, und sie suchen den HERRN der Heerscharen nicht. 13 Darum wird der HERR von Israel Haupt und Schwanz abhauen, Palmzweig und Binse an einem Tag. 14 Der Älteste und Angesehene ist das Haupt, und der Prophet, der Lügen lehrt, ist der Schwanz. 15 Die Führer dieses Volkes sind Verführer geworden, und die von ihnen Geführten sind verloren. 16 Darum freut sich auch der Herr nicht über seine auserwählten [Krieger] und hat kein Erbarmen mit seinen Waisen und Witwen; denn sie sind alle Frevler und Bösewichte, und jeder Mund redet Torheit! — Bei alledem hat sich sein Zorn nicht abgewandt; seine Hand bleibt ausgestreckt. 17 Denn die Gottlosigkeit brennt wie ein Feuer: Dornen und Disteln frisst sie, und die dichten Wälder zündet sie an, sodass Rauchsäulen emporwirbeln. 18 Durch den Zorn des HERRN ist das Land wie ausgebrannt und das Volk wie vom Feuer verzehrt; keiner hat Mitleid mit dem anderen. 19 Man verschlingt zur Rechten und bleibt hungrig, man frisst zur Linken und wird nicht satt; jeder frisst das Fleisch seines eigenen Arms, 20 Manasse den Ephraim und Ephraim den Manasse, und diese beiden fallen über Juda her! — Bei alledem hat sich sein Zorn nicht abgewandt; seine Hand bleibt ausgestreckt.