1Entonces Jonás oró al SEÑOR desde el vientre del pez:2«En medio de mi gran angustia clamé al SEÑOR, y él me respondió. Estando ya muy cerca de morir te pedí ayuda, y tú, SEÑOR, oíste mi súplica.3Me arrojaste a las profundidades del mar; me hundí en las corrientes de las aguas, y tus olas tempestuosas pasaron sobre mí.4Entonces dije: “He sido arrojado de tu presencia. ¿Cómo me será posible volver a visitar tu santo templo de Jerusalén?”.5»Las aguas me rodearon y la muerte estaba cada vez más cerca; estaba en lo más profundo y las algas se enredaban a mi cuerpo.6Descendí hasta donde están las bases de las montañas que salen de lo profundo del océano. La vida se me escapaba poco a poco, y me sentía ya más muerto que vivo. Pero tú, SEÑOR, Dios mío, me salvaste de esa situación desesperada y me permitiste seguir con vida.7»Cuando casi había perdido toda mi esperanza, mis últimos pensamientos los dirigí una vez más al SEÑOR, y mi oración desesperada fue escuchada por él.8Los que confían en dioses falsos no saben lo que se están perdiendo; desprecian el inmenso amor de Dios.9»Pero yo para siempre te rendiré homenaje y te ofreceré sacrificios rituales en agradecimiento por lo que has hecho por mí. Cumpliré las promesas que te hice. ¡Solamente el SEÑOR me puede salvar!».10Entonces el SEÑOR ordenó al pez que vomitara a Jonás en la playa, y así lo hizo el pez.
Schlachter 2000
Jona im Bauch eines großen Fisches – sein Gebet und seine Rettung
1Und der HERR entsandte einen großen Fisch, der Jona verschlingen sollte; und Jona war im Bauch des Fisches drei Tage und drei Nächte lang.2Und Jona betete aus dem Bauch des Fisches zu dem HERRN, seinem Gott, und sprach:3Aus meiner Drangsal rief ich zu dem HERRN, und er erhörte mich; aus dem Schoß des Totenreiches schrie ich, und du hörtest meine Stimme!4Denn du hattest mich in die Tiefe geschleudert, mitten ins Meer, dass mich die Strömung umspülte; alle deine Wogen und Wellen gingen über mich.5Und ich sprach: Ich bin von deinen Augen verstoßen; dennoch will ich fortfahren, nach deinem heiligen Tempel zu schauen!6Die Wasser umringten mich bis an die Seele, die Tiefe umgab mich, Meergras umschlang mein Haupt.7Zu den Gründen der Berge sank ich hinunter; die Erde war auf ewig hinter mir verriegelt — da hast du, HERR, mein Gott, mein Leben aus dem Grab heraufgeführt!8Als meine Seele in mir verschmachtete, gedachte ich an den HERRN, und mein Gebet kam zu dir in deinen heiligen Tempel.9Die Verehrer nichtiger Götzen verlassen ihre Gnade*;10ich aber will dir mit lauter Stimme Lob opfern; was ich gelobt habe, das will ich bezahlen. Die Rettung kommt von dem HERRN!11Und der HERR gebot dem Fisch; und der spie Jona ans Land.
Diese Website verwendet Cookies, um Ihnen die bestmögliche Nutzererfahrung bieten zu können.