1.Mose 19 | Nueva Biblia Viva Schlachter 2000

1.Mose 19 | Nueva Biblia Viva

Destrucción de Sodoma y Gomorra

1 Ya estaba oscureciendo cuando los dos ángeles llegaron a Sodoma. Lot estaba sentado a la entrada de la ciudad. Cuando los vio, se levantó a saludarlos, inclinándose delante de ellos en señal de respeto, 2 y les dijo: ―Señores, vengan a mi casa para que se laven los pies y duerman. Mañana temprano podrán continuar el viaje. ―No, gracias —dijeron ellos—. Pasaremos la noche en la plaza. 3 Pero Lot insistió tanto, que ellos le aceptaron la invitación y se fueron con él a la casa. Allí él les sirvió una buena cena con pan sin levadura, recién horneado. 4 Todavía no se habían acostado, cuando todos los hombres de Sodoma, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa. 5 Entonces llamaron a Lot y le dijeron: ―¿Dónde están los hombres que han venido a quedarse en tu casa? ¡Sácalos, pues queremos tener relaciones sexuales con ellos! 6 Lot salió a hablar con ellos y, después de cerrar la puerta, 7 les dijo: ―Por favor, amigos míos, no vayan a cometer semejante maldad. 8 Miren, tengo dos hijas vírgenes. Se las daré para que hagan con ellas lo que bien les parezca, pero no les hagan nada a estos hombres, pues yo los invité a quedarse esta noche en mi casa. 9 ―¡Quítate de en medio! —le respondieron—. ¿Con qué derecho nos vas a ordenar lo que debemos hacer? ¡No olvides que eres un extranjero! ¡Ahora te trataremos peor que a ellos! Así que comenzaron a maltratar a Lot, y se acercaron a la puerta para echarla abajo. 10 Pero los dos varones agarraron a Lot, lo metieron a la casa, y cerraron la puerta. 11 Después dejaron ciegos a los hombres que estaban allí —desde el más joven hasta el más viejo—, de modo que no pudieron encontrar la puerta. 12 Luego le preguntaron a Lot: ―Si tienes en la ciudad hijos, hijas, yernos y cualquier otro familiar ¡sácalos de inmediato! 13 El SEÑOR nos ha enviado a destruir esta ciudad, porque ha recibido muchísimas quejas contra los habitantes de este lugar. Así que el SEÑOR no puede perdonarlos más, y ha decidido destruir este lugar. 14 Inmediatamente Lot fue y les dijo a los novios de sus hijas: ―¡Apresúrense! ¡Salgan de la ciudad, porque el SEÑOR va a destruirla! Pero los jóvenes creyeron que Lot estaba bromeando. 15 Al amanecer, los ángeles le insistieron a Lot: ―¡Date prisa! ¡Toma a tu esposa y a tus dos hijas y sal con ellas de la ciudad, si no quieren morir junto con todos los demás! 16 Como Lot se tardaba mucho en salir, los ángeles lo tomaron de la mano, junto con su esposa y sus hijas, y los sacaron de la ciudad. Hicieron esto, porque el SEÑOR tuvo compasión de Lot y de su familia. 17 Apenas salieron de la ciudad, uno de los ángeles les dijo: ―¡Corran para que se salven de morir! ¡No miren hacia atrás, ni se detengan en ninguna parte de esta llanura! ¡Vayan a las montañas, para que no perezcan! 18 Pero Lot les dijo: ―Por favor, señores míos, ya que han sido tan buenos y misericordiosos conmigo al salvarme la vida, yo les ruego que no me envíen a las montañas, ya que me da miedo que la destrucción me alcance en el camino, y muera. 20 Más bien déjenme ir a aquella pequeña ciudad que está más cerca de aquí, para salvar mi vida. En realidad es una ciudad muy pequeña. 21 ―Muy bien —dijo uno de los ángeles—. Acepto tu súplica y no destruiré esa pequeña ciudad. Pero ¡date prisa! porque nada podemos hacer hasta que te hayas refugiado en ella. Desde aquel tiempo esa ciudad fue llamada Zoar (ciudad pequeña). 23 Salía el sol cuando Lot llegó a Zoar. 24 Entonces el SEÑOR hizo que desde el cielo lloviera fuego y azufre sobre Sodoma y Gomorra. 25 De este modo destruyó completamente esas ciudades, junto con todos sus habitantes. También acabó con toda la vegetación que había en esa llanura. 26 Pero la esposa de Lot miró hacia atrás, y quedó convertida en una estatua de sal. 27 Aquella mañana, Abraham se levantó temprano y regresó al lugar donde había estado conversando con el SEÑOR. 28 Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la llanura, y vio que del suelo salía humo, como el humo que sale de un horno. 29 Fue así como Dios destruyó esas ciudades de la llanura donde Lot había vivido. Pero Dios se acordó de Abraham y, por eso, libró a Lot de perecer en aquella catástrofe.

Lot y sus hijas

30 Después Lot, por miedo a la gente de Zoar, dejó la ciudad, junto con sus dos hijas, y se fue a vivir a una cueva que había en la montaña. 31 Un día, la hija mayor le dijo a su hermana: ―Ya nuestro padre está muy viejo y, además, no ha quedado hombre alguno en estos lugares con los que podamos casarnos, como es la costumbre. 32 Así que vamos a emborracharlo, y nos acostamos con él. De este modo lograremos que nuestro padre tenga descendientes. 33 Aquella noche emborracharon a su padre. Entonces la hija mayor tuvo relaciones con él. Pero Lot no se dio cuenta de lo que pasó. 34 A la mañana siguiente la mayor le dijo a la menor: ―Anoche me acosté con mi padre. Vamos a emborracharlo también esta noche, para que tú te acuestes con él; y de esta manera nuestro padre tendrá descendencia. 35 Aquella noche volvieron a darle a beber vino hasta emborracharlo. Enseguida, la menor entró, se acostó con él, y salió. Pero Lot no se dio cuenta de lo que pasó. 36 Así fue que las dos hijas quedaron embarazadas de su padre. 37 El hijo de la mayor se llamó Moab, y fue el padre de los actuales moabitas. 38 El hijo de la menor fue llamado Ben Amí, y fue el padre de los actuales amonitas.

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Schlachter 2000

Die Rettung Lots vor dem kommenden Gericht

1 Und die zwei Engel kamen am Abend nach Sodom. Lot aber saß in Sodom unter dem Tor; und als er sie sah, stand er auf, ging ihnen entgegen und verneigte sich, das Angesicht zur Erde gewandt, 2 und sprach: Siehe, meine Herren! Kehrt ein in das Haus eures Knechtes und bleibt über Nacht und wascht eure Füße; so mögt ihr am Morgen früh aufstehen und euren Weg ziehen! Sie aber sprachen: Nein, sondern wir wollen im Freien übernachten! 3 Er aber drang sehr in sie. Da kehrten sie bei ihm ein und kamen in sein Haus. Und er bereitete ihnen ein Mahl und machte ungesäuerte Brotfladen; und sie aßen. 4 Aber ehe sie sich hinlegten, umringten die Männer der Stadt das Haus, die Männer von Sodom, Jung und Alt, das ganze Volk aus allen Enden, 5 und riefen Lot und sprachen zu ihm: Wo sind die Männer, die diese Nacht zu dir gekommen sind? Bring sie heraus zu uns, damit wir uns über sie hermachen! 6 Da ging Lot zu ihnen hinaus an den Eingang und schloss die Tür hinter sich zu. 7 Und sprach: Ach, meine Brüder, versündigt euch doch nicht! 8 Siehe, ich habe zwei Töchter, die haben noch keinen Mann erkannt; die will ich zu euch hinausführen, damit ihr mit ihnen tut, wie es gut ist in euren Augen; nur diesen Männern tut nichts, denn sie sind doch unter den Schatten meines Daches gekommen! 9 Sie aber sprachen: Mach, dass du fortkommst! Und sie sagten: Der ist der einzige Fremdling hier und will den Richter spielen! Nun wollen wir’s mit dir noch schlimmer treiben als mit ihnen! Und sie drangen heftig auf den Mann Lot ein und machten sich daran, die Tür aufzubrechen. 10 Da streckten die Männer ihre Hände hinaus und zogen Lot zu sich hinein und schlossen die Tür zu. 11 Und sie schlugen die Männer vor der Haustür mit Blindheit, Klein und Groß, sodass sie müde wurden, die Tür zu suchen. 12 Und die Männer sprachen zu Lot: Hast du noch jemand hier, einen Schwiegersohn oder Söhne oder Töchter? Wer in der Stadt zu dir gehört, den führe hinaus aus diesem Ort! 13 Denn wir werden diesen Ort verderben, weil das Geschrei über sie groß ist vor dem HERRN; und der HERR hat uns gesandt, [den Ort] zu verderben! 14 Da ging Lot hinaus und redete mit seinen Schwiegersöhnen, die seine Töchter nehmen sollten, und sprach: Macht euch auf, geht hinaus aus diesem Ort; denn der HERR wird diese Stadt verderben! Aber er war in den Augen seiner Schwiegersöhne wie einer, der scherzt. 15 Als nun die Morgenröte aufging, drängten die Engel Lot und sprachen: Mache dich auf, nimm deine Frau und deine beiden Töchter, die hier sind, damit du nicht umkommst in der Bestrafung dieser Stadt! 16 Als er aber noch zögerte, ergriffen die Männer ihn und seine Frau und seine beiden Töchter bei der Hand, weil der HERR ihn verschonen wollte; und sie führten ihn hinaus und ließen ihn draußen vor der Stadt. 17 Und es geschah, als sie sie hinausgeführt hatten, da sprach einer: Rette deine Seele! Und schaue nicht zurück; steh auch nicht still in dieser ganzen Umgegend! Rette dich ins Bergland*, damit du nicht weggerafft wirst! 18 Aber Lot sprach zu ihnen: Ach nein, mein Herr! 19 Siehe doch, dein Knecht hat vor deinen Augen Gnade gefunden, und du hast mir große Barmherzigkeit erwiesen, dass du meine Seele am Leben erhalten hast. Aber auf das Bergland kann ich mich nicht retten; das Unglück könnte mich ereilen, sodass ich sterben müsste! 20 Siehe, jene Stadt dort ist so nahe, dass ich dahin fliehen könnte; und sie ist klein. Ach, lass mich dahin fliehen! Ist sie nicht klein? Nur dass meine Seele am Leben bleibt! 21 Da sprach er zu ihm: Siehe, ich habe dich auch in dieser Sache erhört, dass ich die Stadt nicht zerstöre, von der du geredet hast. 22 Eile, rette dich dorthin; denn ich kann nichts tun, bis du hineingekommen bist! — Daher wird die Stadt Zoar genannt.

Gottes Gericht über Sodom und Gomorra

23 Und die Sonne ging auf über der Erde, als Lot nach Zoar kam. 24 Da ließ der HERR Schwefel und Feuer regnen auf Sodom und Gomorra, vom HERRN, vom Himmel herab, 25 und er zerstörte die Städte und die ganze Umgebung und alle Einwohner der Städte und was auf dem Erdboden gewachsen war. 26 Und [Lots] Frau schaute zurück hinter seinem Rücken; da wurde sie zu einer Salzsäule. 27 Abraham aber begab sich früh am Morgen zu dem Ort, wo er vor dem HERRN gestanden hatte. 28 Und er blickte hinab auf Sodom und Gomorra und auf das ganze Land jener Gegend und sah sich um, und siehe, ein Rauch ging auf von dem Land, wie der Rauch eines Schmelzofens. 29 Und es geschah, als Gott die Städte in jener Ebene verderbte, da gedachte Gott an Abraham, und er führte Lot mitten aus dem Verderben, als er die Städte verderbte, in denen Lot gewohnt hatte.

Lot und seine Töchter. Die Entstehung der Moabiter und Ammoniter

30 Und Lot ging von Zoar hinauf und blieb mit seinen beiden Töchtern auf dem Bergland; denn er fürchtete sich, in Zoar zu bleiben; und er wohnte mit seinen Töchtern in einer Höhle. 31 Da sprach die Ältere zu der Jüngeren: Unser Vater ist alt, und es ist kein Mann mehr auf der Erde, der zu uns kommen könnte nach der Weise aller Welt. 32 So komm, wir wollen unserem Vater Wein zu trinken geben und bei ihm liegen, damit wir von unserem Vater Nachkommenschaft erhalten! 33 So gaben sie ihrem Vater Wein zu trinken in derselben Nacht. Und die Ältere ging und legte sich zu ihrem Vater, und er erkannte es nicht, weder als sie sich legte, noch als sie aufstand. 34 Und es geschah am Morgen, da sprach die Ältere zu der Jüngeren: Siehe, ich bin gestern bei meinem Vater gelegen; wir wollen ihm auch diese Nacht Wein zu trinken geben, dass du hingehst und dich zu ihm legst, damit wir von unserem Vater Nachkommenschaft erhalten! 35 So gaben sie ihrem Vater auch in jener Nacht Wein zu trinken. Und die Jüngere machte sich auf und legte sich zu ihm, und er merkte es nicht, weder als sie sich legte, noch als sie aufstand. 36 So wurden die beiden Töchter Lots schwanger von ihrem Vater. 37 Und die Ältere gebar einen Sohn, den nannte sie Moab; der wurde der Vater der heutigen Moabiter. 38 Und die Jüngere gebar auch einen Sohn, den nannte sie Ben-Ammi; der wurde der Vater der heutigen Ammoniter.