19耶稣又说:“有个财主天天衣着华丽,生活奢侈。20又有一个名叫拉撒路的乞丐身上长满了脓疮,被人放在财主家门口。21他渴望吃到财主桌上掉下来的食物残渣,却只有狗来舔他的疮。22“后来,乞丐死了,天使带他到亚伯拉罕身边。财主也死了,被人埋葬了。23他在阴间受折磨,抬头远远地看见亚伯拉罕和他身边的拉撒路,24就喊着说,‘我的先祖亚伯拉罕啊!求你可怜我,派拉撒路用指尖蘸点水来润润我的舌头吧!我在这火中实在痛苦不堪。’25“亚伯拉罕说,‘孩子啊!你要想想,你生前享福,而拉撒路受苦;如今他在这里得到安慰,而你受折磨。26况且,在你我中间隔着一道深渊,这边的人不能到你那边去,你那边的人也不能到这里来。’27“财主说,‘我的先祖啊,那么求你派拉撒路去我父亲家里,28因为我有五个弟兄。让拉撒路去警告他们,以免他们也来到这痛苦的地方。’29“但是亚伯拉罕却说,‘他们可以听从摩西和众先知的话呀!’30“财主回答说,‘我的先祖亚伯拉罕啊!他们不会听的。但如果有一个死而复活的人去警告他们,他们肯定会悔改!’31“亚伯拉罕说,‘如果他们不听从摩西和众先知的话,即使一个人从死里复活,他们也不会信服。’”
Nueva Versión Internacional (Castellano)
Parábola del administrador astuto
1Jesús contó otra parábola a sus discípulos: «Un hombre rico tenía un administrador a quien acusaron de derrochar sus bienes.2Así que lo mandó llamar y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto”.3El administrador reflexionó: “¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón va a quitarme del puesto? No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza pedir limosna.4Tengo que asegurarme de que, cuando me echen de la administración, haya gente que me reciba en su casa. ¡Ya sé lo que voy a hacer!”5»Llamó entonces a cada uno de los que debían algo a su patrón. Al primero le preguntó: “¿Cuánto debes a mi patrón?”6“Cien barriles* de aceite”, le contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate en seguida y escribe cincuenta”.7Luego preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cien sacos* de trigo”, contestó. El administrador le dijo: “Toma tu factura y escribe ochenta”.8»Pues bien, el patrón elogió al administrador de riquezas mundanas* por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz.9Por eso os digo que os valgáis de las riquezas mundanas para ganar amigos,* a fin de que cuando estas se acaben haya quienes os reciban en las viviendas eternas.10»El que es honrado* en lo poco también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro* en lo poco tampoco lo será en lo mucho.11Por eso, si no habéis sido honrados en el uso de las riquezas mundanas,* ¿quién os confiará las verdaderas?12Y, si con lo ajeno no habéis sido honrados, ¿quién os dará lo que os pertenece?13»Ningún sirviente puede servir a dos patrones. Menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No podéis servir a la vez a Dios y a las riquezas».14Oían todo esto los fariseos, a quienes les encantaba el dinero, y se burlaban de Jesús.15Él les dijo: «Vosotros os hacéis los buenos ante la gente, pero Dios conoce vuestros corazones. Daos cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.
Otras enseñanzas
16»La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan. Desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.*17Es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra que caiga una sola tilde de la ley.18»Todo el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio; y el que se casa con la divorciada comete adulterio.
El rico y Lázaro
19»Había un hombre rico que se vestía lujosamente* y daba espléndidos banquetes todos los días.20A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas21y que hubiera querido llenarse el estómago con lo que caía de la mesa del rico. Hasta los perros se acercaban y le lamían las llagas.22»Resulta que murió el mendigo, y los ángeles se lo llevaron para que estuviera al lado de Abraham. También murió el rico, y lo sepultaron.23En el infierno,* en medio de sus tormentos, el rico levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.24Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”.25Pero Abraham le contestó: “Hijo, recuerda que durante tu vida te fue muy bien, mientras que a Lázaro le fue muy mal; pero ahora a él le toca recibir consuelo aquí, y a ti, sufrir terriblemente.26Además de eso, hay un gran abismo entre nosotros y vosotros, de modo que los que quieren pasar de aquí para allá no pueden, ni tampoco pueden los de allá para acá”.27»Él respondió: “Entonces te ruego, padre, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre,28para que advierta a mis cinco hermanos y no vengan ellos también a este lugar de tormento”.29Pero Abraham le contestó: “Ya tienen a Moisés y a los profetas; ¡que les hagan caso a ellos!”30“No les harán caso, padre Abraham —replicó el rico—; en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces sí se arrepentirían”.31Abraham le dijo: “Si no hacen caso a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán aunque alguien se levante de entre los muertos”».
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