21从此以后,耶稣开始清楚地指示门徒,祂必须去耶路撒冷,受长老、祭司长和律法教师许多的迫害,并且被处死,但第三天必从死里复活。22彼得把耶稣拉到一边,劝阻祂说:“主啊,千万不可!这件事绝不会发生在你身上!”23耶稣立刻转过身来责备彼得说:“撒旦,退到我后面去!你是我的绊脚石,因为你不考虑上帝的意思,只考虑人的意思。”24于是耶稣对门徒说:“如果有人要跟从我,就应当舍己,背起他的十字架跟从我。25因为想救自己生命的,必失去生命;但为了我而失去生命的,必得到生命。26人若赚得全世界,却丧失自己的生命,又有什么益处呢?人还能拿什么换回自己的生命呢?27“因为人子要在祂父的荣耀中与众天使一起降临,那时,祂将按照各人的行为报应各人。28我实在告诉你们,有些站在这里的人会在有生之年看见人子降临在祂的国度里。”
Nueva Versión Internacional (Castellano)
Le piden a Jesús una señal
1Los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús y, para ponerlo a prueba, le pidieron que les mostrara una señal del cielo.2Les contestó:* «Al atardecer, decís que hará buen tiempo porque el cielo está rojizo,3y por la mañana, que habrá tempestad porque el cielo está nublado y amenazante.* Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no así las señales de los tiempos.4Esta generación malvada y adúltera busca una señal milagrosa, pero no se le dará más señal que la de Jonás». Entonces Jesús los dejó y se fue.
La levadura de los fariseos y de los saduceos
5Cruzaron el lago, pero a los discípulos se les había olvidado llevar pan.6―Tened cuidado —les advirtió Jesús—; evitad la levadura de los fariseos y de los saduceos.7Ellos comentaban entre sí: «Lo dice porque no trajimos pan».8Al darse cuenta de esto, Jesús les recriminó: ―Hombres de poca fe, ¿por qué estáis hablando acerca de que no tenéis pan?9¿Aún no entendéis? ¿No recordáis los cinco panes para los cinco mil, y el número de canastas que recogisteis?10¿Ni los siete panes para los cuatro mil, y el número de cestas que recogisteis?11¿Cómo es que no entendéis que no hablaba del pan, sino de tener cuidado de la levadura de fariseos y saduceos?
La confesión de Pedro
12Entonces comprendieron que no les decía que se cuidaran de la levadura del pan, sino de la enseñanza de los fariseos y de los saduceos.13Cuando llegó a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: ―¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre? Le respondieron:14―Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que Jeremías o uno de los profetas.15―Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?16―Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente —afirmó Simón Pedro.17―Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ningún mortal,* sino mi Padre que está en el cielo.18Yo te digo que tú eres Pedro,* y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y las puertas del reino de la muerte* no prevalecerán contra ella.19Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Jesús predice su muerte
20Entonces les ordenó a sus discípulos que no dijeran a nadie que él era el Cristo.21Desde entonces comenzó Jesús a advertir a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas a manos de los ancianos, de los jefes de los sacerdotes y de los maestros de la ley, y que era necesario que lo mataran y que al tercer día resucitara.22Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo: ―¡De ninguna manera, Señor! ¡Esto no te sucederá jamás!23Jesús se volvió y le dijo a Pedro: ―¡Aléjate de mí, Satanás! Quieres hacerme tropezar; no piensas en las cosas de Dios, sino en las de los hombres.24Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme.25Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.26¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?27Porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada persona según lo que haya hecho.28Os aseguro que algunos de los aquí presentes no sufrirán la muerte sin antes haber visto al Hijo del hombre llegar en su reino.
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