Rut 2 | La Biblia Textual Schlachter 2000

Rut 2 | La Biblia Textual

La casa del pan

1 Y tenía Noemí un pariente por parte de su marido, hombre de mucha riqueza, de la familia de Elimelec, cuyo nombre era Booz. 2 Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y rebuscaré espigas detrás de cualquiera ante cuyos ojos halle gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía. 3 Fue pues, y al llegar, espigó en el campo tras los segadores. Y ocurrió que aquella parte del campo era precisamente de Booz, el cual era de la familia de Elimelec. 4 Y he aquí Booz llegó de Bet-léhem y dijo a los segadores: ¡YHVH sea con vosotros! Y ellos respondieron: ¡YHVH te bendiga! 5 Y Booz dijo a su criado, al que estaba al frente de los segadores: ¿De quién es esa joven? 6 Y el criado que estaba al frente de los segadores respondió, diciendo: Es la joven moabita que volvió con Noemí de los campos de Moab. 7 Y ha dicho: Permíteme que rebusque y recoja entre las gavillas, detrás de los segadores. Así pues ha venido, y ahí sigue desde por la mañana hasta ahora, salvo un momento que reposó en casa. 8 Entonces Booz dijo a Rut: ¿No oyes hija mía? No vayas a espigar a otro campo, ni pases tampoco de aquí, sino júntate con mis criadas. 9 Fíjate en el campo que sieguen y síguelas; ¿No he mandado yo a los criados que no te molesten? Y cuando tengas sed, ve a los cántaros y bebe del agua que saquen los criados. 10 Ella entonces cayó sobre su rostro, se postró en tierra, y le dijo: ¿Por qué he hallado gracia ante tus ojos para que te fijes en mí, siendo yo una extranjera? 11 Y respondiendo Booz le dijo: He sabido en detalle todo lo que has hecho con tu suegra después de la muerte de tu marido, y cómo abandonaste a tu padre y a tu madre, y la tierra de tu nacimiento, y has venido a un pueblo que no conocías. 12 Recompense YHVH tu obra y tengas un cumplido galardón de parte de YHVH, el Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte. 13 Y ella dijo: ¡Halle yo gracia a tus ojos, señor mío!, porque en verdad me has consolado, y has hablado al corazón de tu sierva, aunque no sea ni como una de tus criadas. 14 A la hora de comer le dijo Booz: Acércate aquí y come del pan y moja tu bocado en el vinagre. Entonces ella se sentó junto a los segadores, y él le dio grano tostado, y ella comió hasta que se sació, y le sobró. 15 Luego se levantó a espigar, y Booz ordenó a sus criados, diciendo: Hasta en medio de las gavillas podrá espigar, y no la habéis de avergonzar. 16 Incluso dejaréis caer para ella algo de los manojos y lo abandonaréis para que ella lo espigue, y no la reprendáis. 17 Así espigó ella en el campo hasta el atardecer, y desgranó lo que había espigado, y fue como un efa de cebada. 18 Se lo cargó y marchó a la ciudad, y su suegra vio lo que había espigado. También sacó de lo que le había sobrado de la comida después de haberse saciado, y se lo dio. 19 Entonces su suegra le preguntó: ¿Dónde has espigado hoy? ¿Dónde has trabajado? ¡Bendito sea el que se haya fijado en ti! Y ella declaró a su suegra con quién había trabajado, y añadió: El nombre del varón con quien he trabajado hoy es Booz. 20 Dijo entonces Noemí a su nuera: ¡Bendito sea él por YHVH! Pues nunca ha negado su misericordia ni a los vivos ni a los muertos. Le dijo además Noemí: Ese varón es nuestro pariente; uno de nuestros parientes más cercanos. 21 Entonces Rut la moabita dijo: Además me a dicho: Júntate con mis criadas hasta que hayan acabado toda mi cosecha. 22 Y Noemí respondió a su nuera Rut: Bueno será, hija mía, que salgas con sus criadas para que no te maltraten en el campo de otro. 23 Así pues, tuvo estrecha compañía con las criadas de Booz, y espigó hasta que se acabó la siega de la cebada y la siega del trigo; pero habitaba con su suegra.

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Schlachter 2000

Ruth liest Ähren auf bei Boas

1 Nun hatte Naemi einen Verwandten ihres Mannes, der war ein sehr angesehener Mann aus dem Geschlecht Elimelechs, und sein Name war Boas. 2 Ruth aber, die Moabiterin, sprach zu Naemi: Lass mich doch aufs Feld hinausgehen und Ähren auflesen bei dem, in dessen Augen ich Gnade finde! Da sprach sie zu ihr: Geh hin, meine Tochter! 3 Und so ging sie hin, kam und las Ähren auf dem Feld hinter den Schnittern her. Es traf sich aber, dass jenes Stück Feld dem Boas gehörte, der aus dem Geschlecht Elimelechs war. 4 Und siehe, Boas kam von Bethlehem her und sprach zu den Schnittern: Der HERR sei mit euch! Und sie antworteten ihm: Der HERR segne dich! 5 Und Boas fragte seinen Knecht, der über die Schnitter bestellt war: Zu wem gehört diese junge Frau? 6 Und der Knecht, der über die Schnitter bestellt war, antwortete und sprach: Das ist die moabitische junge Frau, die mit Naemi aus dem Gebiet von Moab zurückgekommen ist. 7 Und sie hat gesagt: Lass mich doch auflesen und zwischen den Garben sammeln hinter den Schnittern her! Und sie kam und blieb vom Morgen an bis jetzt; sie bleibt nicht lange zu Hause sitzen! 8 Da sprach Boas zu Ruth: Hörst du, meine Tochter? Du sollst auf keinen anderen Acker gehen, um aufzulesen; und begib dich auch nicht weg von hier, sondern halte dich da zu meinen Mägden. 9 Dein Auge sei auf das Feld gerichtet, wo sie schneiden, und geh hinter ihnen her! Habe ich nicht den Knechten geboten, dass dich niemand antasten soll? Und wenn du Durst hast, so geh hin zu den Gefäßen und trinke von dem, was die Knechte schöpfen! 10 Da fiel sie auf ihr Angesicht und neigte sich zur Erde und sprach: Warum habe ich vor deinen Augen Gnade gefunden, dass du dich um mich kümmerst, da ich doch eine Fremde bin? 11 Da antwortete Boas und sprach zu ihr: Es ist mir alles erzählt worden, was du an deiner Schwiegermutter getan hast nach dem Tod deines Mannes, wie du deinen Vater und deine Mutter und dein Heimatland verlassen hast und zu einem Volk gezogen bist, das du zuvor nicht kanntest. 12 Der HERR vergelte dir deine Tat, und dir werde voller Lohn zuteil von dem HERRN, dem Gott Israels, zu dem du gekommen bist, um Zuflucht zu suchen unter seinen Flügeln! 13 Und sie sprach: Mein Herr, lass mich Gnade finden vor deinen Augen; denn du hast mich getröstet und deiner Magd freundlich zugesprochen, obwohl ich doch nicht [einmal] wie eine deiner Mägde bin! 14 Und zur Essenszeit sprach Boas zu ihr: Komm her und iss von dem Brot und tunke deinen Bissen in den Essig*! Und sie setzte sich neben die Schnitter. Er aber gab ihr geröstetes Korn, und sie aß und wurde satt und ließ übrig. 15 Und als sie wieder aufstand, um Ähren aufzulesen, gebot Boas seinen Knechten und sprach: Lasst sie auch zwischen den Garben auflesen und tut ihr nichts zuleide! 16 Und ihr sollt auch aus den [Ähren-]Bündeln etwas für sie herausziehen und es liegen lassen, damit sie es auflesen kann, und ihr sollt sie deswegen nicht schelten! 17 So las sie auf dem Feld bis zum Abend; und als sie ausgeklopft hatte, was sie aufgelesen hatte, war es etwa ein Epha Gerste. 18 Und sie hob es auf und trug es in die Stadt; und ihre Schwiegermutter sah, was sie aufgelesen hatte; dazu zog sie heraus, was sie übrig gelassen hatte, nachdem sie satt geworden war, und gab es ihr. 19 Und ihre Schwiegermutter sprach zu ihr: Wo hast du heute aufgelesen, und wo hast du gearbeitet? Gesegnet sei, der sich um dich gekümmert hat! Da sagte sie ihrer Schwiegermutter, bei wem sie gearbeitet hatte, und sprach: Der Mann, bei dem ich heute gearbeitet habe, heißt Boas! 20 Da sprach Naemi zu ihrer Schwiegertochter: Gesegnet sei er von dem HERRN, der seine Gnade den Lebendigen und den Toten nicht entzogen hat! Und Naemi sagte ihr: Der Mann ist mit uns nahe verwandt, er gehört zu unseren Lösern*. 21 Und Ruth, die Moabiterin, sprach: Er sagte auch das zu mir: Du sollst dich zu meinen Knechten halten, bis sie mit meiner ganzen Ernte fertig sind! 22 Und Naemi sprach zu ihrer Schwiegertochter Ruth: Es ist gut, meine Tochter, wenn du mit seinen Mägden ausgehst und man dich nicht auf einem anderen Acker belästigt! 23 So hielt sie sich bei der Ährenlese zu den Mägden des Boas, bis die Gersten- und Weizenernte vollendet war. Und sie wohnte bei ihrer Schwiegermutter.